Vox exige a los presidentes autonómicos del PP una retractación pública si quieren sus votos

“Mazón ha marcado el camino, eso lo que nosotros queremos: una declaración expresa, no unas declaraciones que pueden estar más o menos bien, algo titubeantes. No pasa nada por salir a una tribuna como esta, delante de los señores de la prensa, para decir: ‘Esto es lo que queremos y en estas cosas Vox tiene razón”. El portavoz de Vox, José Antonio Fúster, ha dejado claro este lunes que a su partido no le basta con los gestos que ha hecho hasta ahora el presidente aragonés, Jorge Azcón, para sentarse a negociar con él los presupuestos regionales.

En una entrevista al diario La Razón, el barón popular aseguró este fin de semana que no asume las tesis de Vox, pero se desmarcó del Pacto Verde suscrito por el Grupo Popular europeo. “Hay políticas de la UE que han beneficiado a España y otras que tienen que ser muy cuestionadas, como las que se dedican al campo o la automoción. Vamos a cuestionar, como ya veníamos haciendo, muchas de las políticas que están en el Pacto Verde”, subrayó.

Además, Azcón convocó el pasado viernes una reunión extraordinaria de su Consejo de Gobierno para dar luz verde a la presentación de un recurso de inconstitucionalidad contra el decreto ley que estable los criterios de distribución de los alrededor de 4.000 menores extranjeros no acompañados llegados a Canarias. El texto incluye criterios para calcular el reparto en función de la población y la renta de cada comunidad autónoma, pero también el esfuerzo ya realizado en la acogida de niños y adolescentes no comunitarios, lo que limita el cupo que le corresponde a Cataluña. Para Azcón, la solución a este problema “pasa porque el Gobierno se haga cargo de los menores”, en vez pretender “transferirlos a las comunidades y hacerlo sin medios”.

Vox valora positivamente los pasos dados por Azcón y recuerda que el presidente aragonés ya aceptó en el pasado una de las exigencias recogidas en el pacto con el presidente valenciano: la realización de pruebas diagnósticas para determinar si los jóvenes inmigrantes cuya tutela debe asumir la comunidad son efectivamente menores de edad. Pese a ello, Fúster ha dejado claro que no es suficiente.

La formación ultra está crecida después de que Mazón aceptara sus condiciones y no está dispuesta a apoyar los Presupuestos de ninguna de las comunidades autónomas donde el PP necesita sus votos por menos de lo que hizo este: renegar de las políticas suscritas por los populares europeos para afrontar el fenómeno de la inmigración o combatir al cambio climático.

De las cinco autonomías donde el PP depende de Vox para sacar los presupuestos, la formación ultra descarta llegar a un acuerdo con el castellano-leonés Alfonso Fernández-Mañueco, al que quedan menos de 12 meses para celebrar elecciones, en el caso de que no las anticipe, por lo que no le urgen nuevos presupuestos. Una vez logrado el acuerdo en la Comunidad Valenciana ―aunque este deberá concretarse y confirmarse durante la tramitación de los presupuestos en las Corts valencianas―, Aragón puede ser la siguiente.

Azcón ha dado ya los primeros pasos de acercamiento y Vox ha designado a su interlocutor para la negociación. No es el líder del partido en Aragón, Alejandro Nolasco, sino una directiva del aparato del partido en Madrid: la vicesecretaria de Acción de Gobierno, Montserrat Lluis. El pacto en Extremadura, Baleares o Murcia parece aun más verde. En relación a esta última, Fúster ha reprochado al presidente murciano, el popular Fernando López Miras, que la Administración regional facilite la enseñanza de religión musulmana en los colegios públicos y concertados. En realidad, se trata de una obligación legal derivada de la Ley de Educación de 2006 y del Acuerdo de Cooperación entre el Estado español y la Comisión Islámica de España. Se estima que más del 10% de la población de Murcia profesa la religión musulmana.

Vox considera un triunfo el pacto con Mazón, al que este se ha agarrado como una salvavidas tras haber quedado amortizado políticamente por su escandalosa ausencia en los peores momentos de la dana, y no está dispuesto a rebajar el precio de su apoyo. La “condición previa para negociar” el voto de Vox a los presupuestos, ha advertido Fúster, es que el presidente autonómico que lo necesite realice “una declaración contundente contra la política migratoria y contra el Pacto Verde” de la Unión Europea. Es decir, que renieguen públicamente de las posiciones que los populares defienden en Bruselas. Para Vox, esta escenografía es más importante que la letra pequeña que al final se plasme en los presupuestos.