La Guardia Civil busca a la persona que derramó 60.000 litros de vino de una bodega de Ribera del Duero por valor de dos millones

Un encapuchado avanza por una bodega y se dirige a uno de los depósitos del lugar. El individuo lleva puesto una especie de chubasquero mientras camina entre los enormes almacenes de vino, que procede a abrir, según revelan las cámaras de vigilancia de la bodega Cepa 21 de Castrillo de Duero (Valladolid). Los hechos sucedieron en la madrugada del sábado al domingo y han acarreado la pérdida de unos 60.000 litros de vino de gran valor en el mercado, según la compañía. El dueño de esa firma vinícola, el empresario José Moro, ha estimado los daños en unos dos millones de euros. La Guardia Civil investiga los hechos y busca al responsable de desperdiciar la bebida y dañar económicamente a la bodega.

La bodega vallisoletana se encuentra en la conocida como milla de oro de los vinos de Ribera del Duero, con una enorme cotización nacional e internacional tanto por su producción como por el enoturismo, tendencia al alza en estas amplias instalaciones. En esa zona se pueden visitar varias de las principales cavas de Ribera. Los viñedos y la sede de Cepa 21 se hallan en la localidad vallisoletana de Castrillo de Duero, donde se adentró la persona grabada por los sistemas de seguridad.

La tecnología de vigilancia sirvió para ver los movimientos del autor de los hechos, que abre de una en una las tres grandes cubas afectadas por su acción, de las que mana un potente chorro, hasta el punto de que el responsable del estropicio se empapa con el vino antes de dirigirse a otros de los almacenes de la bebida. Dentro de ellas se almacenaban tintos de renombre como Horcajo, Malabrigo y Cepa 21. El empresario ha declarado en SER Valladolid que el sujeto accedió a la sala “con una fluidez como si conociese perfectamente dónde estaba, abrió la llave de cinco depósitos y, gracias a Dios, había vino solo en tres”.

Alguna de estas botellas asociadas a esas cubas cuestan, según la bodega, unos 90 euros por 700 centilitros. La firma, según fuentes internas, estima las pérdidas económicas en más de dos millones de euros. La Guardia Civil ha recibido esos vídeos y los analiza para iniciar las investigaciones pertinentes en busca de descubrir al sujeto que ha provocado el despilfarro del vino tinto. Fuentes de la bodega tildan de “asalto y no robo” lo sucedido, y expresan su confianza en que las autoridades resuelvan los acontecimientos producidos en una sala “repleta de depósitos”, con todavía muchos más litros que los 60.000 derramados, correspondientes “a las gamas más altas de Cepa 21″. La entidad lamenta lo sucedido “en plena expansión y crecimiento de ventas”, especialmente por la tipología de los caldos echados a perder: se ha tirado toda la producción de 2023 de la variedad Horcajo y las reservas de Cepa 21, el considerado como “buque insignia” del grupo vallisoletano.