Tellado tensa al máximo su relación con la Presidencia del Congreso por un cambio en el orden del pleno
El PP reclamó a mitad de la sesión ya programada aplazar la discusión de la ley de prevención de las pérdidas y el desperdicio alimentario
La pésima relación del portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, con la Presidencia de las Cortes se ha establecido desde el inicio de esta legislatura como una de sus fijaciones, hasta el punto de negarse a tener encuentros bilaterales de cortesía con la presidenta, la socialista Francina Armengol. Este jueves, en el día final del pleno semanal de las discusiones de los proyectos de ley, se ha vuelto a tensar al máximo por una desagradable discusión sobre un mero trámite formal de un cambio en el orden del día.
El pleno se enfangó de nuevo varios minutos, hubo llamadas al orden y la bancada del PP amagó de pie y con palmeos con no permitir la intervención de la ministra de Sanidad sobre la relevante creación de la Agencia Estatal de Salud Pública; se escucharon insultos contra Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, que estaba en la tribuna de invitados. Tellado llegó a tildar de “ilegal, inconstitucional” y dijo que, “probablemente”, era una prevaricación que el presidente en funciones de las Cortes se acogiera al programa acordado en la Junta de Portavoces y la Mesa de la Cámara, hiciera referencia al funcionamiento habitual en este tipo de situaciones y no permitiera aplazar la discusión de una serie de enmiendas vetadas por el Gobierno sobre la ley de desperdicios alimentarios. El PP ha votado contra la Agencia de Salud Pública en rebelión a lo sucedido —previamente había apoyado su creación—. La ministra Mónica García y portavoces de otros grupos lamentaron “el espectáculo bochornoso y vergonzoso de odio” dado por el PP.
El PP reclamó la tarde del miércoles, cuando el pleno había comenzado el martes, que uno de los puntos incluidos para discutir este jueves sobre la ley de prevención de pérdidas y el desperdicio alimentario se aplazara para otra sesión. Ese proyecto, sin embargo, se convirtió en otra cosa y distintos grupos intentaron introducir 110 enmiendas en el Senado sobre otros conceptos, relacionados algunos hasta con la protección del lobo o la solución a las purinas en granjas ganaderas catalanas. Ese proyecto regresó al Congreso este jueves tras aceptarse 46 de esas modificaciones del Senado, donde el PP disfruta de mayoría absoluta, y vetar el Gobierno solo cuatro, de acuerdo a su prerrogativa constitucional, porque suponían algún tipo de alteración de los Presupuestos y como se ha hecho en numerosas ocasiones antes.
La Presidencia del Congreso, ante este panorama y con esos precedentes, se negó a cambiar el orden del día aprobado por la Mesa y ratificado por la Junta de Portavoces en la mañana de este pasado martes, unas horas antes de que empezase oficialmente el pleno ese día a las tres de la tarde, pese a que luego, este mismo jueves, se forzó otra reunión de otra Junta de Portavoces en la que una teórica mayoría alternativa solicitó ese aplazamiento por distintas razones, en este caso con una posición coincidente por motivos diferentes del PP, Junts y ERC. El PP porque quiso introducir un cambio para reducir el tipo del IVA a los alimentos básicos y ERC y Junts, inquietos por la posible afectación a la vida útil regulada de las plantas de cogeneración para el tratamiento de purines en las explotaciones ganaderas de Cataluña. La Presidencia de la Cámara argumentó que la modificación exigida se tramitó según su criterio tarde y mal y porque sostiene, como más tarde esgrimió el portavoz del PSOE, Patxi López, que existe una “tradición” democrática de no alterar los órdenes del día ya programados y aceptados previamente salvo que haya unanimidad y “para proteger a las minorías”.

El pleno había comenzado con más de 10 minutos de retraso porque el PP intentó en la apertura de la sesión forzar ese aplazamiento. Tellado se levantó de su escaño para reclamar en virtud de los artículos 72.2 y 68.1 del Reglamento del Congreso que se modificará la agenda de temas a tratar para abordar el escrito con su petición registrado en la tarde del miércoles. El presidente en funciones, el socialista Gómez de Celis, le concedió ahí medio minuto a Tellado para explicarse, pero luego le señaló que su demanda y el tema en cuestión se abordarían más tarde, cuando estaba ya previsto y fijado. Tellado ya ironizó ahí con que Gómez de Celis se había levantado mal y protestó de pie desde su escaño durante varios minutos con el micrófono apagado. Gómez de Celis le llamó al orden una vez (a la tercera el diputado señalado es expulsado), toda la bancada del PP se levantó de sus escaños para solidarizarse con Tellado y el presidente del Congreso aguardó unos minutos hasta reanudar la sesión con la intervención prevista del diputado y portavoz del BNG, Néstor Rego.
Cuando más tarde se iba a debatir sobre la citada ley de prevención y desperdicios alimentarios, Miguel Tellado volvió a pedir la palabra y repetir sus argumentos, acusando a los cinco miembros de la Mesa del Congreso del PSOE y Sumar de haber adoptado una decisión que es “ilegal, inconstitucional y probablemente estén prevaricando”, al presidente en funciones de estar al servicio del Gobierno y de no tener en cuenta los informes del secretario general de la Cámara y letrado mayor. Fuentes de la Mesa indican que lo que el letrado Fernando Galindo indicó es que “chocan dos derechos constitucionales: la tradición que manda tramitar las enmiendas del Senado, pero también el derecho constitucional del Gobierno de vetar lo que afectan a los Presupuestos”. La Mesa decidió decantarse por el segundo de esos derechos porque, de otra forma, el Senado que ahora controla el PP podría mandar enmiendas continuas sobre cambios en el Presupuesto. “De fondo es un juego perverso. Una cosa extrañísima que no ha pasado nunca”, apuntan dichas fuentes.
Tellado, en cualquier caso, protestó airadamente, se negó a sentarse ante los requerimientos del presidente de la Cámara y recabó durante muchos minutos el mismo comportamiento de casi toda la bancada del PP incluso cuando ya estaba en la tribuna de oradores la ministra de Sanidad, Mónica García, para defender la Agencia de Estatal de Salud Pública que debe servir para estar mejor preparados ante una posible nueva pandemia y que había sido respaldada hasta ahora por todos los partidos menos por Vox. El PP reunió acto seguido a su dirección para valorar si se desmarca de esa votación al final de esta mañana en signo de rebeldía ante lo ocurrido durante el pleno. Los populares defienden que el Gobierno no les presentó con anterioridad a los cuatro componentes de ese partido en la Mesa el escrito con sus vetos, porque no lo acompañó de los informes de los letrados, porque supone “una modificación del dictamen del Senado” y “una alteración de manera extemporánea, sin competencias para poder hacerlo, vulnerando la ley y la Constitución”.
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