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Litros de cerveza y de ‘kalimotxo’ libres de impuestos en las fiestas de Vitoria

Los responsables de las casetas de la capital vasca se declaran insumisos y rechazan la obligación legal de implantar un control fiscal de sus facturas como hacen el resto de negocios hosteleros

Mikel Ormazabal
Cientos de personas llenan la zona de 'txosnas' durante la Aste Nagusia de Bilbao, en una imagen de archivo.
Cientos de personas llenan la zona de 'txosnas' durante la Aste Nagusia de Bilbao, en una imagen de archivo.FERNANDO DOMINGO-ALDAMA

Litros y litros de cerveza y de kalimotxo libres de impuestos en las fiestas de Vitoria. La comisión de txosnas (casetas festivas autogestionadas) de la capital alavesa ha declarado la guerra al fisco. No van a implantar el sistema de control fiscal en tiempo real TicketBAI que rige para la hostelería y están aplicando desde hace dos años 300.000 empresas y autónomos del territorio. Es un sistema contra el fraude fiscal que obliga a todas las actividades económicas a registrar sus ventas y emitir un recibo. La Diputación alavesa ha exigido a las txosnas que pasen por caja, pero los promotores de estos puestos se han declarado insumisos: “Debemos estar exentos. Nuestra actividad es sin ánimo de lucro y tiene traducción social”, ha asegurado la comisión de las txosnas en un comunicado. Los hosteleros alaveses no admiten que haya un doble rasero: “O jugamos todos o pinchamos el balón”, declara a este diario la vicepresidenta de la patronal SEA, Elena Martín.

El comité que coordina los actos organizados por las txosnas en las fiestas de la Virgen Blanca, entre el 4 y el 9 de agosto, amenazó a mediados de julio con no instalar su recinto festivo si la Diputación les exigía expedir facturas por cada venta. La Diputación les hizo saber que no podían pasar por alto la normativa que rige para todos los establecimientos de hostelería. “No es una cuestión de voluntad”, advirtió la máxima autoridad de Álava, el diputado general Ramiro González (PNV). “Estamos obligados por ley” a exigir el TicektBAI, dijo. La comisión de txosnas, después de lanzar su órdago, pidió una reunión para tratar de llegar a un acuerdo con la hacienda foral, sin conseguirlo. Finalmente han decidido seguir adelante con su plan festivo y montarán las casetas, donde se servirán consumiciones sin someterlas al control tributario.

El Ayuntamiento de Vitoria ha presupuestado algo más de un millón de euros para las fiestas del verano. El año pasado, según fuentes municipales, se contabilizaron 110.000 personas en los actos programados durante la Virgen Blanca. Muchos se concentran en el recinto de las txosnas: “Organizamos unas fiestas populares y autogestionadas, participativas y abiertas a todo el público. Aquí hay personas que no ganan dinero, todo el trabajo que hacemos es voluntario. Por eso, no entendemos la equiparación con la empresa privada a la hora de exigir el TicketBAI”, aseguran los organizadores en la citada nota informativa.

Este razonamiento no convence a la asociación hostelera: “No pueden considerarse independientes y al margen del resto, porque están ofreciendo el mismo servicio. El control de la fiscalidad que ejerce la Diputación sobre los negocios de hostelería debería ser común en todo el territorio, sin excepciones, salvo las que establece la ley”. La institución foral admite salvedades para aquellas organizaciones gestionadas por administraciones públicas, asociaciones no lucrativas o aquellas que tengan su domicilio fiscal fuera de Álava. González indicó que las txosnas que cumplan alguno de estos requisitos quedarían liberadas de sumarse al TicketBAI. La comisión de festejos populares aduce que acumulan “43 años de experiencia” ofreciendo una “oferta cultural” con “decenas de conciertos” musicales que transforman una campa pública de la Universidad del País Vasco (UPV) en “un espacio alternativo, feminista y euskaldun”.

“Nadie nos ha pedido nuestra opinión sobre el sistema TicketBAI; se cumple y punto”, dice la representante de la patronal hostelera. Martín añade por teléfono: “Hay una obligación legal y no queda otro remedio que acatarla. ¿Por qué ellos son diferentes?”. La Diputación alavesa ha tratado de convencer sin éxito a los responsables de la comisión, a los que ha informado de que el control fiscal que se les exige está presente en los locales de hostelería de la ciudad durante las fiestas y se cumple “habitualmente” en los mercados ambulantes que se celebran en los pueblos de la provincia.

El ultimátum de las txosnas está sobre la mesa. Han anunciado que van a seguir adelante con su plan, sin dar recibos en sus casetas cuando sirvan las bebidas, y han llamado a la movilización popular en un acto que está previsto el 3 de agosto, víspera del arranque festivo con la tradicional y multitudinaria bajada de Celedón. Lo que pretenden, según los hosteleros, es una suerte de pase foral (“Se obedece pero no se cumple”), un tratamiento excepcional que les exima del cumplimiento de una normativa fiscal que incumbe a todos los negocios de la hostelería, sean estos permanentes u ocasionales.

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La polémica se puede repetir en las otras dos capitales vascas. San Sebastián toma el relevo festivo de Vitoria del 10 al 17 de agosto, y a continuación llegará la Aste Nagusia de Bilbao, entre el 17 y el 25 de ese mes. La Asociación de Hostelería de Gipuzkoa ya protestó enérgicamente el año pasado por el “incumplimiento” fiscal de las txosnas en esta ciudad durante la Semana Grande donostiarra: “La actuación inspectora de la hacienda guipuzcoana brilla por su ausencia”, dijo su secretario general, Kino Martínez, en una comparecencia reciente en las Juntas Generales (Parlamento provincial). Y reclamó “un mayor control en la implementación del sistema TicketBAI en los establecimientos de hostelería temporal, que suponen una competencia desleal cada vez más importante”. En conversación telefónica con este diario, fuentes de los hosteleros guipuzcoanos lanzan la siguiente reflexión y una pregunta: “Los organizadores de txosnas van de internacionalistas, solidarios, socialistas. Pues han de saber que con ese dinero que ellos se niegan a dar a Hacienda se paga la educación gratuita, la sanidad universal, la renta de garantía de ingresos… ¿Dónde está ese socialismo que pregonan cuando a la hora de pasar por taquilla se echan para atrás?”.

En Bilbao, la tesitura es algo diferente porque la obligación de incorporarse al sistema Batuz (así se denomina en Bizkaia la aplicación tributaria TicketBAI) no llegará hasta 2026, aunque la hacienda foral ya ha pedido a las comparsas que colaboren con su puesta en marcha. Este colectivo ya ha anunciado que no están por la labor de pasar por el aro fiscal porque supondría “acabar con el modelo festivo de las txosnas regentadas por el esfuerzo popular”. En Bilbao están muy arraigadas estas casetas festivas, son uno de los pulmones animadores de la Aste Nagusia (en 2023 recibieron autorización municipal un total de 37 puestos), pues congregan a centenares de miles de personas durante la semana festiva: “La normalización fiscal y el trabajo contra el fraude, algo entendido por la mayoría, no deberían derivar en una excusa para acabar con el modelo festivo de las txosnas”, anunciaron los representantes de las comparsas en una comparecencia pública a finales de mayo pasado, cuando el fantasma del control fiscal se cernía sobre su actividad en Bilbao.

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Sobre la firma

Mikel Ormazabal
Corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco, tarea que viene desempeñando durante los últimos 25 años. Se ocupa de la información sobre la actualidad política, económica y cultural vasca. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra en 1988. Comenzó su carrera profesional en Radiocadena Española y el diario Deia. Vive en San Sebastián.
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