Feijóo defiende que la política migratoria de Italia “funciona”, pero evita comentar las medidas concretas de Meloni
“Yo no vengo aquí a hablar sobre cuestiones que no corresponden a mi país”, afirma el líder del PP sobre el plan del Gobierno ultra para organizar deportaciones a Albania
Alberto Núñez Feijoo alaba la política de inmigración de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni —con quien se ha entrevistado este jueves en Roma—, pero prefiere no entrar en detalles. El líder del PP se fija solo en el resultado ―las llegadas irregulares en Italia se han reducido en lo que va de año un 60%, y en España han aumentado en idéntica proporción―, sin comentar sus métodos. Si se baja al terreno de las políticas concretas, ni elogia ni critica. “La política migratoria en Italia funciona; en mi país, no”, ha zanjado Feijóo, pero ha evitado calificar medidas específicas del Ejecutivo ultra como la deportación de migrantes a centros de internamiento en Albania.
La política del Gobierno de ultraderecha italiano se basa en acuerdos de financiación con dos países no seguros acusados de violaciones de derechos humanos, Libia y Túnez, para que frenen a los migrantes y que estos no zarpen rumbo a Italia. También se apoya en el acoso a las ONG que salvan migrantes en el Mediterráneo. Y lo siguiente es la próxima apertura de dos centros de internamiento en Albania para enviar a los migrantes rescatados en el mar. Preguntado sobre este punto concreto en rueda de prensa, Feijóo no ha querido contestar: “Yo no vengo aquí a hablar sobre cuestiones que no corresponden a mi país, ni a España ni a mi esfera política de responsabilidad, y por consiguiente permítame que sea respetuoso con cuestiones que no dependen de mí y que por tanto no haga comentarios al respecto”, ha dicho.
El líder del PP tampoco ha respondido una segunda pregunta explícita acerca de si aplicaría en España la fórmula de las deportaciones a un tercer país en caso de llegar al poder, ni qué le parece la petición de seis años de cárcel que afronta el vicepresidente del Gobierno italiano, Matteo Salvini, por impedir en 2019 el desembarco de 147 inmigrantes que habían sido rescatados por el barco español Open Arms. Feijóo se ha ceñido al aspecto puramente pragmático: “Italia ha trabajado y ha tenido buenos resultados, y España no ha trabajado y hoy es el país con mayor presión migratoria irregular de la UE”. En realidad, y aunque el porcentaje de llegadas ha descendido, Italia sigue siendo el país que recibe más inmigrantes en el Mediterráneo: 44.957 en lo que va de año, frente a los 37.419 que han llegado a España, según los datos de la Organización Internacional para las Migraciones.
El líder del PP se reunió con Meloni durante 45 minutos, según fuentes del partido conservador, pero luego no hubo comparecencia conjunta. Visualmente, la visita fue algo opaca ―a primera hora de la tarde aún no había imágenes y estas no llegaron hasta que las remitió el Gobierno italiano― y no aparecía en la agenda de la primera ministra. Quien acompañó a Feijóo a atender a los medios a la asociación de la prensa extranjera fue el vicepresidente del Ejecutivo y ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani, de Forza Italia, que es de su misma familia política, el Partido Popular Europeo (PPE). Tajani explicó que Feijóo ha ido a Italia, en realidad, invitado por su formación, y por la mañana tuvo un encuentro con los jóvenes del partido. El interlocutor político natural de Meloni en España ha sido siempre Santiago Abascal, líder de Vox, e incluso ha participado en sus campañas electorales. No obstante, la formación ultra española ha abandonado este verano el grupo del Parlamento Europeo en el que está Meloni para irse al del líder húngaro, Viktor Orbán, y las relaciones se han visto afectadas.
Feijóo quiso casi despolitizar la cuestión de la inmigración y recordó que el primer ministro británico, el laborista Keir Starmer, también visitó a Meloni el lunes, interesado por el modelo de Italia. De modo que, argumentó el dirigente del PP, es un tema que debe afrontarse “sin etiquetas ideológicas y sin excusas”: “En mi opinión, la lucha contra la inmigración irregular no es un asunto ideológico, es un asunto de Estado. La principal diferencia no es entre partidos, sino entre políticos que cumplen sus obligaciones y son responsables y políticos irresponsables, que le echan siempre la culpa a los demás de lo que ocurre en su país”, ha zanjado. Desde Génova afirman que Feijóo piensa seguir con su gira internacional y que incluso estaría cómodo viéndose con Starmer y el canciller alemán Olaf Scholz, también socialdemócrata, informa Virginia Martínez.
En resumen, y fue la máxima concreción a la que llegó para definir su modelo para contrarrestar la inmigración irregular, Feijóo defiende “una política que se base en la combinación de la firmeza, la legalidad, la humanidad y la unidad en Europa”. El viaje a Roma del dirigente popular sigue al que realizó la semana pasada a Grecia, también con la inmigración en la agenda. Allí se reunió con el primer ministro y presidente de Nueva Democracia, Kyriákos Mitsotakis, también del PPE.
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