La Aemet pronostica que esta será la séptima primavera más cálida de lo normal
En cambio, se desconoce cómo se comportarán las lluvias, ya que los distintos modelos no se ponen de acuerdo y no hay una tendencia clara en la predicción estacional

Las predicciones estacionales son, desde hace algunos años, cualquier cosa menos una sorpresa. Cada tres meses, se repite lo mismo: más cálido de lo normal. Y estas tres mismas palabras malditas también se repiten, casi invariablemente, a la hora de hacer balance climático de la temporada que termina. Y el problema de las cosas que se repiten es que dejan de ser noticia. Y el problema de las cosas importantes que dejan de ser noticia es cómo contarlas para que lo sigan siendo. Con la primavera que empieza y el invierno que acaba ha vuelto a ocurrir, las mismas tres palabras de pesadilla a causa del cambio climático.
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha lanzado este martes por boca de su portavoz, Rubén Del Campo, su predicción para abril, mayo y junio, lo que más se ajusta a la primavera astronómica, que comenzará el 20 de marzo a las 10.01 hora peninsular ―la meteorológica, mucho menos conocida, arrancó ya el 1 de marzo― y lo más probable, con un porcentaje de entre el 60 y el 70%, es que sea más cálida de lo normal en todo el país, especialmente en zonas costeras de la Península y en los archipiélagos, donde el porcentaje supera el 70%. La primavera es ya en España una nueva sucursal del verano: la última fría fue la de 2018, por lo que ya van seis primaveras más cálidas de lo normal.
En cambio, y aunque “marzo ha empezado con fuerza”, cuál será el comportamiento de las lluvias es una incógnita a día de hoy: es tan probable que queden por encima de lo normal como que se sitúen por debajo, ya que no hay una tendencia clara en los modelos de predicción. “Siendo honestos, no sabemos lo que va a pasar con las lluvias, los distintos modelos no se pueden de acuerdo”, ha admitido Del Campo en rueda de prensa.
🧵Hacemos balance del invierno 2024-2025 (trimestre diciembre-enero-febrero)
— AEMET (@AEMET_Esp) March 11, 2025
🌡️ Fue un invierno muy cálido: el 6º más cálido desde que hay registros y el 5º del siglo XXI. No hubo olas de frío por segundo invierno consecutivo. pic.twitter.com/IY6fwHjAj7
Y esta nueva estación con los termómetros disparados hacia arriba llegará tras un nuevo invierno muy cálido tanto en la Península como en los archipiélagos, con todos los meses con temperaturas superiores a los normales y con una media de 7,8°, un valor 1,2° por encima de la media del periodo de referencia (1991-2020). Aunque ha hecho puntualmente algo de frío, no se ha registrado ningún episodio con la intensidad, extensión ni duración suficientes como para hablar de ola de frío, algo que sucede ya por segundo invierno consecutivo. El calentamiento climático no implica la desaparición de estos fenómenos, pero hace más difícil que sucedan.
Mientras que la temperatura más baja fue -11,2° en Molina de Aragón el 14 de enero ―muy poca cosa, la verdad, para tratarse de uno de los ejes del triángulo del hielo, donde se llegaron a medir -28,2° en enero de 1952―, la más alta se midió el 15 de diciembre en La Palma aeropuerto, con 28,8°. En la Península, Murcia alcanzó 28,1° el 27 de enero. España está, un invierno más, al borde de los 30°.
“Se trató del sexto invierno más cálido de la serie, que comenzó en 1961, y del quinto más cálido del siglo XXI”, ha indicado Del Campo, para quien “lo más significativo” más allá de su posición en este ranking infernal “es la tendencia clarísima a inviernos más suaves”: de los 10 últimos, solo uno ha sido frío ―el de 2017-2018―, mientras que los nueve restantes han sido cálidos (tres) o muy cálidos (seis). “Es la primera vez, desde el inicio de la serie en 1961, que una estación, cualquiera de ellas, es más cálida de lo normal durante siete años consecutivos, no había pasado nunca”, ha destacado el portavoz de la Aemet, para subrayar que ni siquiera el invierno de Filomena, el de 2021, fue frío. “De haberse registrado hace 11 años, este invierno sería el segundo más cálido de toda la serie”, ha incidido Del Campo.
Fue, además, un invierno seco en el conjunto del país. De media, cayeron en la España peninsular 146 litros por metro cuadrado, tres cuartas partes de lo normal, aunque las precipitaciones estuvieron muy desigualmente repartidas: llovió mucho en el oeste peninsular ―sobre todo en zonas de Galicia, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Extremadura y Navarra―, y poco en los archipiélagos y en amplias zonas del centro y del este ―en el interior de Cataluña, Comunidad Valenciana, el este de Castilla-la Mancha, Murcia y Andalucía oriental no se llegó ni a la cuarta parte de lo normal―.
La estación comenzó fatal, con un diciembre muy seco ―el segundo con menos lluvias de este siglo tras el de 2015―, al que siguió un enero húmedo gracias a que la segunda quincena fue muy lluviosa y un febrero “también con pocas lluvias”. Pero, ampliando la perspectiva, el balance del año hidrológico, que empezó el 1 de octubre de 2024 y acabará el próximo 30 de septiembre, es positivo al haberse registrado “lluvias algo superiores a lo normal”. En concreto, hasta el 9 de marzo se han recogido de media 360 litros, “un 8% más de lo normal”. En el mapa de las zonas más lluviosas están las afectadas por la tragedia de la dana, donde en unas horas llovió lo que cae en todo el año, así como Murcia, donde ha ocurrido lo mismo pero ahora, en el último temporal. En cambio, “quedan unas zonas en el sudeste, del tercio norte y de Canarias con pocas lluvias para estas fechas”.
La gran noticia es que, a día de hoy, se ha acabado la sequía meteorológica, tanto la sequía a un año vista como la persistente y de larga duración, a tres años. “Analizando las lluvias acumuladas en los últimos 12 meses, a finales de febrero ya no había sequía a un año”, ha señalado Del Campo, para subrayar que “la sequía de larga duración, en la que España entró a finales de 2023 y que perduraba aún a finales de febrero, se acabará revirtiendo también muy probablemente con lo que está lloviendo este marzo”. Porque el mes ha comenzado con mucha fuerza: en los primeros nueve días ha llovido en el conjunto del país 59,5 litros, tanto como suele hacerlo en un marzo completo. “Incluso en la mayor parte de la Península ha llovido tres veces más”, ha subrayado Del Campo, para avanzar que aún quedan dos semanas más de lluvias. A la borrasca Jana, que sigue dejando este martes lluvias generalizadas, seguirá el miércoles y el jueves otra borrasca con nombre, Konrad, que dejará entre 50 y 100 litros más en el tercio sur y en el extremo norte.
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