Montero convoca a los socialistas a “recuperar la confianza de los andaluces” con un proyecto de izquierdas
La vicepresidenta primera, proclamada secretaria general del PSOE andaluz tras la retirada de Hierro
La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero (Sevilla, 58 años), ha sido proclamada esta tarde nueva secretaria general del PSOE de Andalucía en sustitución de Juan Espadas, una vez que se han verificado los avales presentados. Montero no ha tenido que someterse al proceso de elecciones primarias, ya que una hora antes del fin de plazo de recogida de las firmas el otro precandidato, el catedrático Luis Ángel Hierro, se ha retirado al no contar con los apoyos requeridos, como anunció el día anterior.
Las primeras palabras de Montero tras ser designada las ha hecho a través de un vídeo grabado en Málaga emitido en sus redes sociales. Este domingo tiene previsto dar una rueda de prensa en la sede regional de San Vicente. Montero ha considerado “un orgullo y un honor” ser secretaria general socialista antes de dar las gracias a los que la han avalado. “Ahora tenemos un único objetivo común: recuperar la confianza de los andaluces, ser capaces de tener un proyecto valiente, de izquierdas, ilusionante, que permita que todos los sectores se sumen a esta apuesta por Andalucía”.
La dirigente socialista ha asegurado que Andalucía “necesita un Partido Socialista unido, fuerte, capaz de articular ideas y capaz de recuperar el proyecto de autogobierno que los andaluces necesitamos para progresar”. Según ella, la comunidad necesita de un proyecto político que se “preocupe y ocupe de los ciudadanos” en materia de vivienda, sanidad, cultura o la industrialización “para que ningún joven tenga que marcharse para sacar una oportunidad de vida en otras partes de España”. Como está haciendo en sus actos internos, la secretaria general ha pedido a los suyos “orgullo, energía y cabeza bien alta” para esta nueva etapa. “Te necesitamos y Andalucía nos necesita”, ha apelado al final.
Montero ha presentado, según fuentes socialistas, más avales de los necesarios, aunque el máximo requerido era del 15% del censo (6.183) y el mínimo del 12% (4.947). Un total de 11 personas han verificado desde el mediodía el cumplimiento de los requisitos. La Comisión de Ética, presidida por el veterano dirigente socialista sevillano, José Caballos, la ha refrendado como nueva líder de la mayor federación del PSOE.
En su acto de renuncia, Hierro ha destacado que Montero es el “principal y mejor activo” de los socialistas para enfrentarse en las próximas elecciones andaluzas, previstas a mediados de 2026, al presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno. El catedrático de Economía Pública ha pedido a la nueva secretaria general la “integración” de su grupo en la futura ejecutiva del PSOE andaluz y ha afirmado que el “objetivo prioritario” que se marcó al presentar su candidatura fue la de evitar que Juan Espadas volviera a presentarse.
Hierro ha dicho que ha logrado recabar 2.932 avales, lejos de los 4.947 exigidos como mínimo. Este dato es de imposible verificación. Según fuentes socialistas, los votos telemáticos a favor de Hierro han sido 494.
Montero va a compaginar sus responsabilidades en el Gobierno que preside Pedro Sánchez con la secretaría general del PSOE andaluz, una federación que atraviesa por unos de sus peores momentos. La ministra de Hacienda era la única candidata que garantizaba la unidad interna y además, como se ha podido comprobar, evitaba las elecciones primarias. Creen los dirigentes socialistas que con Montero el PSOE manda el mensaje al electorado de que apuestan por lo mejor que tienen y que salen a competir en las próximas elecciones autonómicas. Desde que presentó su candidatura, todos los mensajes de Montero se dirigen a hacer creer a su partido que es posible ganar a Juan Manuel Moreno, que gobierna con una sólida mayoría absoluta. Ninguna encuesta conocida pronostica que esta situación vaya a cambiar. Moreno no sufre un desgaste significativo, por lo que la alternativa socialista por ahora no se abre paso.
Para muchos dirigentes socialistas la prioridad ahora pasa por poner a punto al partido en la comunidad más poblada de España, donde el PSOE era una máquina electoral casi perfecta hasta que fue perdiendo paulatinamente todos sus superpoderes. El PSOE llegó a tener en Andalucía el apoyo de 2,2 millones de votos en 2004 (el 50,3%). A partir de esa fecha fue bajando hasta llegar a su punto más bajo en 2022, cuando sumó 888.325 papeletas (24,1%).
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