Izquierda Unida va al choque en la asamblea que decidirá el relevo de Alberto Garzón
Las cuatro candidaturas que compiten por el liderazgo del partido no logran acordar una lista unitaria. Entre los aspirantes, la ministra Sira Rego y el excoordinador andaluz Antonio Maíllo
Izquierda Unida se prepara para ir al choque en la Asamblea que resolverá la sucesión de Alberto Garzón al frente del partido los días 18 y 19 de mayo. Dividida en cuatro candidaturas, la formación llega a la cita en un clima de enfrentamiento, especialmente entre la lista encabezada por la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, y la del exdirigente andaluz Antonio Maíllo que, tras meses de reuniones, no han logrado acercar posturas y pugnan por el liderazgo, cuestión central de la disputa. El coordinador de IU Madrid, Álvaro Aguilera, y el crítico José Antonio García Rubio, que ya compitió en 2021 contra el exministro de Consumo, completan el listado de aspirantes. La nueva dirección, encargada de pilotar la organización los próximos cuatro años, deberá afrontar entre sus primeras tareas el debate sobre la relación futura con Sumar.
Después de semanas de negociaciones más o menos discretas, los contactos han saltado a la luz pública en los últimos días, con acusaciones cruzadas y el ofrecimiento in extremis por parte de la ministra de un encuentro a cuatro bandas que terminó el lunes sin pacto. En esa reunión, según fuentes del equipo de Rego, la dirigente propuso la elaboración de una lista unitaria que integrara a todas las sensibilidades y planteó un modelo de coliderazgo en el que además de la Coordinadora Federal —el puesto que ocupaba hasta diciembre Garzón—, se crease una Presidencia Federal, figura con “competencias similares” y que quedaría al frente de un órgano de carácter territorial. Pese a que Rego pidió una ampliación del plazo para el registro de candidaturas, que terminaba este martes, finalmente no salió adelante y Maíllo anunció ese día por la tarde la presentación de la suya.
Las mayorías no están claras
En un contexto de fuerte pelea interna, las mayorías no están claras. El excoordinador de IU Andalucía, cargo que ocupó entre 2013 y 2019, cuenta con el apoyo de la dirección del Partido Comunista de España, la federación andaluza —la de mayor peso en todo el territorio— y buena parte de la asturiana. En la lista se incluyen rostros conocidos de la organización, como el secretario general del PCE y portavoz parlamentario de IU en el Congreso, Enrique Santiago, la coportavoz de la formación, Amanda Meyer, o las actuales responsables de ecologismo y feminismo, Eva García Sempere y Clara Alonso. La número dos es Beatriz González, coordinadora de IU Mieres y viceconsejera de derechos ciudadanos en el Principado.
La candidatura de Rego —única mujer que se presenta a la coordinación federal de IU— tiene el respaldo del equipo de Garzón y hereda algunos nombres de la Ejecutiva actual. La lista, que incorpora a una decena de alcaldes y concejales, perfiles jóvenes y sindicalistas, cuenta también con los coordinadores autonómicos de la Comunidad Valenciana (Rosa Pérez), Aragón (Álvaro Sanz), Cataluña (Nuria Lozano), Región de Murcia (José Luis Álvarez-Castellano), Castilla - La Mancha (Pedro César Mellado) y La Rioja (Pedro Mendiola). Acompañan a la titular de Juventud e Infancia su secretario de Estado, Rubén Pérez, el histórico dirigente andaluz y ex teniente de alcalde de Sevilla, Antonio Torrijos, y el diputado Nahuel González. El secretario de Organización y coportavoz de IU, Ismael González, cierra la lista en una posición simbólica.
“Hemos intentado el acuerdo hasta el último momento. No obstante, seguimos tendiendo la mano a los compañeros y proponemos reunirnos tras las votaciones para acordar una dirección de unidad”, reiteraba Rego a última hora del martes en X (antiguo Twitter). Fuentes de la lista de Maíllo, que han hecho público que ha obtenido más avales para su lista que cualquier otro candidato, han replicado este miércoles que una vez presentadas las candidaturas, “es el momento de la clarificación política con el voto de la militancia y desde ahí articular un posible acuerdo”.
En la candidatura de Maíllo criticaban las últimas semanas que Rego no aceptase un modelo de dirección colectivo, niegan ahora que haya habido un ofrecimiento “concreto” en este sentido en la reunión del lunes y afean que ese encuentro fuera “convocado a través de las redes sociales y anunciado en medios”, quejas que evidencian de nuevo la pelea entre las partes. “A lo largo del proceso de negociación se han hecho numerosas propuestas concretas en la búsqueda del acuerdo, entre ellas, la de dirección compartida con tres coordinadores, que jamás aceptaron discutir”, explican. ”Nosotras siempre defendimos que frente a un modelo presidencialista era necesario un modelo más coral”, sostienen.
Relación con Sumar
Además de las diferencias sobre las fórmulas de organización, ambas candidaturas reconocen algunas divergencias sobre el modelo político en lo que se refiere a la relación con Sumar, que quedó en suspenso tras el enfado de IU por su posición en la lista de las europeas de junio. Pese al distanciamiento actual, los dos sectores comparten el documento político que se llevará a la Asamblea y estaban integrados en la Colegiada Federal (Ejecutiva) de Alberto Garzón. Algunas fuentes opinan que el pacto natural tras las votaciones si ninguna lista logra por sí sola los apoyos necesarios para dirigir IU sería entre Rego y Maíllo, aunque la ministra es partidaria de tender puentes con todos y cualquier alianza, como ocurre en el Congreso de los Diputados, puede decantar las mayorías.
Tanto la lista de Álvaro Aguilera como la de José Antonio García Rubio son reacios al pacto con la plataforma de Yolanda Díaz. “Apostamos por una organización que recupere su soberanía, un agente político útil que defienda siempre los intereses de la clase trabajadora sin plegarse a proyectos que no tienen clara su línea ideológica y que no apuestan por la transformación real del sistema”, afirmaba muy crítico el coordinador de IU Madrid en un vídeo difundido en redes sociales esta semana.
García Rubio, que aboga directamente por la “regeneración” de IU, es más explícito. “Lo mismo que estuvimos contra “el pacto de los botellines” [entre Pablo Iglesias y Alberto Garzón para las generales de 2016] y los acuerdos en Unidas Podemos, estamos ahora contra el trágala del acuerdo con Sumar”, reza el documento en el que presenta su candidatura. La lista incluye en el cierre de su papeleta al excoodinador federal Cayo Lara y cuenta también con el apoyo del alcalde de Zamora, Francisco Guarido.
Las votaciones de la militancia se realizarán entre el 7 y el 12 de mayo y los resultados se conocerán el 14. En un escenario tan fragmentado como el actual, probablemente a partir de ese día y hasta la Asamblea, los candidatos deban seguir negociando para fraguar un acuerdo amplio que elija al coordinador y defina la próxima dirección, sorteando así el riesgo de heredar una Izquierda Unida ingobernable.
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