Resuelto el enigma de ‘la mujer del cobertizo’, una de las siete fallecidas en España para cuya identificación Interpol pidió ayuda

La campaña para intentar poner nombre a 46 mujeres que fallecieron en las últimas décadas en seis países europeos y así poder cerrar sus casos ha cosechado su primer éxito. La mujer del cobertizo, una de las siete mujeres fallecidas en España que habían sido incluidas en esta iniciativa de Interpol (Organización Internacional de Policía Criminal, en la que están integrados 196 países) ya tiene una identidad, y una historia. La fallecida se llamaba Ainhoa Izaga Ibieta, una ciudadana paraguaya que viajó a España en 2013, cuando tenía 28 años, y cuyo cuerpo fue encontrado cinco años después en una casa de campo de Girona. Como los investigadores no sabían su nombre, bautizaron su caso, al igual que el resto de los que forman parte de la campaña, aludiendo a algún detalle o peculiaridad de la investigación. En esta ocasión, hacía referencia al lugar en el que se la encontraron ahorcada: un cobertizo que servía de gallinero en un anexo a una masía en Sant Julià de Ramis (Girona).

Los investigadores han podido ponerle nombre cuando las autoridades paraguayas compararon las huellas dactilares que España había introducido en la base de datos de personas fallecidas sin identificar de Interpol con las que existían en las bases policiales paraguayas. Esa comprobación se hizo dentro de la campaña Identify Me (”Identifícame”, en inglés). Además de ser el primer caso resuelto de la segunda entrega de esta campaña ―la primera edición se lanzó en 2023―, constituye “la primera identificación transcontinental exitosa” de la iniciativa, según ha informado Interpol.

Como parte de la campaña, Interpol hizo pública, además de una reconstrucción facial de la mujer del cobertizo, una foto de un tatuaje con la palabra “suerte” en hebreo que tenía en el antebrazo izquierdo, y una imagen de la construcción en la que fue hallada muerta. La ficha resumen de su caso ha sido distribuida por las redes sociales de numerosas policías y en medios de comunicación desde que se lanzó la campaña el pasado octubre, al igual que las de las otras 45 mujeres fallecidas en Francia, Italia, Bélgica, Alemania, Países Bajos y España, que todavía siguen sin identificar.

“Nuestro trabajo no consiste solo en resolver casos, también trata de restaurar la dignidad de las víctimas y dar voz a los afectados por la tragedia”, ha declarado el secretario general de Interpol, Valdecy Urquiza. El responsable policial ha felicitado a las autoridades españolas y paraguayas por el esfuerzo conjunto y ha incidido en que cada éxito renueva la esperanza de que se puedan descubrir las identidades del resto que casos.

Según el relato de su hermano, Ainhoa Izaga viajó a España desde Paraguay en 2012. Su cuerpo fue encontrado en agosto de 2018, cuando tenía 33 años. Tenía el cabello rubio y los ojos marrón claro. Los investigadores creyeron que podía ser originaria del norte de Europa, Polonia, Alemania o Países Bajos e hicieron averiguaciones en Polonia y Francia, pero no obtuvieron resultados. A mediados de 2019, después de varios meses sin contacto, su hermano denunció su desaparición a las autoridades de Paraguay, algo que ha ayudado a que finalmente sea identificada.

Esta campaña de Interpol busca arrojar luz sobre casos en los que se sospecha que las fallecidas podrían proceder de otros países y que se encuentran en vía muerta. En la primera campaña lograron identificar a Rita Roberts, una mujer británica asesinada en Amberes (Bélgica) en 1992. Su familia llamó a la Policía después de reconocer uno de sus tatuajes en un reportaje de un medio de comunicación.

Es la primera vez que Interpol hace público el contenido de algunas de sus denominadas notificaciones negras, una serie de archivos que las policías usan para buscar información de cadáveres no identificados, y en los que se incluye información sobre el lugar donde se encontró el cuerpo, datos biométricos (como ADN, huellas dactilares, imágenes faciales), historiales dentales, descripciones físicas o de la ropa, además de otros detalles que se consideran relevantes.

Tras la presentación oficial de la campaña, el pasado octubre, los ciudadanos enviaron numerosas comunicaciones, más de 200, según información policial. De ellas, 27 eran sobre casos españoles. La policía recibió informaciones sobre el caso de la mujer que no estaba sola, que perdió la vida en 1999 en una habitación de un hotel de Premià de Mar (Barcelona), y el caso de la mujer de rosa, hallada muerta en el kilómetro 84 de la carretera de Vila, en Viladecans (Barcelona) en 2005 en circunstancias sospechosas. Las seis víctimas de España que quedan por identificar, de entre 20 y 40 años, fueron encontradas muertas en Cataluña, Madrid, Baleares y País Vasco. En la campaña española han prestado su imagen y su voz la actriz Luisa Martín y la escritora y directora de documentales sobre trata y prostitución Mabel Lozano. “Ayúdanos a traerlas a casa”, pide Martín en el vídeo de la campaña.