Condenado a prisión permanente revisable y 25 años de cárcel el hombre que mató a su pareja y a la hija de esta en Valladolid

La Audiencia Provincial de Valladolid ha condenado a prisión permanente revisable y a 25 años de cárcel al hombre acusado de matar a su pareja y a la hija de esta, menor de edad, en Valladolid en enero de 2023. El juez ha considerado probado que el individuo se encontraba en plenas facultades mentales, en contra de lo alegado por la defensa del sujeto, cuando atacó con un cuchillo a su pareja sentimental y a la hija de ella, acuchilladas ambas, esta última cuando intentaba pedir ayuda a los servicios de Emergencias. La mujer tenía 45 años y la niña ocho. El juicio, celebrado hace unas semanas en Valladolid, llegó a ser interrumpido porque varios familiares de las víctimas se intentaron abalanzar sobre el entonces sospechoso mientras se presentaba ante el tribunal cómo el hombre acabó con sus vidas.

La sentencia llega después de un juicio transcurrido en diciembre con un jurado popular que emitió un veredicto de culpabilidad sobre la única persona responsabilizada del doble asesinato. El juez ha establecido una pena de prisión permanente revisable por el “asesinato con alevosía” de la menor de edad, con agravante de parentesco, y añade otros 25 años de cárcel por otro asesinato con alevosía y ensañamiento sobre su entonces pareja, con la agravante de parentesco y actuar “por razones de género”. El condenado apuñaló a las dos víctimas en varias ocasiones tras presentarse a medianoche en el domicilio que compartían el 23 de enero de 2023. El individuo reconoció los hechos, pero su estrategia procesal pasó por alegar que no se encontraba en plenas condiciones y que había bebido alcohol y consumido involuntariamente diversas sustancias que le habrían hecho perder la noción de la realidad. La investigación y la declaración de varios testigos que pasaron con él la tarde desmintieron esa versión, pues no se encontraron en su organismo restos de esos supuestos tóxicos ni sus allegados manifestaron que se encontrara en mal estado o fuera de su estado de consciencia.

El hombre atacó primero a la adulta con un cuchillo de cocina y después se abalanzó sobre la hija biológica de ella, fruto de una relación anterior, a la que mató cuando ella trataba de comunicarse por teléfono y pedir socorro. Después del crimen, advirtió de lo ocurrido por vía telefónica a unos familiares suyos, quienes por su parte alertaron a las autoridades, y se autoinfligió heridas leves que fueron descubiertas por los bomberos cuando acudieron al inmueble. Tuvieron que entrar por la ventana, donde descubrieron al acusado con esos cortes. La resolución judicial establece esas penas, reclamadas tanto por la Fiscalía como por las acusaciones particulares personadas en el caso, después de varias sesiones en la Audiencia donde una expareja del hombre declaró que tenía una personalidad “controladora” y de “mentiroso compulsivo”. El señalado trató de alegar que era una persona “antiviolencia” pero con problemas graves “con la cocaína y con el alcohol”, además de añadir de forma no probada que ese día, del que no recuerda nada, habría consumido sin ser consciente alguna sustancia extraña. El sujeto trató de disculparse ante el entorno de las víctimas: “Lamento mucho lo ocurrido. Tengo una gran tristeza y un profundo dolor en mi corazón”. La sentencia puede recurrirse ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León.