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Cuatro bibliotecas municipales de Sevilla se ven obligadas a cerrar parcialmente por falta de personal: “Llevamos décadas con esto”

Las bajas, jubilaciones o traslados a otras delegaciones han reducido los trabajadores de estos centros de 42 a 35 para toda la capital

Bibliotecas municipales de Sevilla
Sala de lectura de la biblioteca pública del centro cívico Casa de las Columnas, en Triana, Sevilla.PACO PUENTES

Daniel Fernández Rutkowksi es el único bibliotecario que trabaja actualmente en El Esqueleto, una biblioteca municipal situada en el barrio Polígono Sur, en Sevilla. La ciudad se enfrenta a un déficit de trabajadores provocado por un goteo de bajas, jubilaciones o traslados a otras delegaciones, que está provocando cierres parciales en cuatro de ellas por falta de personal.

Una de ellas es la de El Esqueleto. “Deberíamos ser más de 60 bibliotecarios, pero somos 35″, cuenta Fernández. El delegado de CC OO para las bibliotecas municipales, Juan Conde, es más comedido. “Con que cubran las siete vacantes es suficiente”, opina. Lo habitual debería ser que hubiera 42 trabajadores en plantilla, tres por cada una de las 14 bibliotecas municipales que hay en la capital andaluza. El cierre parcial de estas cuatro se debe a una reestructuración en la plantilla para que las bibliotecas más grandes, Julia Uceda y Felipe González, puedan abrir al completo, como adelantó la Cadena SER y ha confirmado este diario.

La situación no se ciñe solo a la actual alcaldía del Partido Popular, sino que este es un problema que afecta a la ciudad de Sevilla, gobernada por el PSOE de 2015 a 2023, desde hace 14 años, como explica Conde: “Llevamos décadas con esto. No es un problema de presupuesto, es una falta de recursos humanos”. “Ocurre igual gobierne quien gobierne, con ambas corporaciones”, aclara Conde. El delegado de CC OO denuncia una sobrecarga de trabajo de los bibliotecarios y añade que les llegan “bastantes” protestas por los cierres parciales, tanto en los últimos meses como en años anteriores. Las otras tres bibliotecas afectadas son la de Alberto Lista, en pleno centro histórico de la capital andaluza, Casa de las Columnas, en Triana, y la de Luis Cernuda, en Bellavista, un barrio de la periferia.

Conde explica que estas últimas bibliotecas han visto mermados sus horarios debido principalmente a que tienen otros espacios que pueden dar cobertura a la ciudadanía, aunque nunca es fácil decidir cuáles porque influyen muchos factores, como las bibliotecas específicas que escojan los trabajadores. Comenta también que la comunicación de los cierres es mejorable. “La gente no tiene por qué saber los horarios y, de repente, llegan y se lo encuentran cerrado”. El sindicalista achaca la continuidad del problema de no cubrir las vacantes a una falta de interés en la cultura. “Se ha visto desde hace tiempo que la cultura aquí solo se centra en grandes eventos. La de barrio no la venden, no saben explotar el potencial que tiene”, critica el delegado.

El Ayuntamiento de Sevilla manifestó el lunes 7 de octubre que la falta de personal es un problema heredado y prometió que estaría resuelto esa misma semana. “El 27 de septiembre se aprobó la oferta de empleo público, los expedientes para la cobertura de las vacantes han sido instruidos y las plazas serán cubiertas a través de personal interino hasta que se culminen los procesos selectivos respectivos”, comunicó la Dirección General de Recursos Humanos del Ayuntamiento popular.

Sin embargo, el pasado viernes ninguna de las cuatro bibliotecas tenía constancia de que se vayan a cubrir esas vacantes y su previsión era la de seguir con el horario partido a partir de esta semana. Solo Luis Cernuda funcionará con normalidad, ya que su falta de personal solo afecta a la primera y la última semana de octubre. En la Casa de las Columnas afirman no tener noticias de que vayan a tener nuevos trabajadores y concretan que seguirán abriendo solo por las mañanas.

Las jubilaciones agravarán el problema

Conde destaca que el equipo municipal de José Luis Sanz, alcalde de Sevilla, va a tener que enfrentarse a la cuestión de las jubilaciones, que es un asunto “general que afecta a toda la administración”. En particular, en las bibliotecas, el sindicalista dice que la plantilla está envejecida y que, en los próximos años, se jubilará un tercio de los trabajadores. “Tenemos un par de bloques de compañeros entre los 62 y 65 años que se jubilan en breve, pero el bloque gordo está sobre los 58 y 60 que se jubilan en estos años”, desarrolla. Y resalta que “los más jóvenes” están en torno a los 50, pero que son minoritarios.

Daniel Fernández, bibliotecario de El Esqueleto, tiene 61 años, pero garantiza que en su biblioteca no va a haber problema con su futura jubilación porque él quiere continuar. “Mi trabajo es puramente vocacional, llevo 15 años en este sitio y me quedan bastantes más por aquí”. Fernández explica que ningún trabajador, aparte de él, solicitó la biblioteca de El Esqueleto. “Si no lo hubiera pedido yo, seguramente hubieran mandado a alguien obligado”, añade.

Para el bibliotecario, es más fácil suprimir de espacios públicos en barrios como el de Polígono Sur “porque la gente pobre no protesta, creen que es algo que los va a perjudicar”. En cambio, “en el centro quitas un servicio y enseguida te montan una manifestación o una protesta”, compara Fernández.

Polígono Sur es el barrio más pobre de España, con una renta media de 5.816 euros por persona. El absentismo escolar es de un 35% y el fracaso escolar alcanza al 60%. El bibliotecario abunda en la importancia de la cultura. “La gente que no está educada ni protesta ni se manifiesta. En un barrio como este y con los niveles de analfabetismo que tenemos, es fundamental que haya más colegios y bibliotecas”, concluye.

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