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Unas 5.000 personas marchan hasta el Congreso en apoyo a Sánchez

Dirigentes de Sumar participan en la protesta, convocada por un colectivo juvenil

Marcha con el lema "Por amor a la democracia", frente al Congreso de los Diputados, este domingo.
Marcha con el lema "Por amor a la democracia", frente al Congreso de los Diputados, este domingo.Alberto Ortega (Europa Press)

Miles de personas se han manifestado este domingo a Madrid en apoyo al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a solo unas horas de que haga pública su decisión de seguir o no al frente del Ejecutivo tras cinco días de “reflexión” por los ataques sufridos contra su esposa, Begoña Gómez. La protesta, convocada por la organización juvenil La Plaza, ha congregado a 5.000 personas, según la Delegación del Gobierno de Madrid, lejos de las 12.500 que se concentraron frente a la sede federal del PSOE en la calle Ferraz el sábado. En otras ciudades, como Valencia, también ha habido multitudinarias movilizaciones similares para pedir a Sánchez que no dimita.

La manifestación de Madrid, que ha discurrido entre la Glorieta de Atocha y el Congreso de los Diputados, estaba convocada por la asociación juvenil La Plaza bajo el lema “por amor a la democracia”. Uno de sus portavoces, José Luis Martínez, ha señalado que el objetivo de la misma era “defender la democracia” y exigir al PP que “deje de jugar sucio”. “El PP y su poder mediático y judicial son una mafia que se pone en marcha cada vez que pierden el poder”, ha denunciado Martínez. Durante el recorrido, los manifestantes han coreado “Sánchez quédate” y “Merece la pena, claro que sí”, así como mensajes de apoyo a su mujer del presidente, a la que coreaban “Begoña, estamos contigo”. La mayor parte de los asistentes portaban pancartas en las que se podía leer “¡No te rindas!”, “Por amor a la democracia” y “Sánchez, sí”.

Pese a que en la convocatoria no aparecían siglas de partidos, a la misma han acudido varios dirigentes de Sumar y Más Madrid. La ministra de Sanidad, Mónica García, ha asegurado que ha trasladado su “cariño y ánimo” a Sánchez y ha pedido que se pare el “bullying político” de la derecha que solo busca “deshumanizar” al contrario. García ha incidido que “no va en el sueldo” de los políticos que periódicos “mientan descaradamente” o que “intente quitar a un Gobierno legítimo a base de mentiras”. Por su parte, Íñigo Errejón, portavoz de la formación de Yolanda Díaz en el Congreso, ha reivindicado que la manifestación no era una movilización “por una persona o por un partido”, sino por el “derecho a que la izquierda pueda gobernar en España”. A la protesta también han asistido el ministro de Cultura, Ernest Urtasun; la candidata de Sumar a las elecciones europeas, Estrella Galán, y la portavoz regional de Más Madrid, Manuela Bergerot.

Álvaro Navaja, prejubilado de 57 años, aseguraba haberse enterado de la protesta por las redes sociales. “Es una indecencia lo que está pasando, un intento de golpe de estado como el 23-F. Igual que España salió ese día a la calle, hay que salir hoy [por este domingo] contra una maquinaria que socava la democracia. La derecha ha hecho lo mismo que en Estados Unidos porque lo que salió en las urnas no les vale y eso es gravísimo”, ha añadido. Ángel, de 70 años, también ha mostrado su malestar por lo que ocurre: “He venido por la democracia y porque hay que defender esto. Es una vergüenza que ni hayan permitido renovar el poder judicial”.

“Nos enteramos de la convocatoria por unos amigos”, reconocía Ramón, de 62 y funcionario, quien decía hablar “desde lo emocional y desde la rabia, y también con la razón”. Este manifestante mostraba su convencimiento de que Sánchez va a dimitir: “Si nos fijamos en la breve historia que tenemos de democracia siempre han hecho la vida imposible a los presidentes de izquierdas, acuérdate de lo que le hicieron a Zapatero, un acoso a que terminó por llevar a Rajoy a la Moncloa”.

Al llegar, al Congreso, los manifestantes han convertido la protesta en un acto festivo, en el que algunos daban saltos y otros ondeaban banderas de España mientras sonaba el Quéeeedate, de Quevedo. Algunos lanzaban gritos de “Madrid será la tumba del fascismo”, mientras decenas de ellos depositaban los carteles que había portado durante la protesta en una verja situada frente a los leones del Congreso como mudos testigos del apoyo a Sánchez el día antes de que este comunique su decisión.


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