El 97% de las juezas considera que los ascensos a la cúpula judicial no se deciden por méritos sino por los contactos de los aspirantes
Un estudio dirigido por el CGPJ revela que tres de cada cuatro mujeres consideran que no siempre reciben el mismo trato que sus compañeros hombres


El 97% de las juezas y magistradas que han participado en una encuesta del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) considera que los ascensos a la cúpula judicial no se deciden por mérito y capacidad sino por las “relaciones informales” que tengan los aspirantes dentro de la carrera. Este es uno de los datos que arroja un estudio hecho público este lunes por el CGPJ, que revela que tres de cada cuatro juezas y magistradas encuestadas dicen sentir que no siempre reciben el mismo trato que sus compañeros hombres, y algo más de la mitad (55%) opina directamente que en la carrera judicial hay discriminación hacia las mujeres. El porcentaje aumenta hasta el 72,3% cuando se les pregunta si el sistema de selección para ocupar cargos discrecionales —los que dan acceso a la cúpula judicial― es discriminatorio.
Los resultados del estudio dan al traste con el discurso oficial con el que se ha tratado de justificar en los últimos años el déficit de mujeres en los puestos más altos de la judicatura. Los últimos datos del CGPJ disponibles, relativos a 2023, cifra en 5.343 el número de jueces que hay en España, de los que 3.003 (el 56,2%) son mujeres. Sin embargo, los cargos discrecionales siguen estando masculinizados. Según el CGPJ, a 18 de octubre de 2023, las mujeres suponían solo un 24,43% del total de personas que ocupan puestos de este tipo. Desde entonces, la situación ha mejorado algo porque el CGPJ y el Tribunal Supremo están presididos por primera vez por una mujer, Isabel Perelló, que accedió al cargo en septiembre pasado tras el acuerdo entre el PSOE y el PP para desbloquear la renovación del órgano de gobierno de los jueces, que llevaba cinco años con el mandato prorrogado. Mejorar la paridad en la cúpula judicial era uno de los objetivos primordiales del renovado CGPJ, que en los más de 70 nombramientos discrecionales acordados por ahora ha conseguido elevar de 10 a 18 el número de magistradas del Tribunal Supremo (frente a 54 hombres), lo que ha propiciado que la presencia femenina en el alto tribunal alcance por primera vez el 25%.
El estudio presentado este lunes fue encargado por la Comisión de Igualdad del CGPJ a la Asociación de Mujeres del Sector Público para identificar los principales problemas que encuentran las juezas para presentarse a los procesos selectivos que dan acceso a los puestos más alto de la judicatura, cuyo nombramiento es discrecional por parte del órgano de gobierno de los jueces. El fruto de ese trabajo es el informe presentado este lunes, que incluye una encuesta que han contestado 354 juezas y magistradas de todas las categorías. La mayor parte de ellas (el 65%) coincide en que las principales barreras con las que topan las mujeres para presentarse a esos puestos son la sobrecarga de trabajo, tanto en el órgano en el que están ahora destinadas como la que supondría ser nombrada para ocupar un cargo, unido a las dificultades para conciliar la vida personal y la profesional.
No obstante, las encuestadas no comparten que el desequilibrio entre la presencia de hombres y de mujeres en la cúpula judicial se deba a que ellas renuncian a postularse. Según los datos de la encuesta, realizada en junio de 2024, casi una tercera parte de las juezas y magistradas no está “nada de acuerdo” con que las mujeres no deseen acceder a los altos cargos, y un 26,57% está poco de acuerdo con esta afirmación. En conjunto, más de la mitad (57,43%) no apoya esa tesis. El informe, que ha sido llevado a cabo entre diciembre de 2023 y septiembre de 2024, señala que no existen barreras de género en el sistema de acceso a la carrera Judicial, que las encuestadas perciben como justo, objetivo y libre de sesgos de género. La desigualdad la perciben una vez dentro de la carrera, donde el 74% de las encuestadas cree que no recibe el mismo trato que sus compañeros ni tiene las mismas oportunidades de desarrollo profesional. Seis de cada diez encuestadas opinan que la condición de mujer influye negativamente en las posibilidades de ocupar puestos de poder; y siete de cada diez (64,68%) perciben que, una vez logran acceder a esos puestos, las mujeres son más criticadas que los hombres.
Sistema de selección discriminatorio
La escasez de mujeres en los puestos más altos se debe, según la mayoría de las encuestadas, a que esas plazas no se asignan por criterios de mérito y capacidad, sino que pesan más las relaciones personales. Así lo cree el 97% de las juezas encuestadas, para quienes los nombramientos discrecionales dependen “mucho” o “bastante” de esas relaciones. Junto a la red de contactos, la pertenencia a una asociación es un factor influyente en el acceso a los cargos discrecionales para el 92,5 %, y para el 75,6%, lo es también la ideología. El porcentaje de las que cree que los méritos son un factor determinante desciende al 41,07% y baja hasta el 28,96 % el de las que opina que el peso de la decisión es la capacidad, una convicción que opera como desincentivo a la hora de presentar su candidatura, según el informe. El 72,3% de las juezas que contestaron a la encuesta cree que el sistema de selección para ocupar estos cargos resulta discriminatorio para las mujeres.
Si bien las encuestadas admiten que puede haber barreras internas, la mayoría considera que la principal razón por la que no se presentan a los procesos de selección es la configuración actual del sistema de acceso a esos cargos. Pesan de forma especial, pues lo citan más del 65%, la sobrecarga de trabajo en el puesto que desempeñan y la que supondría un cargo discrecional, así como las responsabilidades familiares. Algo más de la mitad considera que el enfoque de los órganos de poder y las tareas asociadas a este tipo de cargos también son un obstáculo.
La falta de confianza en sí mismas (síndrome de la impostora) no es una barrera para una amplia mayoría de magistradas y de juezas encuestadas, pues el 72,89% cree que tiene capacidad para ocupar un cargo discrecional. En las fechas de elaboración del estudio, el 64,36% de las juezas y magistradas estaban destinadas en un órgano unipersonal que, en opinión de las encuestadas, son los que reúnen, en general, las peores condiciones de trabajo y dan menos facilidades para conciliar la vida laboral y familiar. El 74,3% de las encuestadas son madres y, de éstas, casi la mitad (49%) tiene hijos menores de 12 años. Un tercio asume tareas de cuidado de mayores y solo el 14% realiza actividades compatibles con la carrera judicial que pueden ser útiles de cara a una futura promoción. En opinión de seis de cada diez encuestadas, las dificultades en la conciliación influyen totalmente (43,8%) o bastante (22,26%) en sus posibilidades de alcanzar puestos de responsabilidad. Para el 19,71% pesa poco y para el 14,23% restante, nada.
Motivaciones para presentar candidaturas
Según el estudio, lo que más motiva a juezas y magistradas a presentarse a cargos de nombramiento discrecional son su deseo de mejorar el sistema judicial (96,45%). El segundo factor es el aprendizaje (95%), que es el extremo más influyente y resulta totalmente motivador para el 45%. Les siguen el apoyo de los compañeros/as (92%), ser un referente para otras personas (89%) y las condiciones laborales y la retribución económica (86%). El factor menos motivador (41,67%) tiene que ver con las tareas de representación asociadas a estos puestos.
Con estos resultados, el 80% de las juezas y magistradas encuestadas cree que son necesarias medidas para fomentar la igualdad en el seno de la carrera judicial. Aquellas sobre las que prácticamente todas se muestran de acuerdo están relacionadas con la transparencia del proceso de selección y de los criterios evaluables (98,82%). Nueve de cada diez opina que deberían publicarse las puntuaciones asignadas a los méritos (95%) y establecer unos criterios más ligados al desempeño del puesto (95,59 %). También abogan por ampliar las medidas que favorezcan la conciliación (90,27 %). Por último, un 55% se muestra a favor de establecer un sistema de cuotas que permita la paridad, pero sólo el 24% sería partidarias de que a igualdad de méritos se nombrara a una mujer para alcanzarla.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
