Cantabria se queda sin trenes internos ni con el centro de España por obras de Adif
Los trabajos en la infraestructura ferroviaria conllevan cortes y el uso de alternativas por carretera
Las obras de Adif en la conexión ferroviaria entre Cantabria y Palencia han provocado el corte del servicio de trenes desde la región hacia el centro de la Península durante el mes de agosto. Los trabajos impiden la normal circulación de los convoyes y han exigido la implantación de un sistema alternativo de comunicación por carretera para los usuarios afectados. Los trabajos implican tanto largas distancias hacia Palencia, Valladolid y Madrid como la red de Cercanías de Cantabria. Adif esgrime la complejidad de los trabajos, incluso destacando efectuarlos en solamente un mes, e incide en el menor perjuicio sobre el transporte de mercancías del puerto comercial de Santander. El Gobierno de Cantabria (PP) y colectivos como asociaciones de hosteleros han criticado la supresión de los trenes por los potenciales agravios sobre el turismo.
Las obras en ejecución consisten en el desarrollo simultáneo de la línea de alta velocidad entre Palencia y Aguilar de Campoo (Palencia), en un nuevo tramo de AVE en dirección al norte, y en la duplicación de la vía convencional entre Santander y Torrelavega (Cantabria). La empresa pública de administración ferroviaria ha detallado que la interrupción afectará a la línea vertical entre Cantabria y Castilla y León en lo que supone supera “un nuevo reto técnico y de planificación con la realización de actuaciones de gran envergadura y complejidad técnica de ambos proyectos al mismo tiempo y en un solo mes”. Asimismo, destacan que la decisión de intervenir en agosto responde a la menor actividad del puerto de Santander, eje económico de la región en sus comunicaciones comerciales con el resto de España. Portavoces de Renfe insisten en que la movilidad queda “garantizada” mediante los autobuses desplegados, a precios fijos, y se preguntan “¿Cuándo no fastidia una obra? Si no es por el turismo es por el comercio, las mercancías o los viajes de negocios”. El consejero regional de Fomento, Roberto Media (PP), ha reclamado “lealtad institucional” al Gobierno central por considerar que no fueron avisados con margen suficiente para adaptarse y trabajar a la par ante una cuestión “gravísima”. Además, Media ha catalogado de “improvisación total” la disposición de la alternativa por carretera. El presidente de la Asociación de Hostelería de Cantabria, Eduardo Lamadrid, asume que “la obra es necesaria para el futuro de la región pero el momento es cuando más perjudica a los intereses turísticos, el transporte ferroviario es básico para los turistas que quieren visitar Cantabria”. “Falta información para esa gente, que se encuentra el problema, teóricamente las obras empezaban el 1 de agosto y el 31 de julio ya hubo trasbordos en Palencia en autobuses, tendrían que haber actuado de otra manera para mitigar los efectos en el turismo cántabro”, indica Lamadrid por sus efectos en la “cantidad y calidad” para los visitantes.
Adif ha lanzado un comunicado donde precisa una inversión de 138 millones de euros en mejorar la red de Cercanías cántabra, con Santander y Torrelavega como puntales en la comunicación ferroviaria. La entidad incide en la complejidad orográfica de las actuaciones, que se ven complicadas por las características de los terrenos donde se interviene, “un nuevo reto de ingeniería”. La compañía pública también ha recordado que el Ejecutivo prevé un desembolso total de 1.700 millones de euros “, para promover la movilidad y las comunicaciones en alta velocidad de Santander con el centro y el resto del país, reforzando la fiabilidad y capacidad de la infraestructura y reduciendo los tiempos de viaje”, labores ahora mismo en desarrollo y que también afectan a algunos tramos de la carretera entre el centro de España y Cantabria, particularmente entre Palencia y la cornisa cantábrica. Parte de los fondos empleados para este desarrollo ferroviario proceden de financiación europea. El sistema alternativo implica la disposición de 1.550 autobuses para suplir la carencia en Cercanía, otros 275 para la Media Distancia y 708 más para la larga distancia, dirección Valladolid o Palencia. Los billetes tendrán un precio fijo durante el tiempo donde sean necesarios.
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