Barones del PP limitan la euforia tras las elecciones gallegas: “El cambio de ciclo está en marcha, pero no se puede dar por hecho”
Líderes territoriales consideran “contraproducente” alimentar la tesis de que el Ejecutivo de Sánchez está al caer
Con el líder del PP arrancándose a dar los primeros pasos de una muñeira en el vestíbulo de Génova, como para que el ambiente de fiesta no dominara este martes en la sede nacional del PP. Los barones populares convocados a la reunión del comité ejecutivo nacional tras las elecciones gallegas se deshicieron en muestras de apoyo hacia Alberto Núñez Feijóo y en lecturas contundentes sobre la importancia del resultado. Siguiendo el símil de que el líder había superado un match ball o punto de partido en la cita electoral de su tierra, el presidente de Aragón, Jorge Azcón, sostuvo que la victoria de Galicia sitúa a Feijóo en el “número uno de la ATP [circuito profesional de torneos de tenis], sin ningún género de dudas”.
El presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, defendió que quien tiene que salvar ahora el punto de partido es Pedro Sánchez, que a su juicio encabeza un Gobierno “cada vez más acorralado” en una legislatura “que cada vez suena más a fallida”. Y así todos en sus declaraciones ante las cámaras. En privado, sin embargo, la lectura de los barones populares ofrece más matices. Los líderes territoriales advierten a la dirección nacional en la madrileña calle de Génova sobre el riesgo de dar ya la piel del oso como cazado. E insisten en que las elecciones en Galicia no deben leerse como la antesala de un cambio de ciclo a escala nacional que vaya a llevar a la derecha inmediatamente a La Moncloa.
“Los cambios de ciclo nacionales solo se producen cuando se celebran unas elecciones generales, y para esas queda mucho”, analiza un presidente autonómico del PP, que cree que Sánchez va a estirar todo lo que pueda su mandato. Este barón popular considera, además, que sería “contraproducente” que el PP empezara a hablar ya de cambio de ciclo tras la victoria gallega, porque eso crearía un estado de “ansiedad” en el electorado, que entendería que se va a poder desalojar pronto al presidente socialista de La Moncloa. Y, sin embargo, según sus cálculos todavía queda tiempo para que eso sea posible.
“El cambio de ciclo está en marcha, pero no se puede dar por hecho”, tercia otro presidente del PP. “Darlo por hecho es perder”, alerta este líder territorial, que cree que el partido no debe confiarse. Los barones defienden que es importante que Génova no se deje llevar por la euforia de la victoria en Galicia y que no airee ya a los cuatro vientos que Sánchez agoniza políticamente, porque la legislatura aún puede ir para largo. Los más optimistas creen que, aunque tarde todavía un tiempo, el líder socialista será barrido por las urnas en las próximas generales, pero en todos impera la prudencia sobre darle ya por muerto. “El cambio de ciclo”, apunta un tercer líder territorial del PP, “empezó con las municipales y autonómicas de mayo del año pasado y, aunque luego falló la suma para gobernar el 23 de julio, seguirá viéndose en las siguientes citas electorales”.
En su discurso ante el comité ejecutivo nacional, Feijóo no habló este martes directamente de cambio de ciclo, pero sí remarcó la importancia nacional del triunfo del PP en las gallegas, y lo presentó como un resultado mucho más trascendente que el de unas elecciones regionales. “Esto es mucho más que una victoria”, dijo el líder popular, “es la mayor prueba de confianza en el momento más delicado de la democracia”. Feijóo defendió que “lo que está en juego en España no es la mera alternancia de un Gobierno u otro Gobierno, sino la continuidad del proyecto constitucional y del proyecto común de España”, declaró con gravedad. Y se apresuró a proclamar que el Gobierno “ha perdido la mayoría social”, aunque el 18-F solo se ha votado en Galicia y las generales, en las que la izquierda consiguió sumar con los nacionalistas, se celebraron hace apenas siete meses.
Feijóo defendió también en su intervención ante el partido que en las gallegas se votó para dar un castigo al Gobierno de Pedro Sánchez. Fuentes del PP gallego sostienen, en cambio, que “la amnistía no afectó mucho” en las urnas, “ni para bien, ni para mal”. “A la gente le daba igual”, defienden desde el territorio.
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