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El Supremo confirma 19 años de prisión a un sargento de la Guardia Civil que violó a una subordinada durante años

Los magistrados destacan la “pluralidad de agresiones sexuales, vejaciones y maltrato” del agresor a la víctima, a la que forzó a abortar

Vocales del Poder Judicial
Fachada del Tribunal Supremo.Eduardo Parra (Europa Press)
Reyes Rincón

El Tribunal Supremo ha confirmado la condena a 19 años de prisión impuesta a un sargento de la Guardia Civil que violó y acosó laboral y sexualmente durante más de cuatro años a una guardia civil que estaba a sus órdenes en un cuartel de Molina de Segura (Murcia). La Sala Militar ha desestimado los seis motivos del recurso de casación presentado por el hombre contra la sentencia de un tribunal militar que lo condenó por un delito continuado de violación en concurso con un delito de lesiones psíquicas graves (13 años y medio de prisión) y por dos delitos continuados de abuso de autoridad en su modalidad de trato degradante (2 años y 10 meses de prisión) y de maltrato de obra a un inferior (2 años y 8 meses de prisión).

Los hechos probados que recoge la sentencia dan cuenta del infierno que vivió la mujer entre 2011 y 2015, con constantes agresiones e intimidaciones por parte del sargento. El agresor y su víctima habían mantenido una relación sentimental sin convivencia (el ahora condenado estaba casado) entre febrero de 2010 y septiembre de 2011, cuando él le puso fin. Poco después, el sargento decidió que quería retomar la relación y comenzó a perseguir a la agente con correos electrónicos y realizándole tocamientos no consentidos casi a diario, que ella intentaba evitar “con manotazos”, explican los jueces.

A partir de 2012, el sargento empezó a forzar a la mujer para mantener relaciones sexuales completas en casa de ella o en el cuartel. La sentencia del tribunal militar consideró acreditado que estas agresiones se producían “con frecuencia” y que, cuando ella se negaba, el condenado “atendido su empleo y condición”, le cambiaba los horarios de los servicios o le asignaba funciones extra. La mujer se quedó embarazada tras una de las violaciones y el sargento, señalan los jueces, la forzó a abortar. En marzo de 2015, la mujer fue dada de baja médica por un trastorno depresivo y ansiedad generalizada.

El Supremo afirma en su sentencia, de la que ha sido ponente el magistrado Fernando Marín Castán, que los hechos declarados probados “reflejan pluralidad de agresiones sexuales, vejaciones constitutivas de trato degradante y maltratos de obra del superior jerárquico sobre la misma víctima subordinada, que se ejecutan en el marco de unas relaciones sexuales con prevalimiento no consentidas y de abuso de autoridad, prolongadas en el tiempo, que obedecen a un dolo único o unidad de propósito y al aprovechamiento de similares ocasiones por parte del sujeto activo”.

Los hechos, advierten los jueces, se produjeron “no de forma aislada, sino sostenida en el tiempo; siempre, desde luego, operando sobre una misma guardia civil subordinada y aprovechando el acusado la ocasión que le brindaba la relación de superioridad jerárquica sobre ella, llegando a obtener el sometimiento de la víctima a sus requerimientos sexuales mediante repetidos actos de trato degradante, insultos, amenazas e incluso maltratos físicos de obra”.

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Sobre la firma

Reyes Rincón
Redactora que cubre la información del Tribunal Supremo, el CGPJ y otras áreas de la justicia. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactora de información local en Sevilla, corresponsal en Granada y se ha ocupado de diversas carteras sociales. Es licenciada en Periodismo y Máster de Periodismo de EL PAÍS.
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