Cinco comunidades reivindican la conexión en tren entre el Cantábrico y el Mediterráneo

Nunca antes Cantabria, La Rioja, Castilla y León, Aragón y la Comunidad Valenciana han estado tan unidas. Cinco comunidades autónomas, a las que, además del color político – todas están gobernadas por el PP, en el caso de Aragón, Castilla y León y la Comunidad Valenciana con el apoyo de Vox-, les une, según reivindican, un asunto crucial: la ausencia de unas comunicaciones por tren ágiles y modernas, propias del siglo XXI, para el transporte de viajeros y mercancías.

Precisamente, la necesidad de impulsar el corredor de altas prestaciones Cantábrico-Mediterráneo, un proyecto para unir los litorales cantábrico y levantino, los puertos marítimos de Santander y Valencia (capitales separadas por más de 700 km por carretera), en apenas cuatro horas, es el motivo que ha unido en La Rioja -la única región peninsular sin conexión por autovía con Madrid- a estas cinco comunidades, convocadas por sus respectivas organizaciones empresariales, para reclamar un “compromiso firme” para que esta infraestructura de comunicación se haga realidad en “una fecha real y concreta, 2030″.

De esta forma, el presidente de la Federación de Empresas de La Rioja (FER), Jaime García Calzada, ha dejado clara la reivindicación compartida por las patronales de Cantabria, Castilla y León, Aragón y la Comunidad Valenciana, que se plasma en la declaración para el impulso del corredor ferroviario de altas prestaciones, tanto para mercancías y viajeros, que han suscrito todas las partes en un acto, en Logroño, que ha contado con la presencia de dos presidentes autonómicos -Gonzalo Capellán, La Rioja, y Jorge Azcón, Aragón-, además de representantes del resto de territorios.

Esta infraestructura es “un camino de futuro”, ha subrayado García-Calaza, “que no representa sólo una vía de altas prestaciones, sino que es mucho más, un camino de oportunidades para las empresas y las personas” de estas cinco regiones, que representan cerca del 19,3% del PIB español y del 20% de la población en España, con casi 10 millones de habitantes, de acuerdo a los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondientes a 2022 y 2023.

Su peso es incluso mayor, por encima del 25% en ambos casos, si se amplía con otras dos comunidades autónomas, País Vasco y Navarra, tal y como se recoge en la planificación de la red TEN-T de la UE, donde este corredor conecta los dos principales ejes ferroviarios en la Península Ibérica, los corredores Mediterráneo y Atlántico.

La demanda empresarial para el impulso de esta infraestructura se sustenta en las posibilidades que abre la conexión de seis puertos marítimos (Valencia, Sagunto, Castellón, Bilbao, Pasajes y Santander) para poder afianzar así las exportaciones y la presencia en mercados internacionales. “Valencia es el primer puerto en España [en tráfico de contenedores] y el tercero en Europa”, ha asegurado la presidenta de la Autoridad Portuaria de Valencia, Mar Chao. “El transporte ferroviario de mercancías, con las grandes autopistas proyectadas, es la vía para descongestionar los dos puntos fronterizos, en País Vasco y Cataluña, y evitar el paso de 22.000 camiones”, según ha apuntado el decano del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Aragón y la Rioja y presidente de la Alianza Europea para el desarrollo de Corredores Ferroviarios, Salvador Galve.

Estados Unidos es uno de los principales referente en el transporte ferroviario por mercancías, donde “50% de las mismas van por tren”, según ha constatado Iñaki Barrón, presidente del comité técnico de esta última entidad y autor del informe ‘Estado del sector ferroviario español’.

El tren, opción mayoritaria

A ello se suma otra potente economía, Japón, donde el tren es la opción mayoritaria para los desplazamientos de los viajeros. “Cada habitante viaja en tren al menos ocho veces al año, una forma rápida y económica de cubrir largas distancias y con una fiabilidad en los tiempos casi exacta, el retraso medio es de seis segundos”, ha apuntado Barrón.

Las demandas empresariales han contado con el respaldo de las diferentes. “Es inadmisible que Valencia y Zaragoza no estén conectadas por una línea de altas prestaciones hasta la cornisa cantábrica”, ha resaltado el presidente aragonés, Jorge Azcón. “El corredor Cantábrico-Mediterráneo debe ser la columna vertebral del noreste de la Península Ibérica”, ha añadido.

Una idea en la que ha profundizado su homólogo riojano, Gonzalo Capellán. “Nos estamos jugando el futuro del territorio, el futuro de la economía, el futuro de las empresas, nuestro futuro. Una vez que los ejes básicos ya están definidos y poco se puede modificar, nuestro futuro nos lo estamos jugando en la conexión entre dos polos, Cantábrico y Mediterráneo, claves para el movimiento de mercancías y de personas. La Rioja no puede quedar fuera de ese gran eje comercial”, ha apostillado.