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Maracena vuelve a manos de la izquierda diez meses después de perder la alcaldía

El Pleno de la localidad granadina debate este martes una moción de censura del PSOE contra el alcalde popular, y el PP denuncia irregularidades urbanísticas de los socialistas

Una persona pasea frente al Ayuntamiento de Maracena (Granada), en una imagen de archivo.
Una persona pasea frente al Ayuntamiento de Maracena (Granada), en una imagen de archivo.Fermín Rodríguez
Javier Arroyo

El Ayuntamiento de Maracena volverá este martes a manos de la izquierda, como ha sido habitual en la localidad granadina en la mayoría de los años de democracia. Salvo sorpresa de última hora, el PSOE conseguirá sacar adelante la moción de censura presentada contra el alcalde del PP con la suma de sus siete concejales, los tres de IU y el sufragio de la única edil de Maracena Conecta, que ha retirado su apoyo al actual gobierno popular. Se cierra así el periodo de diez meses que han trascurrido tras la investidura del regidor popular en junio de 2023, y 14 meses después de que la política de la población granadina de 22.275 habitantes se viera alterada tras el secuestro de una concejala socialista a manos de la pareja de la entonces regidora.

El PSOE presentó el pasado 2 de abril la moción de censura contra el gobierno local, compuesto por el PP y dos partidos locales, uno de los cuales, Maracena Conecta, se desmarcó en ese momento del Ejecutivo de los populares. Con ese voto, más los de IU y PSOE, los socialistas recobrarán con casi total probabilidad una alcaldía que han ocupado ininterrumpidamente desde 2007 hasta que, a pesar de ganar las últimas elecciones municipales, en mayo de 2023, fueron incapaces de reunir una mayoría para gobernar.

El anuncio de la moción —en la que socialistas esgrimen “empobrecimiento de la calidad democrática municipal, desprecio por lo público, inexistencia de un proyecto para Maracena y parálisis institucional”— ha soliviantado aún más el complicado ambiente político de la localidad colindante con Granada capital, con denuncias de populares a socialistas por presuntas irregularidades urbanísticas, una nueva deserción en el equipo de gobierno, un guardia jurado que sustituye a un policía local, una oficina municipal precintada y un pleno extraordinario convocado y desconvocado en el último minuto.

Poco después de conocerse la moción, el alcalde popular, Julio Pérez, rodeado de su equipo, convocó a los medios para hacer balance de las mejoras durante su mandato sazonadas con críticas al PSOE y a la concejala localista que le había retirado su apoyo. Pero de las críticas se pasó, ya en la segunda semana tras el anuncio, a una cascada de denuncias. El lunes 8 los tres partidos que respaldan al alcalde —PP, Vox y Quiero Maracena— interpusieron una primera denuncia contra responsables socialistas por “presunta malversación y prevaricación” en la gestión de la empresa de televisión local. El miércoles 10 se añadió una segunda, por los mismos presuntos delitos, pero referidos a la construcción del teatro municipal. Y en una convocatoria del jueves 11, anunciaron una tercera también aludiendo al teatro municipal.

En respuesta a las denuncias, el juzgado envió un requerimiento a la secretaria general del Ayuntamiento en el que solicitaba la custodia de los documentos relacionados con las causas, guardados en el despacho del arquitecto municipal. En lugar de requerir a la policía local, el alcalde anunció la contratación de un vigilante jurado para que custodiara las instalaciones, pero los socialistas criticaron que se destinara dinero público en seguridad privada. El PP contraatacó asegurando que los fondos saldrían de dinero del partido, pero, ante la dificultad de justificar así ese gasto, optó al final por precintar el despacho del arquitecto, que este lunes se ha encontrado con que no podía entrar en su propia oficina por este motivo.

La moción también ha hecho temblar el grupo popular en el Ayuntamiento. La pasada semana, la concejala del PP Consuelo Carmona dejaba sus siglas y pasaba al grupo de no adscritos arguyendo que la habían “tratado mal” y que no la “dejaban trabajar”. Carmona apuntaba a un agravio comparativo con Amabel Adarve, de Maracena Conecta, la edil localista que había anunciado que retiraba su apoyo al Gobierno municipal para dárselo al PSOE, a la que, dijo la popular, habían “mantenido con todos sus cargos con la esperanza de que se eche atrás en el último minuto”.

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Este sábado se vivió otra situación inaudita en Maracena. El alcalde había convocado un pleno extraordinario para abordar las denuncias presentadas por su partido y votar una moción que permitiera trasladarlas al Tribunal de Cuentas. Los socialistas pidieron en ese momento los documentos que respaldaban las demandas de los populares, a lo que estos se negaron, según detalla el concejal socialista Antonio García Leyva a este diario. Solo veinte minutos antes del inicio previsto del pleno, se desconvocó.

Los socialistas aseguran que están totalmente tranquilos ante las denuncias de los populares aunque temen que, pese al precinto, se hayan movido algunos. “Han cogido los documentos, los han llevado a sus despachos y han podido hacer lo que han querido con ellos”, apunta García Leyva.

Queda en el aire el sentido del voto de la concejala que ha abandonado el grupo popular en el Ayuntamiento, quien, preguntada al respecto, se ha limitado a responder: “Mañana [este martes] se sabrá”. Fuentes cercanas señalan que no quiere convertirse en una tránsfuga, votando contra el partido con el que concurrió a las elecciones, y apuntan a una posible abstención. Siendo así, el resultado previsible del debate será de 11 votos a favor del nuevo alcalde socialista, 9 votos en contra y una abstención.

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