Feijóo se escuda en la negociación con Ciudadanos para evitar nombrar un candidato en Cataluña

La presión va en aumento en la olla exprés en la que se ha convertido el PP catalán desde que el president Pere Aragonès anunció la convocatoria anticipada de elecciones para el próximo 12 de mayo. El nerviosismo crece por el posible acuerdo con Ciudadanos y los posicionamientos a favor y en contra de que Alejandro Fernández, líder del PP en Cataluña, repita como cabeza de lista. Este lunes, Fernández recibió el apoyo explícito de Esperanza Aguirre. Pero Alberto Núñez Feijóo sortea el empuje de unos y otros, y esperará a que la negociación con Ciudadanos concluya antes de anunciar el nombre de su candidato para los comicios.

En el gabinete del jefe de los populares trasladan que su “prioridad” es integrar a Ciudadanos bajo sus siglas para mostrar una “imagen de unidad” como “referencia del constitucionalismo” frente a la amnistía apoyada por el PSC. Las conversaciones continuaron el fin de semana entre la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, y su homólogo en la formación naranja, Adrián Vázquez, para alcanzar una entente mientras crece el apoyo en Cataluña, por parte de militantes y concejales con una campaña que lleva la etiqueta Yo con Alejandro. El PP catalán cuenta con 105 juntas locales y un 70% han respaldado a Fernández, según fuentes del partido. Entidades constitucionalistas a favor del bilingüismo o el colectivo juvenil S’ha acabat le han mostrado su apoyo.

El entorno de Feijóo descarta de plano una coalición con Ciudadanos tanto en las elecciones catalanas como en las europeas. Y busca la disolución de la formación naranja como partido antes de ceder puestos en su lista. “No está siendo sencillo convencerles”, afirman fuentes de la dirección popular. El 8 de abril acaba el plazo para registrar las candidaturas. Las encuestas dejan de momento sin representación a Ciudadanos en el Parlament, pero Feijóo busca con esta estrategia enviar un mensaje que “trasciende a Cataluña”, “crecer por las dos direcciones” y aprovechar los escasos restos que aún conserve el antiguo partido de Inés Arrimadas. “Cataluña debe aceptar que frenar el proceso exige no confiar en el PSC, Esquerra, ni Junts, que son tres patas de un mismo proyecto de ruptura institucional”, expresó este lunes Feijóo en Madrid.

La dirección de Ciudadanos se resiste, de momento, a su desintegración, según fuentes de la ejecutiva. Tampoco transigen con que el eurodiputado Adrián Vázquez ocupe un escaño en el grupo de los populares europeos en lugar de sentarse con los liberales de Renew. Una de las condiciones de Génova. Otras fuentes del partido en Cataluña aseguran que los populares pretendían que fuera Ciudadanos quien pidiera, ante la galería, un “candidato de consenso” distinto a Fernández para cerrar el pacto. Un escenario similar al vivido en País Vasco durante las conversaciones para una coalición conjunta de PP y Ciudadanos, cuando Alfonso Alonso dio un paso al lado. Carlos Carrizosa, presidente del grupo parlamentario en Cataluña, afirmó hace una semana que concurrirían a las elecciones “a por todas” convencidos de que tienen espacio electoral.

En paralelo, Fernández mantiene mientras su postura frente a Feijóo. “Lo recordaba Camarón: hay que ser como la mimbre, que la bambolea el aire, pero se mantiene firme”, escribió el domingo en la red social X (antigua Twitter) con ironía. “Me preocupan los resultados malos, no los tuits”, responde una fuente de la dirección del partido. En el gabinete del líder nacional garantizan que, una vez se haya fraguado o no el pacto con Ciudadanos, estudiarán con los datos sobre la mesa cuál es el candidato más idóneo. Y sondearán el pulso interno ante una decisión de especial calado. Mientras el partido hace cábalas, con la etiqueta Yo con Alejandro, militantes y concejales de municipios l’Hospitalet del Llobregat, Sabadell, Sant Cugat del Vallès, Sant Feliu (Barcelona), Salou y El Vendrell (Tarragona) o Figueres (Girona) han expresado en su apoyo en la red a portavoz del PP en el Parlament ante el silencio en público de los cargos más relevantes.

El movimiento en la red, en un partido vertical y sometido a los designios de Génova, ha adquirido relevancia y confirma cierta la división del partido entre la base y la cúpula más alineada con Génova. La brecha quedó patente en septiembre cuando Feijóo exploró un pacto con Junts censurado por Fernández. El presidente dictó una conferencia entonces apoya por la militancia y la indiferencia de la cúpula. El pacto de investidura entre el PSOE y Junts abrió una tregua y dejó en el limbo el conflicto que ha vuelto a aflorar. Antes del 23-J, Fernández rechazó encabezar la lista al tener la convicción que la mejor forma de defender a Cataluña es quedándose en la comunidad y marchándose a Madrid como hicieron muchos políticos constitucionalistas. El PP, de hecho, empezó a remontar tras dos a seis escaños y superar en números absolutos a ERC y Junts. Esperanza Aguirre le dio este lunes su apoyo: “Soy partidaria de Alejandro Fernández. Me parece una persona que es un magnífico parlamentario, que es un hombre muy riguroso, que es un defensor de la Constitución y el mejor candidato que va a tener Cataluña”.