Imputados tres mandos por la muerte de dos militares en un ejercicio en la base Cerro Muriano
El juzgado castrense investiga al capitán jefe de la compañía, un teniente y un sargento por las maniobras en las que se ahogaron un soldado y un cabo
El Juzgado Togado Militar número 21 de Sevilla ha acordado citar como investigados (lo que antes se denominaba imputados) a un capitán, un teniente y un sargento por las muertes de los dos militares que perecieron ahogados mientras realizaban un ejercicio de instrucción en un embalse de la base de Cerro Muriano (Córdoba), el pasado 21 de diciembre, según han informado fuentes del caso. El juez ha tomado esta decisión tres días después de que el Juzgado de Instrucción número 4 de Córdoba decidiera inhibirse en favor del juez castrense para que este aclare las circunstancias en las que fallecieron el soldado Carlos León, de 24 años ―que llevaba en su macuto un lastre de tres kilos supuestamente como castigo por haber hecho mal un ejercicio anterior―, y el cabo Miguel Ángel Jiménez Andújar, de 34, que tenía la condición de instructor, y se lanzó al agua para intentar salvar la vida del anterior.
El juez ha decidido imputar al capitán jefe de la compañía, que fue separado del mando al día siguiente del suceso, al teniente al mando de la sección, y a un sargento que estaban presentes en las maniobras acuáticas. Según el juez, los tres mandos podrían haber incurrido en un delito contra la eficacia del servicio con resultado de muerte, equivalente al homicidio imprudente del Código Penal ordinario, que el artículo 77.1. del Código Penal Militar castiga con hasta cinco años y tres meses de cárcel.
En su auto, el juzgado militar alega que las medidas de seguridad adoptadas no funcionaron: la cuerda que se tendió de una orilla a otra del estanque no reunía los requisitos para servir como “vía de vida” a la que los soldados pudieran agarrarse en caso de peligro, mientras que las mochilas no estaban estanqueizadas y tenían “exceso de peso”, por lo que no flotaban. Según el juez, pudo existir una “relación de causalidad entre la posible falta de idoneidad de estas medidas de seguridad empleadas” y la muerte de los dos militares.
Las acusaciones que representan al soldado y al cabo fallecidos han anunciado su propósito de recurrir la decisión del Juzgado de Instrucción número 4 de Córdoba de inhibirse en favor del togado militar, por lo que la decisión de que la causa la instruya la jurisdicción castrense no es definitiva, aunque sí muy probable a juzgar por la jurisprudencia del Supremo en casos similares.
El soldado Carlos León Rico, de 24 años, soltero y natural de El Viso del Alcor (Sevilla), había ingresado en el Ejército de Tierra el 8 de mayo; mientras que el cabo Miguel Ángel Jiménez Andújar, de 34, natural de Adamuz (Córdoba), casado y a la espera de un hijo, lo hizo en 2011; había participado en misiones en Letonia y Líbano, y estaba en posesión de dos cruces al mérito militar con distintivo blanco. Ambos permanecían destinados en el Regimiento de Infantería La Reina 2, de la Brigada Guzmán el Bueno X.
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