Ir al contenido
_
_
_
_

Silencio y distancia: la reaparición de Errejón casi un año después del escándalo que quebró a la izquierda

El exportavoz parlamentario de Sumar, que abandonó la política entre acusaciones de agresión sexual, sigue pendiente en los juzgados de la denuncia de la actriz Elisa Mouliaá

Errejon

No. No hay imágenes suyas. Pero Íñigo Errejón reapareció por sorpresa el pasado sábado 27 de septiembre en el auditorio Marcelino Camacho de Madrid, en la sede de Comisiones Obreras. Acudió a un acto de homenaje a los últimos fusilados del franquismo organizado por la Plataforma Abierta Alba, que confirma a EL PAÍS su presencia entre los más de 500 asistentes. Errejón no hizo declaraciones, pero sí llama la atención que acudiera a un evento público casi un año después de que dimitiera de todos sus cargos como político. Mediante un comunicado (“he llegado al límite de la contradicción entre el personaje y la persona”) abandonó la política, tras un comentario anónimo recogido por la periodista Cristina Fallarás en redes sociales que apuntaba a supuestos comentarios sexuales vejatorios o incompatibles con los principios feministas de “un diputado de Madrid”. El mismo día de su salida, la actriz Elisa Mouliaá le denunció por una supuesta agresión sexual sufrida en una noche de septiembre de 2021. Más tarde, Aída Nízar, figura mediática por su participación en realities televisivos, hizo lo mismo. La denuncia de Nízar fue archivada.

Desde entonces, el que fuera cofundador de Podemos y último portavoz de Sumar se ha esfumado de la vida pública. A un año del escándalo, nadie quiere hablar de Errejón. Pronunciar su nombre genera rechazo. Cualquier pregunta sobre él provoca incomodidad entre los diputados de Sumar en el Congreso y de Más Madrid en la Asamblea regional. “No, ni idea”. “No, no sé más”. “Le mandé un mensaje y no me contestó”. Desde que anunciara su marcha, solo ha atendido una vez a los medios. Fue el 16 de enero de este año. En la puerta de los juzgados de Plaza de Castilla de la capital. “Tres cuestiones por mi parte”, dijo con una chaqueta azul y una bufanda roja de cuadros ante una marabunta de cámaras. “En primer lugar, este es un día, ya se ve, muy esperado. Y en particular, muy esperado por mí. En segundo lugar, es un día que afronto con plena confianza en la actuación de la justicia. Y en tercer lugar, quiero dejar claro que vengo aquí a defender mi inocencia. Y eso se hace, en primer lugar, delante del juez”.

Consultado por este periódico para esta información, guarda silencio. También su entorno más próximo, que se ciñe solo a la causa judicial. La última diligencia —en principio no se han pedido más— será el 24 de octubre con la declaración de dos psiquiatras que atendieron a la actriz Mouliaá. De ser la definitiva, la instrucción del juez Adolfo Carretero llegaría así al final y habría dos opciones. Una apertura del juicio oral que sentaría a Errejón en el banquillo y le enfrentaría a penas de cárcel que irían de uno a cuatro años o el archivo definitivo de la causa.

Sin embargo, no será la última vez en que Errejón y Mouliáa se vean las caras. Una semana después, el 31 de octubre, la actriz está citada para que se retracte en otro juzgado de sus palabras hacia Errejón, que le acusó de extorsionar a dos testigos en la causa. Errejón le pide 10.000 euros por unas presuntas calumnias. De lo contrario, explican en su equipo jurídico, se abrirá otra causa judicial. En este caso, de Errejón contra la actriz.

Mientras tanto, la vida de Errejón es un misterio. Ha hecho pocos movimientos visibles en el último año. Mantiene activa su cuenta de X, antes Twitter, pero sin mensajes desde el 24 de octubre de 2024. De hecho, todavía dice que es el portavoz de Sumar. El 10 de julio de este año, eso sí, actualizó su cuenta de bienes en el Congreso, donde declaró que sigue sin ninguna propiedad, con 363.996 euros en el banco y que aún usa la moto que se compró en 2020, una Suzuki de 125 centímetros cúbicos.

La salida del que fuera durante una década uno de los políticos más populares en España dejó arrasada a la izquierda, más allá de su propio partido. “Hoy nadie del bloque de investidura va a reivindicar su restitución”, reconoce una fuente de Sumar en el Congreso, que cree que al margen del caso judicial, se reveló que el trato que daba a las mujeres no era coherente con el discurso sobre salud mental que abanderaba. “He llegado al límite de la contradicción entre el personaje y la persona”, explicaba en su carta de renuncia con una frase que se convirtió en meme. Pero la sucesión de acontecimientos —la primera, la tragedia de la dana en Valencia tan solo cinco días después—, acabaron por relegar una historia que el secretario del grupo, Txema Guijarro, describió en su momento como “una bomba nuclear”.

“Empieza a sonar a una época de la legislatura que parece pasado remoto”, reconoce otro diputado. Tras un año particularmente intenso, con las acusaciones también contra el cofundador de Podemos, Juan Carlos Monedero, la crisis por los casos de corrupción que afectan a ex altos cargos del PSOE, los constantes desafíos de Junts o la guerra en Gaza, que ha marcado también la política española, consideran que el daño está ya “amortizado”.

Las encuestas se han movido muy poco desde entonces. Sumar acusaba ya una caída meses antes, sobre todo por la ruptura de Podemos, que dividió el voto, y el paso atrás de Yolanda Díaz tras los malos resultados en las europeas de junio. Entre octubre y noviembre de 2024, el grupo pasó del 6,1% al 5% en apoyos, su resultado más bajo hasta ahora. Este mes se situaba en el 6,7%, según el barómetro de 40dB para EL PAÍS y la Cadena SER. Podemos, que en su día apuró para señalar a Díaz por haber sabido de una denuncia contra Errejón sin apartarlo de las listas, se mueve en torno al 3%. “Es imposible medir hasta qué punto eso nos ha impedido despegar, porque la realidad es que durante mucho tiempo no hemos podido impulsar nuestra agenda, este tema nos marcaba”, reconoce el mismo parlamentario.

La salida de Errejón provocó una profunda crisis en la coalición que llevó a los partidos más alejados de su figura, como Más Madrid (que fundó, pero al que acabó enfrentado) e Izquierda Unida, a reivindicarse y tratar de ganar fuerza en el grupo del Congreso, que hoy funciona de manera distinta, reconocen todos. Y Movimiento Sumar, donde el exdiputado ejercía como responsable de Discurso (era el autor de su ponencia política) se refundó en una asamblea en la que asumió su papel como una organización más del espacio, con un despliegue territorial muy modesto y mucho más pequeña que otras.

“Sumar ha perdido visibilidad. Errejón no era solo el portavoz parlamentario, era un líder casi tan conocido como Yolanda Díaz. Él no hablaba del partido, hablaba del espacio político”, reflexiona otra fuente. “Sabía leer bien el momento, pero una parte de Sumar se ha quedado ahí y lo que valía en 2023 ya no vale ahora. No ha habido renovación de estrategia electoral y política desde que se ha ido”, defiende también este miembro del grupo, partidario de entrar en el cuerpo a cuerpo con Vox, que ha crecido mucho en el último año. Errejón, mientras tanto, guarda silencio.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_