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El discreto narco de Tenerife que era dueño de un colegio y una farmacia

Clender Chinea, de 42 años, detenido por liderar “uno de los grupos más activos de narcotráfico”, realizaba fuertes inversiones en distintos sectores para blanquear

Poco a poco, con discreción, el líder de una organización de narcotraficantes recién desmantelada en Canarias, fue tocando “todas las metodologías del narcotráfico”: contenedores, trasvases de cargamentos de barcos nodriza a lanchas rápidas, transporte en coches con compartimentos ocultos. En apariencia, Clender Chinea, tinerfeño de 42 años, vivía sin ostentación en el barrio de Los Gladiolos de Santa Cruz de Tenerife. Era propietario de cafeterías, discotecas, restaurantes y viajaba con mucha frecuencia por el archipiélago, la Península, el Reino Unido o Sudamérica. Bajo esa fachada de empresario hecho a sí mismo se ocultaba “una de las organizaciones criminales más activas”, con base en Canarias, según una investigación de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil y del Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria. Su estrategia para blanquear el dinero procedente del narcotráfico abarcaba sectores habituales, como el inmobiliario o la hostelería, y otros ciertamente infrecuentes, como una farmacia e incluso un colegio.

La investigación, bautizada Operación Silbo, ha sobrepasado las expectativas. “Se empezó pensando que era un traficante del tamaño, digamos, de la Torre Eiffel, pero lo ha superado por lo menos en cinco cuerpos”, estiman fuentes conocedoras de la investigación. Hay 34 personas detenidas y se han intervenido 2.185 kilogramos de cocaína, armas de fuego modificadas, más de 600.000 euros en efectivo, 16 vehículos y cinco embarcaciones. Los bienes muebles e inmuebles bloqueados hasta el momento suman más de dos millones de euros.

Durante el operativo, que se desarrolló entre el 10 y el 15 de septiembre, el líder de la organización presenció, sentado en una silla, en mitad de un pequeño salón, cómo los investigadores registraban su vivienda. En las imágenes policiales aparece descalzo, con una sudadera gris y en pantalón corto. Chinea se había visto antes en esta situación. En 2008 fue detenido con cuatro kilos de cocaína. Se lo podía considerar “un traficante mediano”, consideran las mismas fuentes. Pero su capacidad delictiva había crecido “exponencialmente”. Su gran habilidad para tejer alianzas nacionales e internacionales, algo que le gustaba forjar con numerosos viajes, y en el manejo de un ingente patrimonio, tanto a la vista, como oculto, contribuyeron a ese progreso delictivo.

Hasta el año 2020, el líder de la organización invertía en bienes inmuebles que figuraban a nombre de sus sociedades, precisan otras fuentes conocedoras de la investigación económica. “Tenía varios a su nombre o a nombre de otras personas, pero después comenzó a diversificar y a construir una estructura que soportara dinero de origen ilícito, con la creación o la compra de empresas para explotar cafeterías, discotecas o restaurantes”, añaden. Su figura como hostelero era relativamente conocida en la isla, por lo que estas empresas también ayudaron a blanquear su imagen.

La investigación le atribuye una empresa pesquera, otra de alquiler de vehículos, una farmacia o incluso un colegio. En el caso de la farmacia y el colegio estaban a nombre de una sociedad constituida por un familiar, pero la financiación y el control real de esos negocios lo hacía el principal investigado, precisan las mismas fuentes. Algo similar ocurría con la empresa de alquiler de coches.

“Creaba empresas, contrataba personas y hacía de ellas un uso que aparentemente legal. Cuando tenía la oportunidad de usar los medios de esa empresa para introducir sustancia estupefaciente, lo hacía”, cuentan las fuentes conocedoras de la investigación. Por ejemplo, la empresa pesquera participaba “con la máxima discreción” en la introducción de “grandes cantidades de droga”. Algo similar ocurría con los coches de alquiler. En uno de esos coches intervinieron en abril 66 kilos de cocaína ocultos en un compartimento.

Entre los arrestados hay un asesor fiscal, un abogado y familiares. El líder controlaba “un núcleo fijo” en Tenerife, que actuaba a sus órdenes, pero también se apoyaba en “ramas” en Gran Canaria, Fuerteventura, Lanzarote y la Gomera. También había otras ramificaciones en la Península: en Madrid, Barcelona, Málaga o esencialmente, Galicia. Las pesquisas le atribuyen además “socios delictivos” en el Reino Unido o Sudamérica, con una relación estable que le permitía abrir nuevas vías delictivas. 18 de los 34 detenidos, entre ellos el máximo responsable, ingresaron en prisión provisional el 13 de septiembre por delitos contra la salud pública, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal.

El hallazgo de un laboratorio de cocaína, algo muy poco frecuente en las islas Canarias, en 2023, fue el comienzo de esta investigación de largo recorrido que forma parte del proyecto GDIN, liderado por la Guardia Civil y financiado por la Comisión Europea. Con el tiempo supieron que el líder de la organización estaba detrás de ese laboratorio y fueron añadiendo otras operaciones de narcotráfico como dos alijos de cocaína que venían desde Sudamérica en barcos nodriza de 500 kilos de cocaína (en enero de 2024) y de 1.600 kilos (en noviembre de 2024). “[El líder] tiene contactos a todos los niveles y con gente poderosa del narcotráfico a nivel internacional”, detallan las fuentes.

La red criminal contaba con una infraestructura marítima y terrestre que permitía “recibir importantes cantidades de hachís procedente de Marruecos” y enviarlas al Reino Unido “a través de contactos británicos en la Costa del Sol” y también se les relaciona con la entrada de cocaína en Canarias por la ruta africana o por Galicia.

En el grupo de investigados se encuentran dos personas con formación militar que, según las pesquisas, cumplían órdenes para cometer extorsiones y delitos contra las personas, relacionados con robos de droga o para forzar a una persona en el sur de Tenerife para apropiarse de unos terrenos en el municipio de Candelaria. En el domicilio de uno de ellos se intervinieron tres armas de fuego simuladas y un arma larga.

Dos “químicos” en busca y captura

Aunque el grueso de la operación ha terminado, todavía quedan seis personas en busca y captura, dos de ellas consideradas “los químicos” del laboratorio de cocaína desmantelado, y está pendiente de localizar a la víctima de un secuestro cometido por una deuda relacionada con una partida de droga.

En esta causa, dirigida por el juzgado de instrucción número 3 de Santa Cruz de Tenerife, e investigada por la UC0 (el Equipo contra el Crimen Organizado ECO Canarias) y el Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria, también han contado con la colaboración de la Agencia Antidroga de Estados Unidos (Drug Enforcement Administration, DEA), la Policía Judicial de Cabo Verde y la coordinación de Europol.

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