Condenado un edil de Vox en Palencia por llamar “puto cojo” y golpear el pecho a una persona con discapacidad

El concejal del Ayuntamiento de Palencia Ricardo Carrancio, de Vox, ha sido condenado por golpear e insultar el pasado abril a otro hombre durante un paseo por la ciudad. El edil cometió un delito leve de maltrato de obra, penado con una multa de 450 euros, al llamar “puto cojo de los cojones” y palmear el pecho a una persona con una discapacidad del 35% y una movilidad reducida. Carrancio, que es también diputado provincial, sigue en el cargo y puede recurrir ante la Audiencia Provincial la sentencia que ha dictado el Juzgado de Instrucción número 5 de Palencia. La disputa se produjo mientras ambos hombres paseaban por un parque palentino a sus respectivos perros y el político reprochó a la víctima que llevara suelta a su mascota.

La jueza, en una sentencia adelantada por El Norte de Castilla, ha considerado probado que Carrancio cometió ese delito leve de maltrato de obra, sinónimo de un ataque físico sin causar lesiones. Los hechos sucedieron en abril de 2023, semanas antes de las elecciones municipales que llevarían al edil al cargo consistorial, aunque ya formaba parte de las listas de Vox.

La magistrada detalla que la discusión vivida en el céntrico parque del Salón respondió a que el ahora concejal se enfadó con el otro hombre porque llevaba suelto a su perro, algo que ya habría sucedido en anteriores ocasiones. “Ha quedado probado que el denunciado propinó al denunciante, sin causarle lesiones por ello, al menos un golpe con la mano a la altura del pecho”, explica. Y se refirió a él diciendo que era “un cojo de los cojones” o “un puto cojo”. “En este sentido, se ha de tener en cuenta que el maltrato de obra es un término que en Derecho Penal hace referencia a cualquier agresión física hacia una persona, sin producir lesiones. Este delito leve comprende todas aquellas conductas que atentan contra la integridad física de las personas y que no requieren de una asistencia facultativa médica, ni siquiera de primera asistencia, siendo el bien jurídico protegido no la salud, sino la propia dignidad de la persona”, destaca la jueza.

El denunciante sufre una discapacidad del 35%, lo que se traduce en una reducción de la capacidad motriz en siete puntos respecto a lo ordinario, y acostumbra a pasear por Palencia junto a su perro. El único testigo cuya declaración fue validada en el juicio es un empleado de un restaurante que se encontraba muy cerca del lugar de los hechos. El trabajador estaba en la terraza del establecimiento cuando escuchó la frase “puto cojo de los cojones” y pudo ver cómo la víctima recibía el golpe en el pecho. La jueza no ha considerado relevante que, con anterioridad a los hechos, el camarero y el actual concejal de Vox hubieran mantenido alguna conversación debido a las críticas del edil ultra a la terraza del establecimiento, ya que el camarero no es el dueño del local y no tendría por qué mentir para perjudicar al edil.

En cambio, los comparecientes citados por el político “poco o nada han aportado”, según la sentencia, dado que uno de ellos ni siquiera presenció los insultos y el golpe juzgados y el otro tampoco contempló toda la secuencia de hechos.