El Hierro cierra una semana inédita con la llegada de unos 2.300 migrantes en cayucos

La pequeña isla de El Hierro ha experimentado una semana de llegada de migrantes africanos inédita en los últimos años. Unos 2.300 han llegado a puerto desde el pasado martes, cuando un cayuco con más de 270 personas a bordo, entre los mayores desde que se abrió la llamada ruta canaria de la migración irregular en 1994. La presión migratoria está poniendo a prueba los servicios de la isla, mucho peor preparada que otras mayores y más habituadas a la recepción de las barcazas, algo que han lamentado tanto el presidente autonómico como el del cabildo herreño.

Las llegadas continuas y sin visos de interrupción comprometen los escasos recursos de El Hierro a pesar de los traslados de los migrantes a islas mayores. Otros 535 desembarcaron en las costas canarias este domingo, según Salvamento Marítimo. Solo en la isla herreña, en la madrugada del domingo arribaron tres cayucos, rescatados por la Salvamar Adhara, en los que viajaba un total de 372. De los dos últimos, tuvieron que ser evacuados a centros de salud tres mujeres, una de ellas embarazada, un menor de 14 años y un varón adulto.

Al otro extremo del archipiélago arribaron otras tres embarcaciones, la primera de ellas socorrida por la Guardamar Talía a 28 kilómetros al este de la isla oriental deshabitada de Lobos, y en la que viajaban 50 varones, en su mayoría magrebíes salvo tres subsaharianos, una mujer y un menor, que fue trasladada al puerto de Arrecife (Lanzarote). Hasta el mismo punto llevó la Guardamar Polimnia a otra barcaza con 42 hombres magrebíes que aseguran haber partido de Dajla (Marruecos). Una tercera embarcación, auxiliada por la Guardamar Izar, que llevaba a bordo a 57 varones y 12 mujeres subsaharianas desembarcó en Gran Tarajal (Fuerteventura).

Las autoridades han ido sacando hacia Tenerife a los recién llegados a gran velocidad de la isla más occidental del archipiélago, el último punto donde llegar a puerto antes de perderse en la inmensidad del Atlántico, pero que con su pequeño tamaño (similar al del municipio de Vitoria) y con apenas 11.400 habitantes cuenta con muchos menos recursos para recibir y acoger a los migrantes que las islas mayores. El viernes salieron hacia Tenerife más de 300 de ellos, incluidos 20 menores, una cifra similar a la del jueves. En los próximos días se trasladarán a 150 menores más, según ha asegurado el presidente autonómico, Fernando Clavijo.

Atención especial han merecido los menores extranjeros no acompañados. La Consejería de Bienestar Social, Igualdad, Juventud, Infancia y Familias publicó este viernes una orden por la que se declaraba la emergencia social y atención prioritaria la situación de estos menores. La Dirección General de Protección a la Infancia y las Familias de Canarias ha movido a 333 menores extranjeros no acompañados que han llegado a El Hierro hasta Tenerife y Gran Canaria. Para albergarlos hasta su traslado, la consejería amplió el número de plazas disponibles para albergar a 240 menores migrantes, que según la consejera del área, Candelaria Delgado, han sido “perfectamente atendidos”.

El objetivo de la consejería, según su titular, es que en El Hierro solo permanezcan medio centenar de menores para facilitar así su integración entre las pequeñas poblaciones locales. En la actualidad, según los datos del Ejecutivo autónomo, más de 3.000 migrantes menores no acompañados están bajo la tutela del Gobierno de Canarias, que en estos momentos cuenta con 51 centros repartidos por las islas.

“Colapso” en las islas

El presidente de Canarias ha denunciado este domingo un “colapso” en las islas por la crisis migratoria y ha criticado al Gobierno. “No sé qué más tiene que pasar para que el Gobierno mire a Canarias, nos atienda y ponga un mando único”, aseguró este domingo en El Hierro durante unas declaraciones a los medios de comunicación en las que lamentó que el Estado no tenga con el archipiélago “toda esa solidaridad” que muestra en ocasiones a otros países. Clavijo ha hecho especial hincapié en que El Hierro “está que no puede más” porque los recursos están “totalmente colapsados” y por mucho que se deriven los migrantes, tanto menores como adultos, a otras islas, estas también empiezan a estar “colapsadas”, ha insistido.

El presidente autonómico, que ha visitado las instalaciones en El Hierro en las que se atiende a los migrantes, apuntó que aún quedan por hacer pruebas óseas a unos 1.500 jóvenes para determinar si son mayores o menores de edad, aunque señaló que los servicios forenses también están colapsados.

El presidente herreño, Alpidio Armas (PSOE), urgió este domingo al presidente canario a que las derivaciones de menores extranjeros no acompañados fueran más ágiles y que el centro de salud de El Pinar no vuelva a quedar sin médico. “Esto es un auténtico drama que no cesa, ayer [el sábado] estábamos contentos en el puerto de La Estaca porque todos los adultos que había en la isla habían salido. Hoy [este domingo], unas horas después, estamos hablando de que estamos saturados, ya tenemos un centro lleno y estamos yéndonos para el habilitado en el monasterio de Frontera”, ha informado a los periodistas.

El presidente herreño ha resaltado que “es un continúo” y que “no hay margen”, lo que ocasiona que “la gente (Cruz Roja, Protección Civil, los conductores de las guaguas [autobuses] que realizan los traslados) esté saturada y cansadísima”. “Lo que necesitamos es que los gobiernos canario, estatal y europeo se hagan cargo del auténtico drama que se está viviendo en esta isla”, ha aseverado. Armas ha subrayado que no disponen de medios humanos y materiales” para gestionar esta situación. “Hay una avalancha inmensa de gente queriendo venir aquí y no sé cómo vamos a poder continuar con esta situación”, ha referido. Alpidio Armas ha asegurado que las derivaciones de menores no acompañados realizadas hasta ahora por el Gobierno regional a otras islas del archipiélago resultan insuficientes porque “es mayor el número de los que entran que el de los que salen”.

Además, Armas ha transmitido al presidente canario su preocupación porque el personal que atiende a los recién llegados tienen que dejar sus puestos en el centro de salud de El Pinar. Clavijo señaló, tras hablar con el presidente del Colegio de Médicos, que habrá que acudir a médicos jubilados para ver si se consigue no dejar desabastecidos a los centros por el colapso que sufren también los profesionales con turnos que calificó e “interminables”.