El magistrado Peinado informa a Begoña Gómez de que su caso por malversación se verá ante un jurado si llega a juicio
El instructor cita a la esposa del presidente el próximo sábado

El magistrado Juan Carlos Peinado, que mantiene imputada a Begoña Gómez desde hace casi un año y medio, ha comunicado a la esposa del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que la causa abierta contra ella por malversación se convierte ahora en un procedimiento a juzgar con jurado (es decir, formado por ciudadanos legos en Derecho), en el caso de que llegue a juicio, según una resolución fechada este martes y a la que tuvo acceso EL PAÍS. De esta forma, según esta iniciativa del instructor, en el caso de que Peinado acuerde enviarla al banquillo cuando acabe su investigación y las instancias superiores lo avalen, sería este tipo de jurado quien la juzgaría.
Al dar este paso en el proceso, Peinado explica que debe citar de nuevo a Begoña Gómez para comunicarle las imputaciones concretas que penden sobre ella. Y lo ha hecho el próximo sábado. También llama ese día a las otras dos personas que se encuentran investigadas por malversación: su asesora Cristina Álvarez; y el actual delegado del Gobierno en la Comunidad de Madrid, Francisco Martín Aguirre, que ocupó el cargo de secretario general de Presidencia.
La malversación se encuentra entre los delitos previstos por la Ley del Jurado para que sean juzgados por este tipo de tribunal.
Tras abrir sus pesquisas en abril de 2024, Peinado ha ido ampliando el foco de la causa y los delitos que atribuye a Begoña Gómez. Por un lado, el magistrado le achaca corrupción en los negocios, tráfico de influencias, apropiación indebida e intrusismo por su actividad profesional con empresarios y la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Pero, por otro lado, abrió una segunda línea de investigación para indagar si se cometió malversación al contratar como su asesora a Cristina Álvarez para que colaborase con la mujer del presidente en su “actividad privada” —una tesis que ambas han negado, al igual que el Ejecutivo—.
Al principio, el propio Peinado rechazó que el delito de malversación se pudiera atribuir a Gómez y a su asesora. De hecho, el juez trató de escalar hasta La Moncloa. Primero, con la imputación del actual delegado del Gobierno en Madrid, que había ocupado el cargo de secretario general de Presidencia (del que depende la asistente de la esposa del presidente) entre 2021 y 2023 —es decir, Martín Aguirre había llegado al puesto tres años después de la designación de Álvarez—. Pero, más tarde, el magistrado redobló su apuesta y, tras interrogar como testigo al actual ministro Félix Bolaños, pidió su imputación al Tribunal Supremo. Sin embargo, la máxima instancia lo rechazó de plano: “No hay el más mínimo respaldo indiciario”, le reprochó el alto tribunal.
Cambio de estrategia
Tras esa negativa del Supremo, que se produjo el pasado julio, el magistrado cambió de estrategia. Y, apenas unos días después, imputó a Begoña Gómez y a su asesora por la malversación que antes no veía para ellas. “Este Juzgado es consciente de que, inicialmente, se consideró que no procedía la admisión a trámite de la querella indicada por un delito de malversación de caudales contra las investigadas”, se justifica Peinado en la resolución de este martes, donde añade: “Ahora bien, como es de sobra conocido, la delimitación del objeto del proceso es de cristalización progresiva”. Es decir, en su opinión, han brotado después nuevos indicios contra ambas.
El magistrado, que ha impulsado una investigación muy cuestionada y con excesos corregidos por todas las instancias superiores, mantiene que existen “indicios racionales, fundados y sólidos” del delito de malversación. El juez Peinado se aferra a varios correos electrónicos que la asesora de Gómez envió en su nombre por su actividad relacionada con la Universidad Complutense de Madrid. Pero Begoña Gómez, durante su comparecencia ante el instructor, se desvinculó de cualquier delito y aseguró que solo pidió a su asesora en La Moncloa que “transmitiera algún mensaje” como “favor” porque era su amiga.
Sin embargo, la tesis de la defensa no convence a Peinado, que ha decidido seguir adelante. Es más, en su resolución de este martes, el juez recalca que no puede “tener en cuenta” las palabras de la esposa del presidente, debido a su “sentido exculpatorio”. E, incluso, el magistrado reprocha a Begoña Gómez y a su asesora que se acogieran a su derecho a no responder al juez y solo contestaran a sus abogados. “Hubieran podido esgrimir argumentos en su descargo”, les dice.
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