El PSOE celebrará una conferencia política para su rearme ideológico frente a los pactos del PP con Vox

La corriente reaccionaria que recorre el mundo, cuyos últimos capítulos son la llegada del ultraderechista Javier Milei a la presidencia de Argentina y la victoria en Países Bajos de Geert Wilders, un referente de la extrema derecha europea que negocia ahora la posibilidad de gobernar con la derecha tradicional, ha resuelto a Pedro Sánchez a dar la batalla de las ideas en España, en respuesta a la política de alianzas del PP con Vox y a las puertas de un ciclo electoral con elecciones en Galicia y Euskadi que se prevén en febrero o marzo. Dos citas que volverá a poner a los partidos en modo electoral antes de las europeas en junio, en un calendario que no da tregua y con otro interrogante en el horizonte: las elecciones en Cataluña, programadas para febrero de 2025, pero que también podrían adelantarse.

Ante este escenario, en el que España se consolidó el 23-J como un referente de la socialdemocracia, el PSOE celebrará el 20 y 21 de enero en A Coruña una conferencia política para su rearme ideológico, según avanzan fuentes socialistas a EL PAÍS, con las recetas del Estado del bienestar por estandarte y reivindicando además la bandera española, como los socialistas ya hicieron con énfasis en el acto multitudinario del pasado fin de semana, en contraposición a un PP que, según Sánchez, “se ha dejado parasitar” por la ultraderecha. Alberto Núñez Feijóo renunció hace justo un año al debate ideológico en el PP y descartó una convención antes de las generales —que finalmente se adelantaron seis meses—, sorteando de ese modo discusiones muy sensibles como la relación con Vox. Feijóo fue elegido hace año y medio sucesor de Pablo Casado en un congreso extraordinario sin ponencia política ni de estatutos. El 28-M dejó un aluvión de pactos del PP con el partido de Santiago Abascal tras las autonómicas y municipales. El resultado fueron cinco gobiernos autonómicos de la derecha con la ultraderecha. Una alianza que se expandió a 140 ayuntamientos. Un poder territorial enorme que, sin embargo, fue letal el 23-J para las aspiraciones de Feijóo.

El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE cree que el refuerzo, ampliación y renovación del ideario socialista en España es vital para continuar siendo el dique de contención de una derecha europea que también libra un pulso interno entre quienes priman los pactos con los ultras, como Manfred Weber, presidente del Partido Popular Europeo, y quienes anteponen el veto como socios de los partidos populistas y euroescépticos a la derecha de la derecha clásica, como es el caso de la corriente que representa la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. “España, como Europa, como el mundo, nos estamos enfrentando a un avance reaccionario, de gobiernos reaccionarios que están socavando las bases de nuestra democracia. Creo que tenemos que aislar las conductas de los intolerantes, aquellos que ponen en cuestión el papel de la mujer en la sociedad y en la vida política, económica y social, que banalizan la emergencia climática, que cuestionan el papel de la ciencia que nos ha salvado de la pandemia. A todo esto es lo que también tiene que responder el PP. ¿Quiere estar del lado de aquellos que defendemos estos valores, o quiere estar del lado de aquellos que defienden precisamente los valores que defiende Milei en Argentina o que defiende Wilders en Holanda? Desgraciadamente, lo que estamos viendo en las distintas comunidades autónomas después del 28 de mayo es que el PP ha elegido estar con estos partidos de ultraderecha y articular gobiernos reaccionarios”, incidió Sánchez este jueves en una entrevista en La Hora de la 1, en TVE.

Un escaparate para los candidatos

Inés Rey, alcaldesa de A Coruña y vicepresidenta primera de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), será la anfitriona de una cumbre en la que se apelará a los valores de la socialdemocracia como la mejor fórmula para contener el ideario de la ultraderecha que en ciertos casos ha asimilado la derecha tradicional. La conferencia política podría servir para acometer algunos cambios en la dirección federal del PSOE, como quién sustituirá a Pilar Alegría como portavoz del partido, pero el objetivo principal es que también sirva de escaparate de los candidatos del PSOE en las elecciones gallegas y vascas. El partido, donde se maneja que podría haber comicios en Galicia el 18 de febrero y quizás en marzo en el País Vasco, no quería sorpresas y ya eligió en octubre a sus dos candidatos: José Ramón Gómez Besteiro (Lugo, 55 años) será el cabeza de lista a la Xunta, y Eneko Andueza (Eibar, Gipuzkoa, 44 años) será el aspirante del PSE-EE a lehendakari. Como ya le pasó al PSOE en las convocatorias extraordinarias de Madrid en 2021 y de Castilla y León y Andalucía en 2022, el calendario ahora no le es favorable para el PP, que tiene poco que ganar en Euskadi y mucho que perder en su bastión gallego, donde Alfonso Rueda afronta el reto de retenerlo tras las cuatro mayorías absolutas de Feijóo.

Besteiro cuenta con el respaldo absoluto de Sánchez y el aprecio de todo el PSOE. Se le considera víctima de una estrategia de la derecha en los tribunales que le llevó a dimitir en marzo de 2016 como secretario general del PSdeG porque tenía 10 imputaciones judiciales. En 2021 quedó libre de todas las investigaciones mientras se planteaba exigir responsabilidades a la justicia. La Audiencia Provincial de Lugo lo desimputó en febrero de ese año y archivó el caso Garañón sobre las presuntas irregularidades en un desarrollo urbanístico. El tribunal provincial reprochó a la jueza Pilar de Lara que la investigación se fundamentara en “meras sospechas que no alcanzan el carácter de indicios”. El área de organización del PSOE cree que tienen opciones de lograr la presidencia de la Xunta, debido a que Rueda está forzado a ganar por mayoría absoluta, ya que no dispone de potenciales aliados como Vox, que no se ha asentado en la comunidad. Besteiro aspira además a crecer después de que los socialistas gallegos tocasen suelo en 2016 y 2020 con 14 diputados, su peor resultado. Feijóo obtuvo 42 en una cámara de 75, en la que el BNG se convirtió en el principal partido de la oposición con 19 asientos, su mejor marca.

Los socialistas vascos, que en las dos últimas legislaturas han cogobernado con el PNV pese a firmar sus peores números, evitando una coalición alternativa de PNV y EH Bildu, aguardan con buenas expectativas las elecciones. El PSE-EE fue el más votado en las elecciones generales del 23-J, lo que no sucedía en Euskadi desde 2008. La previsión es remontar los 10 escaños de los comicios de 2020, su segunda marca más discreta frente al techo de 25 escaños de Patxi López en 2009, que le sirvió para ser lehendakari con el respaldo del PP y UPyD frente a la candidatura de Juan José Ibarretxe (PNV). “El PSOE de Euskadi no va a ser un partido necesario, va a ser un partido imprescindible para liderar gobiernos y modernizar el país”, afirmó Andueza el lunes en un acto en Madrid, en el que dejó claro que bajo ninguna circunstancia gobernará con EH Bildu.