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Albares desvela que llamó a su homólogo israelí para intentar recomponer las relaciones diplomáticas

El debate del Congreso sobre Gaza se convierte en un intercambio de reproches entre el Gobierno y el PP pese a la cercanía de sus posiciones

José Manuel Albares
Comparecencia del ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, para informar sobre la situación en Gaza, Israel y Oriente Próximo, este martes en el Congreso.Claudio Álvarez
Miguel González

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha obviado este martes la crisis diplomática entre España e Israel —que hace una semana llamó a consultas a su embajadora en Madrid, Rodica Radian-Gordon— durante el debate parlamentario sobre el conflicto de Oriente Próximo. Solo a su llegada al Congreso, el jefe de la diplomacia española ha revelado que el pasado domingo habló con su homólogo israelí, Eli Cohen, aunque no ha revelado el contenido de la conversación. Fuentes diplomáticas han explicado que la llamada se produjo a iniciativa de Albares, después de que el presidente Pedro Sánchez hablara el viernes desde Dubái, donde asistía a la cumbre del clima, con el ministro israelí Benny Gantz a petición de este último.

El intercambio de llamadas evidencia, según las fuentes consultadas, que los puentes no están rotos, a pesar de la escalada de desencuentros que se ha producido en las últimas semanas y de que no hay ningún indicio, admiten las mismas fuentes, sobre cuándo regresará la diplomática israelí y se normalizarán las relaciones. Exteriores, por su parte, descarta llamar a consultas a la embajadora española en Tel Aviv, como medida de reciprocidad, y mantiene la mano tendida, aunque no renuncia a su exigencia de que Israel cumpla el derecho internacional humanitario en su respuesta a Hamás. Eso sí, el ministro de Exteriores ha evitado este martes repetir que España tiene “francas dudas” de que el Ejército israelí esté cumpliéndolo en sus bombardeos sobre Gaza, como hizo Pedro Sánchez en sus declaraciones a TVE del pasado martes, lo que provocó el disgusto del primer ministro, Benjamín Netanyahu y la retirada temporal de la embajadora.

El primer pleno del Congreso de la recién iniciada XV legislatura ha estado dedicado íntegramente a la guerra de Gaza, pero ni siquiera la actual catástrofe humana en Oriente Próximo —con más de 15.900 palestinos y 1.200 israelíes muertos desde el 7 de octubre— ha servido para que impere el consenso. A pesar de que la posición del PP y el PSOE sobre este conflicto coincide en sus puntos básicos —los dos partidos pactaron en 2014 una resolución en favor del reconocimiento del Estado palestino aprobada por el Congreso— , ambos se han lanzado una cascada de reproches.

El vicesecretario institucional del PP, Esteban González Pons, ha tachado la política exterior de Sánchez de “sesgada y banal” y le ha acusado de equiparar a un “Estado democrático” como Israel con una “banda asesina” como Hamás. Tras asegurar que su posición sobre Oriente Próximo “no es de Estado y va contra el interés de España”, ha calificado de “estridente que el presidente Sánchez acuse a Israel de matar civiles indiscriminadamente sin pruebas y de crímenes de lesa humanidad sin pedir antes la disolución inmediata de Hamás”.

Aunque ha reconocido que el PP votó en favor del reconocimiento del Estado palestino, ha asegurado que esta decisión no puede tomarse “de manera unilateral y punitiva para Israel […] como castigo por haberse defendido” de un ataque terrorista, sino que debe estar “condicionada al acuerdo entre las partes” y ha recomendado a Albares que deje de “frivolizar con esta tragedia” y siga en este asunto lo que haga la UE. González Pons ha admitido que hay que presionar a Israel para que “contenga la ira”, pero ha asegurado que lo que persiguen sus bombardeos es “destruir la infraestructura que utiliza Hamás para atacarle”.

Sacando de contexto unas declaraciones de Sánchez, ha asegurado que el presidente del Gobierno calificó de “anécdota” los crímenes de Hamás. En realidad, lo que Sánchez calificó de “anécdota” fue el hecho de que Netanyahu le pusiera a él y al primer ministro belga, Alexander De Croo, quien le acompañó en su gira por Oriente Próximo, un vídeo de 20 minutos de duración con imágenes de los atentados terroristas del 7 de octubre, que tachó “execrables y deleznables”.

Por su parte, Albares ha acusado a González Pons de “hipocresía, cinismo y oportunismo” y le ha reprochado que, en su réplica, se olvidara de pedir a Israel que respete el derecho internacional y se dedicase a hablar de asuntos como el programa espía Pegasus o las relaciones con Marruecos, que nada tenían que ver con el conflicto de Gaza. Además, le ha afeado que “dé pábulo al comunicado de una organización terrorista”, en alusión al comunicado de Hamás que aplaudía la posición mantenida por Sánchez y De Croo en Oriente Próximo, y que se “mimetizara” con Vox.

La portavoz de este partido, Pepa Millán, ha abundado en el comunicado de Hamás y ha deslizado que “si mañana [Pedro Sánchez] necesitara los votos de Hamás para una hipotética investidura, no nos cabe ninguna duda de que amnistiaría a los que entraron a masacrar las vidas de tantos inocentes”. Tras recordar los atentados yihadistas de los últimos años en Europa, la diputada ultra ha mezclado a Hamás con la inmigración y la fe musulmana para acabar culpando a la izquierda de “crear una pinza con el islamismo más radical” para obligar a los españoles “a convivir con personas que no tienen nada en común” y que “no se van a integrar porque no quieren y desprecian nuestra identidad y modo de vida”. Albares la ha acusado de “esparcir el discurso del odio” y ha pedido al PP que haga frente a quienes utilizan este conflicto para dividir a la sociedad.

Los demás portavoces se han alineado mayoritariamente con la posición del Gobierno, aunque con matices. Agustín Santos, exembajador ante la ONU y diputado de Sumar, ha pedido que se reconozca al Estado palestino “cuanto antes”; mientras que Gabriel Rufián, de ERC, ha calificado a Netanyahu de “criminal de guerra, igual que Putin”. En respuesta a la demanda de que España suspenda sus ventas de armas a Israel, Albares ha asegurado que desde el 7 de octubre no se ha producido ninguna exportación y ha apostillado: “Descuiden que eso no se va a producir”.

Durante la intervención del ministro, dos militantes de Izquierda Unida, el presidente de la ONG Paz Ahora, Julio Rodríguez, y una mujer palestina han sido desalojados de la tribuna del público por desplegar una bandera y proferir gritos contra Israel.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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