El PP acusa a Sánchez de “tapar la corrupción” tras publicarse que Ábalos alquiló un chalé de lujo a la trama Koldo
El exministro pidió a su asesor que le buscara residencia pero asegura que el contrato fue legal. El PSOE responde que ya tomó medidas contra el exministro
El PP ha culpado este lunes al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de conocer y haber tapado la presunta corrupción que salpica al exministro de Transportes José Luis Ábalos, tras las publicaciones este domingo de que el también ex secretario organización socialista alquiló un chalé de lujo a una empresa conectada con el supuesto comisionista Víctor de Aldama, vinculado a la trama Koldo, y que no pagó ninguna mensualidad salvo la primera. Ábalos señala que en efecto alquiló la vivienda, ubicada en el Campo de Gibraltar, pero que ignoraba a quién pertenecía y que el contrato fue legal.
“Ya nadie puede creerse que Sánchez no conocía toda la corrupción que rodea a su Gobierno. Lo sabía y lo tapó”, ha señalado en la red social X el portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, mientras que el dirigente del PP Elías Bendodo ha apuntado que “el chalé de Ábalos gratis total es un capítulo vergonzante de #LaTrama”. Este domingo, el diario El Mundo publicó que una empresa que pagó a la trama de Koldo García, asesor de Ábalos, compró una vivienda en La Línea de la Concepción (Cádiz) que ocupó como inquilino el exministro durante al menos medio mes sin que este desembolsara dinero, salvo el de la fianza y la primera mensualidad. Ábalos la rentó a la empersa Have Got Time, conectada con De Aldama, en julio de 2021, dos semanas antes de ser cesado como ministro.
El portavoz del PP, Borja Sémper, ha destacado en rueda de prensa la conexión entre el “casoplón” de Ábalos y De Aldama. “Lo dijimos hace unas semanas, cuando llegue el momento y conozcamos la información del volcado de los 23 teléfonos que Koldo tenía en su domicilio, preguntaremos e insistiremos a Sánchez (...) cuando tenga que declarar en la comisión de investigación en el Senado, donde no podrá desviar la atención y callar”, ha destacado Sémper.
Tras las palabras de los populares, el PSOE ha defendido que ya tomó medidas contra el exministro y exsecretario de Organización al ser cuestionados sobre las recientes informaciones y subrayan que actualmente no tiene ningún cargo orgánico ni institucional en el partido. La portavoz socialista, Esther Peña, ha evitado hacer una valoración al respecto al señalar que se trata de “una situación concreta que afecta a un ciudadano en particular”, según ha indicado en una rueda de prensa desde la sede federal del PSOE. “El Partido Socialista tomó medidas de manera inmediata, por lo que entendimos que era una responsabilidad política”, ha señalado Peña, después de que la dirección del partido le exigiese que entregase su acta de diputado y, tras negarse, le suspendiese cautelarmente de militancia.
El exministro sostiene, en conversación con EL PAÍS, que no hay nada extraño y mucho menos ilegal en el alquiler de la vivienda. Ábalos asegura que pensó en una segunda residencia sobre todo para el verano para su familia y que por eso le pidió a su asesor Koldo García que le buscara una chalé en esa zona. Insiste en que no sabía a quién pertenecía, ni si tenía alguna relación con Dde Aldama, y que se limitó a formalizar un contrato que incluía un pago de dos meses por adelantado a modo de fianza y un mes de alquiler a precio de mercado, sin ningún favor.
El exsecretario de organización socialista arguye que el chalé apenas se usó en los cinco meses que estuvo alquilado, porque le resultó ser mucho peor de lo que esperaba y porque estaba ubicado en una zona muy alejada de la playa. Además, 10 días después de alquilarlo, cuando Ábalos fue destituido como ministro y comenzó también su proceso de divorcio, su situación económica cambió de manera radical: tuvo que dejar el piso del ministerio, en el que vivía, y buscar un alquiler para él en Madrid, su familia se dividió y como el chalé no era lo que les habían prometido, así que dejó de pagarlo. En su relato de los hechos, Ábalos apunta que la empresa le mandó un burofax, algo que según el exministro demuestra que no hubo ningún trato de favor y, finalmente, después de una discusión, se pusieron de acuerdo en que no pagaría nada más que los tres meses que ya había abonado y que se cancelaría el contrato.
Algún tiempo después, la Agencia Tributaria, que mantiene un proceso abierto contra la empresa propietaria del chalé, le preguntó a Ábalos por el contrato y el exministro asegura que entregó toda la documentación, incluida la prueba del pago de los tres meses, por lo que debería figurar en sus archivos. El exministro concluye que todo está en regla, porque hubo un contrato, un pago y un acuerdo final de rescindir el acuerdo después de una discusión, sin tratos de favor.
El también ex número tres del PSOE sostiene que con la capacidad económica que tenía cuando era ministro —aparte del sueldo de 80.000 euros cobraba otros 20.000 como dietas por ser diputado, como era su caso, y además los ministros suelen disponer de una casa oficial— y con el sueldo de su exmujer, que trabaja como policía, el mantenimiento de una segunda residencia era algo que su familia podía permitirse, pero que después del divorcio eso se hizo inviable. Ábalos se queja de su indefensión porque no figura como investigado ni hay ninguna causa contra él, a pesar de que en el sumario van apareciendo cuestiones colaterales que le afectan y que, según insiste, no tienen nada que ver con el caso de las mascarillas que se investiga sin que pueda defenderse. Insiste en que no ha recibido nunca ninguna comisión ni trato de favor y por tanto mantiene su idea de no renunciar a su escaño, una decisión que ya le ha llevado al Grupo Mixto y a la suspensión cautelar de militancia en el PSOE.
El PSOE adoptó la decisión de suspender su militancia después del estallido del caso Koldo, que investiga presuntas mordidas en contratos de material sanitario durante la pandemia de coronavirus, por “responsabilidad política”, porque uno de los principales investigados, Koldo García, fue asesor de Ábalos durante su etapa como ministro de Transportes.
En la misma línea, el PSOE sostiene que Ábalos no tiene ya responsabilidad orgánica alguna en el partido y tampoco forma parte “de la militancia” y por tanto considera que “él mismo podrá comentar” las informaciones que han aparecido en los últimos días. Ante las acusaciones lanzadas por el Partido Popular sobre que el presidente del Gobierno conocía estos actos de “corrupción” según los califican desde Génova, y que los “tapó”, exigen a los populares estar a la altura de la “ejemplaridad” del PSOE porque todavía tienen “más de 20 sumarios por corrupción pendientes de juicio”.
La comparecencia del presidente del Gobierno en el Senado sigue pendiente de fecha, que el PP fijará cuando más convenga a la formación gracias a la mayoría absoluta de la que goza en la Cámara alta.
Fuentes del PP han destacado además que el “dinero público de los españoles se transformó en mariscadas, deportivos, casas de veraneo y viajes” y que el presidente del Gobierno “que cesó a Ábalos días después de mudarse al chalé de la trama, lo sabía todo y lo tapó”.
El PP acusa al PSOE de tener “condescendencia” con la corrupción en lo orgánico, al mantener a Ábalos en las listas, y en lo judicial, por el fallo del Tribunal Constitucional que estimó parcialmente el recurso de Magdalena Álvarez a la sentencia de los ERE que para el PP es un “indulto encubierto” efectuado por los “satélites” de Sánchez que amnistían delitos “si la persona que los comete es afiliada socialista”.
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