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La Crónica
Crónica
Texto informativo con interpretación

Illa se centrará en garantizar la solidaridad de Cataluña con el resto de autonomías

El ‘president’ visitará a su homólogos durante los próximos meses. Cataluña volverá a estar en todos los órganos de representación del Estado una década después

Illa, este domingo en Gavà en la fiesta de la Rosa del PSC.
Illa, este domingo en Gavà en la fiesta de la Rosa del PSC.Massimiliano Minocri
Anabel Díez

Cataluña, al menos desde su gobierno, hará todo lo posible para hacerse querer por los españoles del resto de España que piensen que, si esta comunidad alcanza un sistema de financiación propio, será en detrimento del resto de autonomías. El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ayudará al presidente del Gobierno central, Pedro Sánchez, en su campaña para convencer de que el eventual reconocimiento financiero de “la singularidad para Cataluña” irá en paralelo a extraordinarios aportes a todas y cada una de las otras catorce comunidades autónomas de régimen común. “A solidaridad no nos va a ganar nadie”, aseguró este domingo el president en la Fiesta de la Rosa de su partido, el PSC, en la localidad barcelonesa de Gavà.

Documentos, cifras, números... Eso es lo que no hay de momento. En los preparativos de la conferencia de presidentes que se celebrará en octubre en Cantabria, sin fecha fijada aún, no hay duda de que se incluirá la financiación autonómica como exigen los presidentes del PP, y no será solo una conferencia monográfica sobre vivienda como pretendía el Gobierno central.

No será fácil cumplir el acuerdo del PSC con ERC de que Cataluña tenga su propio sistema de financiación y que no se rebele el PP y el presidente castellanomanchego, el socialista Emiliano García-Page. O que otros líderes territoriales socialistas no se inquieten extraordinariamente, como el presidente asturiano, Adrián Barbón. Por ello, Sánchez y su Ejecutivo, una coalición de socialistas y Sumar, no deberán estar solos en su difícil campaña de explicación y convencimiento. Ahí, el presidente Salvador Illa les ayudará en la tarea.

El gobernante catalán ofrece día a día muestras del significado que quiere dar a su proclama de “Cataluña ha vuelto”… a España. El pasado miércoles asistió a la celebración en Madrid de la Diada, día nacional de Cataluña, que sirvió de puesta de largo a la nueva delegada de la Generalitat, Nuria Marín, que sustituye al exdiputado de ERC, Joan Capdevila, presente en el acto para dar la bienvenida a su sucesora y saludar al president de la Generalitat. Capdevila, como antes Esther Capella, exparlamentaria y exconsellera del Govern de Pere Aragonès, han mantenido una relación correcta con el Gobierno central. Pero la presencia de Illa en esta Diada en Madrid, con el PSC en el Govern, puso de manifiesto cambios sustanciales, no solo en las formas —con la presencia de siete ministros del Ejecutivo central y una nutrida representación del cuerpo diplomático acreditado en España—.

Desde la tribuna, el presidente catalán —quien fuera ministro de Sanidad de Pedro Sánchez durante la pandemia del coronavirus— anunció su decisión de desplazarse por España para entrevistarse con los presidentes autonómicos —la mayoría del PP— y “comprometerse” e “implicarse” con la gobernabilidad de España. “Cataluña ha vuelto para ayudar a mejorar España”. Esta declaración de intenciones la reiteró este domingo en la Fiesta de la Rosa de los socialistas catalanes. Con el PSC, dijo, “Cataluña estará en la primera línea de la solidaridad”. De esto se trata. Si Cataluña tiene su propia financiación, su aportación al fondo de solidaridad ya no la decidirá el Estado sino la propia Generalitat. Pero, según insisten fuentes del Gobierno de Sánchez, ninguna comunidad perderá sino que, gracias a los fondos europeos y a la importante recaudación del Estado por la actividad económica, habrá recursos para todas y en una proporción inédita hasta ahora. De todo ello se hablará en la conferencia de presidentes en la que estará Salvador Illa, al igual que todos los consejeros catalanes estarán presentes en todos los órganos de representación autonómica del Estado. No es así desde hace diez años.

Por su parte, el frente del PP por la negociación especial con Cataluña es muy potente, aunque cada comunidad apuesta por sus necesidades, y todas están dispuestas a dialogar con Pedro Sánchez, a excepción de Madrid.

El otro frente, no menos pétreo, es el de Junts, sin restar importancia a lo que pueda ocurrir en ERC. Ninguna de las candidaturas para el liderazgo de Esquerra hacen bandera de acabar con el Gobierno que preside Pedro Sánchez. Tampoco lo contrario. Pero a lo primero se aferran en el Ejecutivo central para darse un cierto margen de confianza hasta que los republicanos celebren su congreso el próximo 30 de noviembre, en coincidencia con el de los socialistas.

Los análisis gubernamentales sobre Junts per Catalunya son de distinta índole. Carles Puigdemont no ha podido acogerse hasta ahora a la amnistía, ya que el Tribunal Supremo ha rechazado aplicársela; y en Cataluña gobierna el socialista Salvador Illa. Distintos interlocutores de partidos catalanes coinciden en que esas dos circunstancias desincentivan por completo a Puigdemont a autorizar que los siete diputados de Junts se sumen al bloque gubernamental, sin importar qué se vota y a qué sectores sociales se perjudica.

Pase lo que pase en Madrid, Illa ha emprendido lo que denomina “la revolución de la normalidad”. En ella entra su visita a la Zarzuela el miércoles como presidente de la Generalitat para mostrar su respeto al jefe del Estado, Felipe VI. Las generosas sonrisas de ambos quedaron grabadas.

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).
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