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Los 20 minutos clave de la inexplicable muerte de Esther López

La Guardia Civil insiste en atribuir a Óscar S. la muerte de su amiga en Traspinedo y sitúa a ambos en los momentos clave del crimen

Muerte Esther Lopez
Amigos y familiares de Esther López, concentrados a las puertas de los juzgados de Valladolid antes de la declaración de Óscar S., el 25 de abril de 2022.NACHO GALLEGO (EFE)
Juan Navarro

Veinte minutos, una mujer muerta, un sospechoso y un enigma. La Guardia Civil cree que entre las 3.22 y las 3.42 de la madrugada del 13 de enero de 2022 está la clave que explica la muerte de Esther López, de 35 años, en Traspinedo (Valladolid). Y todo apunta a Óscar S., de 40 años, la última persona que la vio con vida.

Los autores del último informe presentado ante la jueza del caso han estudiado los teléfonos móviles de ambos, y escrutado el cadáver y el vehículo del hombre. Han elaborado pruebas periciales y analizado las declaraciones y conductas de los implicados. Y han llegado a una conclusión: el sospechoso atropelló a su amiga en la urbanización donde vivía, la dejó malherida, no la socorrió y, tras verla muerta en una noche helada, recogió su cadáver, lo escondió, lo subió a su coche y lo tiró a una cuneta. Después se marchó a casa. La Guardia Civil tiene “el convencimiento policial” de que fue Óscar. No tiene más sospechosos.

El análisis de las geolocalizaciones de los teléfonos de ambos y el rastro tecnológico del vehículo han tumbado las versiones del sospechoso, que permanece en libertad. El viernes 15 vuelve a declarar, en un proceso donde cada minuto de aquella madrugada está lleno de preguntas y requiere de muchas respuestas.

El caso comenzó en la tarde del 12 de enero del año pasado. Esther y Óscar se fueron de bares con amigos, consumieron alcohol, hachís y cocaína. Óscar declaró que Esther quería seguir de marcha mientras que él y otro colega, que se acababa de bajar del coche de Óscar, un Volkswagen T-Roc, querían irse a casa. Según el sospechoso, su amiga se enfadó, se bajó del vehículo en plena carretera de acceso a Traspinedo (Óscar dice que le llamó “rancio” y “cortarollos”) y se fue andando a casa de otro amigo para seguir la fiesta. Él aseguró que se desentendió de ella.

Las conexiones telefónicas fiscalizadas por la Unidad Central Operativa (UCO), junto a “controversias notables” de Óscar S., llevaron a los investigadores a pensar que mató a su amiga y ocultó el cadáver. . Los agentes han reconstruido de forma minuciosa los 20 minutos clave con los datos de las antenas de Traspinedo y de los enganches a redes wifi registrados aquella noche cerca de la vivienda del sospechoso, en la calle Uno de la urbanización Parque Romeral. “Tecnológicamente no hay error posible, está bien hilado”, aseguran.

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3.19 horas. Óscar y Esther se quedan solos. Óscar y Esther se quedan solos en el coche del acusado, tras dejar cerca de su casa a un colega que, según declaró, dio por hecho que sus dos amigos dormirían juntos. Las señales de los teléfonos de ambos corroboraron que el vehículo llegó hasta el domicilio de Óscar poco después, con la víctima seguramente a bordo, “contradiciendo gravemente el relato del investigado”. La UCO no encontró “evidencia de que durante el trayecto se hubiera producido una parada para que Esther se hubiera podido apear del vehículo”, algo que “se descarta policialmente”.

3.22. Comienzan los 20 minutos clave. El vehículo aparca. Los movimientos acreditados por Google revelan que Óscar estuvo “en el interior de la parcela familiar”, en la calle Uno. El informe explica que esta localización tiene una precisión de 44 metros. Hay un paseo del sospechoso de 118 metros hacia la parte trasera de la casa y luego de otros 137 metros de regreso al automóvil, cuya conexión Bluetooth se vinculó con el celular de Óscar.

3.26. Esther, geolocalizada en la urbanización del sospechoso. El móvil de la víctima se registró “geoposicionado en la calle Dos”, en “la parte trasera” del chalet del investigado. Esta localización tiene una precisión de 48 metros, según las pesquisas. La UCO sostiene que estaban juntos en los alrededores de esa vivienda porque no hay constancia “de que la víctima se hubiera separado de su terminal telefónico”.

El último vídeo de Esther López antes de morir
Dos fotogramas del último vídeo que mandó Esther dos horas antes de su muerte. Muestra a Óscar S. jugando a las tragaperras en el bar Castillo. Ella se lo envió a un amigo a la 1.17 del 13 de enero.EL PAÍS

3.29. El supuesto atropello. Las pesquisas apuntan a que, de nuevo al volante de su T-Roc, el sospechoso arrancó y arrolló a López en la parte trasera del inmueble, a 45 kilómetros por hora y con ella de espaldas y confiada. El teléfono del acusado estuvo vinculado continuamente al coche, que en ese momento estaba cerca de la residencia de él. La Guardia Civil cree que surgió “un conflicto interpersonal que pudiera haber desencadenado un episodio violento”.

3.33. Las llamadas del acusado. Los agentes recogen que, con él dentro o muy cerca del vehículo, el sospechoso hizo dos “llamadas infructuosas” a su amiga entre las 3.33 y 3.34. Él aseguró ante la jueza que no recordaba esos contactos fallidos. A continuación, telefoneó vía WhatsApp, sin éxito, a otro número anterior de la víctima.

3.40. Vuelta a casa. Según el informe policial, Óscar y el coche seguían a las 3.40 “a la altura de la parte trasera de su residencia familiar”, donde ya “habría embestido a la víctima con su vehículo”. Instantes después, Sanz conduce hacia su parcela. Hay una desconexión entre el coche y el teléfono de 17 segundos. ¿Por qué? El teléfono, según la UCO, sitúa al sospechoso dentro de la parcela familiar. Los investigadores sostienen que Esther ya estaba muerta o moribunda.

El informe concluye que, hacia las tres y media de la madrugada, Esther López se marchó enfadada de la casa de Óscar S., tras lo que pudo ser una pelea entre ambos. Puede que incluso estuviese aturdida por el alcohol y las drogas. Él volvió a recoger su coche y “habría embestido a la víctima con su vehículo”, “por la espalda”, mientras ella caminaba por la urbanización. Tras el golpe, el sospechoso ocultó su cuerpo “en el interior de la residencia familiar o de sus inmediaciones” y la dejó morir a causa del atropello, las drogas y el frío (había siete grados bajo cero). López seguiría viva, reitera la autopsia, de haberla auxiliado.

La autopsia evidenció daños en zonas del cuerpo “relacionables” con las abolladuras y rasguños descubiertos en la parte frontal derecha del coche, cuyo ordenador de a bordo fue “manipulado” en fechas posteriores para borrar “información en las fechas del hecho investigado”. Luego se cree que el cadáver permaneció escondido mientras el sospechoso “seleccionaba” el lugar para desprenderse de él y cómo hacerlo. Unas horas después de la muerte, llevó el cuerpo en coche hasta la cuneta donde no se halló hasta el 5 de febrero. A la mañana siguiente, unas cámaras de vigilancia grabaron a Sanz limpiando el maletero, donde, pese a ello, los investigadores han localizado ADN de la mujer.

Esther Lopez Traspinedo
Agentes de la Guardia Civil, en la zona donde apareció el cuerpo de Esther López, en febrero de 2022.joaquín rivas

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Sobre la firma

Juan Navarro
Colaborador de EL PAÍS en Castilla y León, Asturias y Cantabria desde 2019. Aprendió en esRadio, La Moncloa, en comunicación corporativa, buscándose la vida y pisando calle. Graduado en Periodismo en la Universidad de Valladolid, máster en Periodismo Multimedia de la Universidad Complutense de Madrid y Máster de Periodismo EL PAÍS.
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