La Audiencia Nacional paraliza cautelarmente las exhumaciones en el Valle de Cuelgamuros

El Juzgado Central de lo Contencioso-Administrativo Número 11 de la Audiencia Nacional ha decidido suspender cautelarmente las exhumaciones en el Valle de Cuelgamuros, donde un equipo de forenses trabaja desde el pasado 11 de junio para tratar de identificar los restos de 160 víctimas reclamados por sus familiares. El auto, fechado el pasado 14 de diciembre, da tres días hábiles a Patrimonio Nacional para presentar alegaciones; una vez oídas, se decidirá el levantamiento, mantenimiento o modificación de la medida cautelar. Fuentes del Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática indican que tienen previsto presentar esas alegaciones este martes y reafirman su compromiso en la localización de los cuerpos. La medida cautelar no paraliza, en todo caso, la labor de identificación genética de las muestras ya recogidas en el interior del mausoleo. Precisamente este martes, la secretaría de Estado de Memoria Democrática ha convocado a familiares de las víctimas para informarles de los avances en los trabajos. De momento, según han confirmado a EL PAÍS fuentes gubernamentales, han enviado 200 muestras extraídas del interior de las criptas para cotejarlas con las muestras de ADN de sus parientes.

El juzgado ha admitido el recurso presentado por la nieta de una mujer enterrada en el Valle de Cuelgamuros que alega que los trabajos forenses vulneran su derecho a la libertad religiosa y a su “digna sepultura”. Su abuela, según la asociación Abogados Cristianos, que la asesora jurídicamente, “fue asesinada en Madrid en 1936″. En las criptas del monumento levantado por el dictador Francisco Franco para inmortalizar su victoria en la Guerra Civil yacen enterradas al menos 33.847 víctimas, el equivalente a la ciudad de Teruel, y algunas de las cajas donde fueron inhumadas se han deteriorado con la humedad y el paso del tiempo. Uno de los propósitos del Gobierno, además de tratar de identificar y devolver a sus familiares los restos reclamados, es adecentar el interior de las criptas. El equipo multidisciplinar de técnicos que trabaja desde junio en el mausoleo localiza las cajas donde se cree que fueron enterrados los restos reclamados por sus familiares y extrae muestras para su identificación genética. Solo los cadáveres reclamados saldrán del Valle una vez comprobada su identidad mediante pruebas de ADN.

De momento, ya han sido identificados los restos de diez víctimas cuyos cuerpos habían sido trasladados al Valle de Cuelgamuros procedentes de fosas comunes y sin el consentimiento de sus familias. La Secretaría de Estado de Memoria Democrática tiene previsto reunirse este martes con familiares de otras víctimas localizadas y pendientes de identificación genética, entre ellos, varios grupos procedentes de seis municipios de Zaragoza y de un pueblo de Cataluña. En septiembre de 2021, a los 97 años, falleció Manuel Lapeña, quien en 2016 había logrado una sentencia favorable para tratar de recuperar los restos de su padre y de su tío en una de las criptas del mausoleo. Al igual que ocurrió con la exhumación de la tumba del dictador Francisco Franco en octubre de 2019, una catarata de recursos de grupos profranquistas y antimemorialistas han tratado de frenar ese proceso de recuperación de restos desde que comenzó el pasado junio. La devolución de los cadáveres a sus familias forma parte del proceso de resignificación del Valle contemplado en la ley de memoria democrática, que entró en vigor en octubre de 2022. El pasado abril también fueron trasladados los restos del fundador de Falange, José Antonio Primo de Rivera, que se encontraban en un lugar preminente del mausoleo, junto al altar mayor.