El jefe policial de El Puerto que insultaba al Gobierno en la pandemia, detenido por cohecho

Rafael Muñoz Leonisio, allá por mayo de 2020, estaba tan descontento con la gestión que el Gobierno hacía de la pandemia que se manifestaba a cada tarde y usaba su perfil de Facebook para llamar a Pedro Sánchez “Heil Fraude”; al director del Centro de Alertas Sanitarias Fernando Simón, “borracho” y al entonces vicepresidente, Pablo Iglesias “comunista de mierda”. Muñoz era entonces jefe de la Policía Local de El Puerto de Santa María (89.400 habitantes, Cádiz). La Policía Nacional de Cádiz investiga ahora si, mientras profería esos insultos, aprovechaba su cargo para cobrar comisiones ilegales. Los investigadores lo han detenido a él, acusado de cohecho y negociaciones prohibidas a funcionarios y al técnico del área municipal de Infraestructuras, José Manuel C. R., también por cohecho.

La detención se ha producido la mañana de este martes, según ha adelantado Diario de Cádiz y ha confirmado a EL PAÍS el Ayuntamiento de El Puerto. “En el día de hoy se han facilitado las actuaciones de la UDEF [Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal] en las instalaciones municipales”, ha añadido el Consistorio en un breve comunicado en el que han enfatizado su “total colaboración” con las pesquisas. Los dos detenidos han sido trasladados hasta la comisaría de El Puerto, donde les están tomando declaración. Las investigación, declarada secreta, está siendo coordinada por la Fiscalía Anticorrupción de Cádiz.

Por ahora, el exjefe de la Policía Local, Muñoz Leonisio, está investigado por cohecho y negociaciones prohibidas a funcionarios, por supuestamente favorecer tratos y gestiones a cambio de comisiones ilegales. “A la jefatura iba mucha gente a buscarlo, empresarios. Los policías de la puerta comentaban que había gente que venía de seguido hasta tres semanas y que largaban de que él les había prometido cosas”, ha explicado una fuente del Ayuntamiento que pide anonimato. Esa misma persona asegura que Muñoz tampoco ocultaba su trabajo paralelo, al margen de la Policía Local, como comisionista en diversas operaciones, “pese a la ley de incompatibilidad funcionarial que nos rige”.

“Se suponía que esos inversores alemanes que iban a buscarle era para sus negocios de fuera de su ámbito policial”, desliza el mismo trabajador con sospecha. Por ahora, desconoce el vínculo que unía a Leonisio con el ingeniero Jose Manuel C. R., técnico de Infraestructuras e investigado solo por cohecho. Fuentes de la investigación sí precisan que a ambos funcionarios se les investiga en el ámbito de una actividad que desarrollarían de forma conjunta y vinculada. “Los dos tenían una sensación de impunidad muy peligrosa”, añade el empleado municipal. A Muñoz Leonisio la detención lo ha pillado ya jubilado, después de que terminase su laboral el pasado mes de noviembre. El otro trabajador público sí está en activo y lleva “décadas” vinculado al Consistorio, como han explicado desde el propio Ayuntamiento.

Muñoz Leonisio se acostumbró a vivir en el alambre de lo políticamente correcto después de que en mayo de 2020 trascendiesen sus insultos contra diversos miembros del Gobierno, como a la ministra María Jesús Montero, a la que llamó “hija de puta”. Los insultos legalmente quedaron en nada y tampoco tuvieron consecuencias administrativas o laborales para él, de hecho, pese a que cerró su perfil en Facebook, a los meses volvió a la carga en abierto con nuevos improperios.

El intendente Muñoz se mantuvo en el cargo de jefe hasta que un cambio en la relación de puestos de trabajo permitió al Ayuntamiento gobernado por el PP sacar de nuevo una plaza de libre designación de jefe de la Policía Local que se cubrió en febrero de 2022. Para ese entonces, Rafael Muñoz ya había protagonizado la represión de las protestas del sindicato policial UPLB por la falta de pantalones en el uniforme municipal, en un caso que llegó hasta los juzgados para 12 de los expedientados (la mitad de ellos ya han ganado los juicios). En junio de 2023, Muñoz volvió a ser jefe de la Policía Local, después de que el alcalde Germán Beardo (PP) cesase al nuevo máximo responsable, cargo en el que se mantuvo hasta que en octubre se incorporó otro profesional. “Desde antes empezó a cogerse todos los días que le quedaban antes de jubilarse, aunque seguía yendo por la Jefatura. Al final, se ha ido por la puerta grande”, explica el trabajador. Hasta que le ha llegado la detención.