El Gobierno emplaza a los partidos a la próxima semana tras el plantón de Junts y PNV a la mesa para negociar el impuesto energético

Sumar, Podemos y los nacionalistas de ERC, EH Bildu y BNG se han quedado solos este miércoles con Hacienda para negociar la continuidad del impuesto a los beneficios extraordinarios de las energéticas. PNV y Junts, cuyos votos son necesarios para que la iniciativa salga adelante, han dado finalmente plantón a la convocatoria del departamento de María Jesús Montero, abocando al fracaso un pacto que ya era extremadamente complejo hace semanas. El problema está en el origen, cuando para aprobar el paquete fiscal el mes pasado, el PSOE acordó con estos dos partidos la eliminación del tributo, mientras se comprometía a lo contrario con el bloque de izquierdas. Fuentes presentes en la reunión han trasladado que los partidos se han emplazado a intentar una nueva cita el miércoles de la próxima semana, coincidiendo con el último pleno del período de sesiones, a la que sí acudan PNV y Junts para intentar “acercar posturas”. De no ser posible el consenso, tal y como se comprometió el Gobierno, se aprobaría una prórroga del impuesto de un año mediante real decreto, aunque este debe ser convalidado en el plazo de un mes en el Congreso o, de lo contrario, decaería.

Podemos, que para dar su apoyo a la reforma había arrancado la promesa de debatir la creación del gravamen en una mesa con todas las formaciones presentes, había sido muy duro públicamente por la mañana con el Gobierno, advirtiendo de que no hablarán de los Presupuestos Generales del Estado si el Ejecutivo no cumple su parte, una premisa que han reiterado tras la reunión. El partido denuncia que la ausencia de las dos formaciones este miércoles “revela la falta de compromiso” con el tributo del Ejecutivo, que había asegurado que los atraería a la mesa.

Fuentes de Hacienda han señalado esta tarde que el Gobierno cree que es “posible sacar adelante un impuesto energético que permita que las empresas de este sector contribuyan en mayor medida al Estado del bienestar y que, al mismo tiempo, se contemplen deducciones e incentivos para fomentar la descarbonización y la inversión en electrificación”. Con todo, las mismas fuentes reconocen que se trata de un objetivo “complejo” porque la realidad es que actualmente “las posiciones están muy alejadas”. “Sin embargo, hay que dar una oportunidad al diálogo y evitar generar mayor crispación”, puntualizan. “Creemos que en un clima de discreción y diálogo será más factible que los grupos parlamentarios renuncien a posiciones maximalistas, acerquen posturas y se alcance un acuerdo que sea positivo para el conjunto de la ciudadanía”, afirman antes de reafirmar que el Gobierno “va a cumplir sus compromisos”.

El portavoz del PNV, Aitor Esteban, que ya había anunciado el martes que no acudiría a la reunión, justificaba por la mañana su decisión en que era “poco serio” sentar a siete partidos a debatir una cuestión técnica. “Hacer un paripé que necesita algún partido, léase Podemos sobre todo, pero también algún otro, en eso no vamos a participar”, apuntó.

Horas antes de que los grupos se sentaran con Hacienda en el Congreso, Ione Belarra cargaba contra PNV y Junts. “Esto solo demuestra que el CEO de Repsol no deja al PNV asistir a la reunión y revela que hay dos partidos que son los cachorritos de Repsol, que son el PNV y Junts. Ellos tienen que explicar a los ciudadanos por qué defiende los intereses de Josu Jon Imaz”, ha denunciado la líder de Podemos. Fuentes del partido añadían entonces que todavía confiaban en que el Gobierno “cumpliese su palabra” y convenciese a los nacionalistas vascos de acudir a este primer encuentro. Las mismas fuentes creen que el PNV está sobreactuando para que no sean ellos los que se apunten el tanto en la negociación y que en realidad sí aceptarían el impuesto.

El ministerio ha enviado a negociar a su secretario de Estado, Jesús Gascón, y por parte del PSOE también ha estado presente la portavoz de la Comisión de Hacienda, Patricia Blanquer. La reunión se ha celebrado en un clima de “buen ambiente”, aseguran fuentes presentes, ya que todos los partidos coinciden en la necesidad de mantener el gravamen.

El último rifirrafe, eso sí, dificulta aún más las conversaciones para los PGE. Después de que la portavoz de Junts, Míriam Nogueras, dijese a primera hora en RNE que no se va a llegar a abrir la “carpeta de Presupuestos” y amenazase con ni siquiera sentarse a hablar, Belarra ha añadido que tampoco ellos creen que “se dan las condiciones” para negociar las Cuentas.