La derecha alcanzaría la mayoría absoluta por primera vez desde el 23-J

Ha sido un lento goteo en los tres últimos meses, según avanzaba el alboroto político sobre la amnistía, hasta provocar un giro: por primera vez desde las pasadas elecciones generales, la derecha estaría en condiciones de obtener la mayoría absoluta en un hipotético regreso a las urnas. No es que la polémica por los pactos de Pedro Sánchez con el independentismo catalán origine grandes corrimientos de voto, aunque sí los suficientes para alterar los resultados del 23-J, según el barómetro de diciembre de 40dB. para EL PAÍS y la Cadena SER. El rechazo mayoritario a la amnistía a los encausados por el procés erosiona al PSOE en la franja más moderada de sus votantes.

El último mes ha registrado una gran efervescencia en la calle contra el Gobierno, con multitudinarias manifestaciones promovidas por la derecha y protestas diarias ante las sedes socialistas. El trabajo de 40dB. detecta desgaste en las fuerzas del Gobierno y, en el signo contrario, una mayor pujanza del PP y de Vox. Los movimientos respecto al barómetro anterior de noviembre son, en cualquier caso, moderados: las fuerzas de la derecha ganan tres décimas cada una, mientras el PSOE pierde siete y Sumar cuatro.

Lo más relevante para la formación de Alberto Núñez Feijóo es que desde julio ha encadenado subidas todos los meses. En consecuencia, hoy alcanzaría el 35% de los votos, casi dos puntos más que en las elecciones, y 147 escaños, diez por encima de los que tiene ahora. Vox resistiría como tercera fuerza, en apretada pugna con Sumar, al obtener el 11,5% de los votos y 30 diputados, nueve décimas y tres representantes en el Congreso menos que el 23-J. Con esas cifras y el parlamentario que mantendría Unión del Pueblo Navarro (UPN), la derecha reuniría 178 escaños, dos más que la mayoría absoluta.

La ventaja del PP sobre el PSOE, que fue en julio de 1,4 puntos, crece a 4,5 en este último barómetro de 40dB., más por efecto del avance de los populares que del retroceso de los socialistas. De celebrarse nuevos comicios, el partido de Sánchez recogería el 30,5% de los sufragios y 119 diputados, 1,2 puntos menos y dos escaños por debajo de los resultados del 23-J. Estas cifras parecen claramente una consecuencia directa del fuerte rechazo a la amnistía -alrededor de un 60%- que ha confirmado el trabajo demoscópico. La prueba es que el principal desgaste para el PSOE se concentra en el sector más centrista de su electorado.

Las encuestas que vaticinaban una probable mayoría de la derecha en julio se basaban sobre todo en la posibilidad de un importante trasvase de votos del PSOE al PP. Tal cosa nunca llegó a hacerse realidad en las urnas. El fenómeno reaparece en este último barómetro para ratificar la impresión de que el estrépito alrededor de la amnistía ha hecho mella en la franja más moderada del votante socialista. Casi un 6% de los que se decantaron por Sánchez en julio aseguran que ahora se pasarían a Feijóo. Los populares propinan mordiscos a izquierda y a derecha, porque también captan el 8% de los que hace cuatro meses apoyaron a Vox. Y además son los que presentan mayor fidelidad en su electorado, el 90%, frente al 85% de la formación de Santiago Abascal, el 80% de Sumar y el 75% del PSOE.

En todos los barómetros desde las elecciones se venía registrando otro corrimiento de sufragios, en este caso de Sumar al PSOE. En el último mes se ha reducido, del 8% al 5,5%. La formación de Yolanda Díaz viene presentando altibajos mes a mes y alternando los puestos tercero y cuarto con Vox. Esta vez vuelve a ser superada mínimamente -dos décimas- por la extrema derecha. El reciente y áspero choque con Podemos después de que este partido se quedase sin ministros en el Gobierno de coalición no pasa factura aparentemente a Sumar, al menos de momento. Las escaramuzas internas del último mes se traducen apenas en un pequeño retroceso de cuatro décimas. Peores resultan sus datos comparados con julio: retrocedería 1,1 puntos, con un coste de seis diputados menos, al pasar de 31 a 25.

En el campo nacionalista, la encuesta reitera la hipótesis apuntada ya el mes pasado de que Junts dé el sorpasso a ERC y recupere la hegemonía del independentismo. Ambos partidos estaban empatados a siete escaños, aunque Esquerra logró más votos el 23-J. Junts, nuevo interlocutor privilegiado del Gobierno, sumaría ahora un diputado más. En el País Vasco y Navarra, EH Bildu mantendría también su ventaja sobre el PNV, con seis escaños el primero y cinco el segundo.