Bolaños denuncia una “persecución cruel e inhumana” contra la esposa del presidente

El ministro de Justicia, Félix Bolaños, ha hecho este viernes una defensa cerrada del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y de su esposa al tachar la causa judicial contra Begoña Gómez de “persecución política cruel e inhumana”. Y ha considerado que esa causa es sólo el último episodio de una campaña dirigida contra el líder socialista desde hace una década. Esta misma mañana, Gómez se ha acogido a su derecho a no declarar en la comparecencia ante el juez Juan Carlos Peinado, que la investiga desde el pasado mes abril por presuntos delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios. El ministro de Transportes, Óscar Puente, ha opinado que la decisión de Gómez ha sido la mejor posible ante lo que ha tildado de “circo”.

“Hoy hemos vivido un capítulo más en la persecución cruel, terrible que está sufriendo el presidente del Gobierno y su familia [...]. Es una persecución indudable, injustificada, inhumana”, ha dicho Bolaños, que ha cargado con dureza contra el PP y Vox, a los que ha acusado de haber “renunciado” a hacer “oposición política” al Gobierno y centrarse en “ensuciar el buen nombre de personas honestas”. Fuentes del entorno del ministro han remarcado después que se refería a una persecución “política” contra el presidente.

“Saben que no tienen un proyecto político para nuestro país y que nuestro Gobierno lo que hace son políticas sociales que son indiscutibles”, ha sacado pecho el también titular de la Presidencia, que el próximo lunes dará inicio, junto al responsable de Cultura, Ernest Urtasun (Sumar), a una ronda de contactos con los grupos parlamentarios para intentar armar el plan de regeneración democrática que prometió Sánchez.

Para el ministro, la causa que instruye el juez Peinado no es más que una “persecución” contra Sánchez que se remonta muy atrás, cuando hace una década este accedió a la secretaría general del PSOE, pero que, en su opinión, “se ha acusado más” en los últimos seis años, desde que es presidente del Gobierno. “Es una persecución que no tiene ningún límite y [en la] que no solo atacan al presidente del Gobierno por serlo, sino que atacan de la manera más sucia posible a las personas más cercanas. Y creo que esta es la idea fundamental que subyace”, ha incidido.

Según Bolaños, se trata de un proceso judicial “plagado de mentiras, de insignificancias, donde todos los informes y todas las declaraciones acreditan que no hay nada”. Por ello, se ha mostrado confiado en que “la verdad ganará, la justicia prevalecerá y la causa se archivará”, aunque se ha preguntado quién “reparará el buen nombre” de Begoña Gómez cuando eso suceda. “¿Lo va a reparar el señor Feijóo, el PP, sus marcas blancas que son organizaciones ultraderechistas que están personadas en las causas?”.

El ministro de Justicia ha asegurado que la esposa del presidente no sabe “ni siquiera qué se le está imputando” o “sobre qué tendría que declarar”, y ha subrayado de nuevo que el anuncio de Vox, que ha dicho que pedirá al juez que llame a Sánchez a declarar como testigo, pone “claramente” sobre la mesa que se trata de una “persecución” contra él y su entorno. “Desde el punto de vista procesal, esa petición es absurda, es ridícula, como tantas cosas que estamos viendo”, ha zanjado Bolaños.

También el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible ha considerado esta mañana “absolutamente razonable y normal” que Begoña Gómez se haya acogido a su derecho a no declarar, y ha añadido que “es la mejor actitud posible”. ”La declaración para lo único que hubiera podido servir es para alimentar un circo al que alguien desde las instancias judiciales pondrá fin en algún momento. No se puede seguir con una causa abierta en la que no hay pruebas ni indiciarias que incriminen a una persona y buscando en su vida a ver si encuentran algunas”, ha afirmado, en declaraciones recogidas por Efe.

También el ministro de Industria y Comercio, Jordi Hereu, ha considerado que Gómez “hace bien” en no declarar ”para no dar juego” a un proceso, afirma, “instado por organizaciones de ultraderecha” y “basado en pruebas falsas”.