Ábalos se resiste a entregar el acta pero renuncia a una presidencia de comisión ante la presión del PSOE
La Ejecutiva socialista exige al exministro que deje el escaño antes de 24 horas por “responsabilidad política” en el ‘caso Koldo’. Si no lo hace, pasaría al Grupo Mixto. Ábalos mantiene la duda
Sometido a una presión enorme del PSOE, que le exige que entregue su acta de diputado, José Luis Ábalos ha hecho un primer movimiento: ha registrado en el Congreso su renuncia a la presidencia de la Comisión de Interior, que tenía una reunión este miércoles. Sin embargo, el exministro de Fomento se resiste a entregar su acta, y de momento sigue siendo diputado, aunque fuentes de su entorno dejan abierta la decisión sobre este asunto. El PSOE ha exigido formalmente a Ábalos que deje el acta de diputado en menos de 24 horas. La Comisión Ejecutiva Federal socialista ha decidido por unanimidad en la mañana de este lunes pedir al dirigente que renuncie a su condición de parlamentario, después de que el exministro se haya resistido a dar el paso por sí mismo tras varias conversaciones mantenidas durante el fin de semana con él y varios mensajes muy directos en los medios, primero de María Jesús Montero y después del propio Pedro Sánchez.
Esta decisión de la Ejecutiva no está pactada con Ábalos, pero la dirección confía en que el exsecretario de organización reflexione en estas horas y entregue el acta antes del miércoles, cuando llegue la sesión de control, en la que el propio Pedro Sánchez tendrá que contestar a Alberto Núñez Feijóo sobre este asunto. Lo que ya está resuelto es el otro problema del miércoles, la reunión de la comisión de Interior que presidía el propio Ábalos hasta que ha renunciado este lunes, según adelantó eldiario.es y confirman fuentes de su entorno. Pero de momento, según estas fuentes, Ábalos no ha tomado una decisión sobre el acta que le reclama el partido, y por tanto sigue siendo diputado.
Si no renuncia al acta en estas 24 horas, el paso siguiente será proceder a expulsarlo del Grupo Socialista, por lo que acabaría en el Mixto, un escenario que el propio exministro veía impensable el pasado viernes, cuando realizó una entrevista con EL PAÍS. Los acontecimientos se han precipitado en las últimas horas y ahora Ábalos ya tiene lo que reclamaba: una petición expresa y al máximo nivel —el órgano principal del partido— para que deje el escaño no por haberse lucrado, ya que no hay ningún proceso contra él, sino por la responsabilidad política de haber metido en el ministerio de Fomento y haberle dado mucho poder a Koldo García, que terminó aprovechando esa posición para, según la fiscalía, llevarse importantes comisiones ilegales en la compra de mascarillas en plena pandemia.
La decisión de la Ejecutiva ha sido adoptada cinco días después de que estallase el caso Koldo, en el que se investiga el presunto enriquecimiento con comisiones por varios contratos de mascarillas en plena pandemia de uno de los principales colaboradores de Ábalos, extitular de Fomento y ahora diputado por Valencia. Dos frases resumen la postura socialista en la mañana de este lunes: “Aquí no caben los corruptos” y “aquí sí existe una responsabilidad política”.
Tras la reunión mantenida por la cúpula del PSOE, la portavoz del partido, Esther Peña, ha comparecido en rueda de prensa y ha cuidado las referencias a Ábalos, al que la dirección está intentando convencer para que tenga una salida voluntaria. “Sabemos que no está investigado, ni señalado, ni imputado, ni su nombre figura en la investigación que todos ustedes conocen. No nos erigimos en jueces, no somos fiscales. No juzgamos. Pero a pesar de todo, la Comisión Ejecutiva Federal considera que sí existe una responsabilidad política. Por ello esperamos que la entrega del acta se produzca en las próximas 24 horas”, ha enfatizado Peña. El acta de diputado le pertenece a él, no al partido, por lo que Ábalos tiene la última palabra. “No tengo ninguna duda de que actuará en consecuencia por el bien mayor de este partido”, ha agregado la portavoz socialista.
Pedro Sánchez quería zanjar la polémica en torno a Ábalos cuanto antes, consciente del daño que genera cualquier asunto de corrupción y más en alguien como él que llegó a La Moncloa por una moción de censura contra Mariano Rajoy por el caso Gürtel. El presidente del Gobierno no ha estado presente en la reunión de la Comisión Ejecutiva Federal al encontrarse en Barcelona para la presentación del Mobile World Congress, pero el sábado convocó el cónclave de este lunes para buscar una salida al embrollo sobre el caso Koldo. Ese día, el también líder del PSOE advirtió de que quien “la hace la paga”, elevando la presión sobre el exministro.
La portavoz socialista Esther Peña ha revelado que “varias personas” del partido han hablado durante el fin de semana con Ábalos para abordar el asunto. “Desde el Partido Socialista no juzgamos y no hacemos reproches penales”, ha proseguido. Ábalos se habría resistido durante esas conversaciones a dejar el acta de diputado, por lo que la Comisión Ejecutiva Federal socialista ha tomado el acuerdo de pedírsela formalmente sin un pacto previo con el exministro, que el sábado se reiteró en su convicción de no dimitir. Tanto en EL PAÍS el viernes como en La Sexta el sábado, Ábalos insistió en que él “no está acusado de nada” y por tanto entiende que no debía dejar el acta pero a la vez también dijo que discutiría esta cuestión con su partido.
Comisión de investigación
En medio del clima de alta confrontación política, en el PSOE hay mucho interés por distanciarse sobre la gestión que los populares han hecho de otros casos de corrupción. De ahí que el partido haya anunciado que, por iniciativa propia, registrará una comisión de investigación en el Congreso para depurar responsabilidades y esclarecer toda la información en torno al caso Koldo, con vocación de ampliarla para esclarecer todos los presuntos casos de corrupción vinculados a la compraventa de material sanitario por parte de las administraciones durante la pandemia. “Si algo queda por investigar, las puertas del PSOE estarán abiertas de par en par. Van a ver transparencia y colaboración. Habrá reacciones a esta comisión, hay que estar muy atento por un posible susto o amedrentamiento”, ha subrayado Peña. Y ha aludido directamente a la destrucción de pruebas por parte del PP durante la investigación del caso Bárcenas. “La foto de la vergüenza de Rajoy quedará para la posteridad”, ha aseverado. Además, el ministerio de Transportes, dirigido ahora por Óscar Puente, también hará una auditoría interna para ver exactamente qué pasó con esos contratos y dar toda la información disponible.
Los socialistas tratan así de desmarcarse de los populares por la gestión de la crisis que el PP protagonizó cuando el hermano de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, fue señalado también por el cobro de mordidas respecto a contratos de compra de mascarillas durante la pandemia. Entonces la fiscalía entendió que no había delito, pero los socialistas sí creen que hubo responsabilidad política, como en este caso. “Nos hubiera gustado que lo hiciera con el caso del comisionista Ayuso. No somos iguales y ante un posible caso de corrupción, asumimos responsabilidades”, ha dicho Peña.
“Este es un partido con 100 años de historia, aquí no caben los corruptos”, ha incidido la dirigente sobre los imputados, a quienes se retiró la condición de militante en el momento en el que fueron detenidos. En concreto, la esposa de Koldo García, Patricia Uriz. El colaborador de Ábalos no estaba afiliado ahora, según la formación.
La CEF del PSOE solicita a Ábalos la entrega de su acta como diputado.
— PSOE (@PSOE) February 26, 2024
El partido registrará una Comisión de Investigación en el @Congreso_Es para analizar la compra de material sanitario.
➕ Info. sobre la rueda de @estherpcamarero. ⤵️https://t.co/ghfsLaf16M
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