El PSOE se conjura para hacer ‘president’ a Illa pese al riesgo para la gobernabilidad en el Congreso
Ferraz y las federaciones socialistas coinciden en que la prioridad es la Generalitat. “Inmolar a Illa por retener el Gobierno unos meses más, sin garantías de nada, sería absurdo”, dice un dirigente territorial
El PSOE lo tiene claro: la presidencia de la Generalitat de Cataluña es la prioridad, por mucho que pueda comprometer la gobernabilidad de España. Es la opinión compartida por miembros del Gobierno, de la Ejecutiva federal socialista y de distintas federaciones del PSOE consultados por EL PAÍS tras la traca final de encuestas que coinciden en que el candidato del PSC obtendrá una victoria clara. La posibilidad de dar la puntilla definitiva al 1 de octubre tras más de una década de deriva independentista sería un “aldabonazo con un enorme capital político”, según algunos barones del PSOE y otros cuadros orgánicos. “Si el independentismo no suma y se da la oportunidad, no hay ninguna duda”, zanja un secretario general socialista que tiene grabada a fuego la promesa que Carles Puigdemont hizo el 9 de abril: su abandono de “la política activa” si no logra ser investido president. La misma conclusión comparten en Ferraz, donde subrayan que los acuerdos con ERC y Junts para la investidura de Sánchez el pasado noviembre no están condicionados a lo que pasase en unas elecciones en Cataluña.
“¿Cómo vamos a renunciar a la Generalitat y más después de tantos sinsabores, después de haber perdido casi todo nuestro poder territorial en las elecciones autonómicas y municipales del año pasado?”, sentencia un líder territorial a menos de un mes del primer aniversario del 28-M, el desastre electoral en el que los socialistas perdieron seis de los nueve Ejecutivos autonómicos que presidían e infinidad de ayuntamientos. “Inmolar a Illa por retener el Gobierno unos meses más, sin garantías de nada, sería absurdo. Nadie contempla eso”, apostilla el responsable de otra federación. “No podemos renunciar a obtener más poder territorial e implantación solo por unos presupuestos por un apoyo de Junts que, hasta el final, nunca tendremos garantizado”, comparte uno de los dirigentes del PSOE que atesoran más fuerza orgánica.
Entre los motivos que alega es que la presidencia del Govern, combinada con el resultado en las elecciones en Euskadi (allí Eneko Andueza mejoró los resultados de 2020 y reforzó su relación con el PNV en el futuro Ejecutivo de coalición), serviría “para hacer de contrapeso y equilibrar un poco” el poder territorial del PP, que gobierna en 12 comunidades y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. “Sería un revulsivo para la política nacional y, además, pensando en contribuiría a fortalecer nuestra estructura territorial, pensando en el día en que perdamos el Gobierno y que antes o después llegará”, reflexiona. “Puigdemont no puede pretender ponernos en el dilema de que le dejemos gobernar si pierde las elecciones a cambios de los Presupuestos. ¿Qué va a hacer? ¿Presentar una moción de censura con el PP? En el Congreso estaremos en minoría, pero no estamos maniatados. La economía va muy bien, por primera vez se han superado los 21 millones de afiliados”, apunta un veterano del PSOE andaluz.
En la cuenta atrás definitiva del 12-M, Ferraz defiende que la política de alianzas de Salvador Illa la decidirá el PSC. La dirección federal del PSOE recalcó este lunes que la autonomía de los socialistas catalanes no se discute. “El próximo presidente de la Generalitat de Cataluña se llamará Salvador Illa. Estamos convencidos que ganará las elecciones y de que gobernará y en este momento no barajamos ningún otro escenario, pase lo que pase”, expresó Esther Peña, la portavoz de la dirección socialista. “El futuro del gobierno de Cataluña lo decidirán los catalanes en las urnas y sobre los futuros acuerdos decidirá Salvador Illa”, reiteró.
Un impulso “tremendo” para las europeas
En Ferraz cuentan además con que la victoria de Salvador Illa suponga un impulso “tremendo” para Sánchez de cara a las elecciones europeas. De hecho, este 12-M se examina en las urnas la estrategia del presidente de distensión para Cataluña con los indultos, la reforma del Código Penal con la derogación del delito de sedición y la modificación del la malversación y ahora con la ley de amnistía. En la sede del PSOE comparten que una victoria de Illa con 40 o más diputados, con una ventaja clara sobre el resto de partidos, lanzaría un mensaje claro de las urnas: “Cataluña pasa página definitivamente” del procés. La culminación sería que se formara Gobierno. “Es nuestra primera final en 15 años. Si logramos gobernar aquí —en Cataluña—, no sé si nos iremos a elecciones allí —en el Congreso—, habrá que buscar incentivos para que los independentistas no rompan. Puede ser mediante un pacto de gobierno con unos y con acuerdos de gobernabilidad con otros. Lo menos exótico es pactar con ERC antes que con Junts, pero en cualquier caso no nos engañamos: la competencia va a ser feroz entre ellos”, observa un alto cargo del PSC.
“Creo que puedo hablar por todo el partido afirmando que todos nos sentimos cómodos con el discurso de Salvador [Illa]. No es ambiguo, como el que Eneko [Andueza] ha tenido en País Vasco. Es justo y coherente que gobierne si finalmente puede por haber contribuido a debilitar al independentismo después de 14 años de procés”, concluye un secretario provincial del interior de España. El alcalde de una de las grandes ciudades que el PSOE perdió hace un año es tajante: “Los sacrificios locales y autonómicos por salvar al Gobierno no nos ha conducido a buen puerto. Lo más importante es el Gobierno de España, pero no es lo único. El partido tiene que contar con una estructura fuerte. Y eso solo te lo dan los gobiernos en los distintos niveles de la Administración”.
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