García-Page le recalca a Feijóo que no es un “interlocutor válido” para su investidura

Las expectativas que el PP había generado en lograr abrir una brecha en el PSOE antes de la investidura de Alberto Núñez Feijóo han sido infructuosas. El candidato popular ha retomado este jueves la ronda de contactos con presidentes autonómicos que anunció hace un mes tras recibir el encargo de Felipe VI para ser investido en un intento abocado al fracaso: Feijóo no ha logrado ampliar los 172 escaños (PP, Vox, UPN y Coalición Canaria) con los que acude al debate de investidura en las cuatro semanas transcurridas. El aspirante del PP ha llamado esta tarde a Emiliano García-Page, el presidente de Castilla-La Mancha y principal dirigente socialista en activo más crítico con la posible concesión de una amnistía a los encausados del procés. García-Page ha atendido por cortesía al líder popular, dejando claro por adelantado que solo hablarían de cuestiones de interés para la comunidad autónoma como infraestructuras, política de agua o la Política Agraria Común (PAC). “No somos interlocutores válidos ni para hablar, ni para negociar nada sobre la investidura. Eso le compete al secretario general del partido, que es Pedro Sánchez”, habían advertido horas en el entorno de García-Page antes de producirse la llamada. Y así ha ocurrido. No ha habido sorpresas. “No hubiéramos aceptado otra cosa, los límites estaban muy claros”, han señalado las mismas fuentes.

La conversación, de unos 10 minutos, se ha producido por la tarde, después de que Feijóo acusara al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, de cometer un “fraude electoral” al abrir paso a una amnistía. El PP ha indicado que se han tratado además “asuntos nacionales que afectan a la situación política actual y la gobernabilidad de España”, sin entrar en detalles. Fuentes socialistas subrayan que ha sido una conversación “breve y genérica”. El presidente de Castilla-La Mancha se ha manifestado en público en contra de la posibilidad de que se apruebe una ley de amnistía, algo en lo que coincide con Feijóo, con el que mantuvo una relación cordial durante su etapa como presidente de Galicia e hicieron un frente común junto a otras comunidades del PP y PSOE como Asturias y Castilla y León en problemas compartidos como el de la despoblación.

Feijóo le ha trasladado a García-Page “la necesidad”, según fuentes del PP, de poner en práctica el Acuerdo sobre la Igualdad con seis pactos de Estado —Regeneración Democrática, Estado del Bienestar, Saneamiento Económico, por las Familias, Agua y Territorial— que le planteó a Sánchez en su reunión del 30 de agosto “como camino para resolver los graves problemas que atraviesa nuestro país desde el punto de vista institucional, económico y social”. Sánchez le reprochó entonces la renovación pendiente del Consejo General del Poder Judicial, del que se cumplirán cinco años —todo un mandato— en diciembre.

García-Page es el único de los tres presidentes autonómicos del PSOE con los que Feijóo hablará antes del debate de investidura del 26 y 27 de septiembre. El asturiano Adrián Barbón y la navarra María Chivite ya advirtieron en agosto que no hablarían con Feijóo al considerarlo “fuera de lugar”. La razón es que los presidentes de las comunidades autónomas no desempeñan ningún papel en la elección del presidente del Gobierno y su investidura. El PP preside 11 comunidades y cogobierna además en Canarias. Feijóo ha hablado con los presidentes Juanma Moreno (Andalucía), Carlos Mazón (Comunidad Valenciana), Alfonso Rueda (Galicia), Fernando López Miras (Murcia), María José Saénz de Buruaga (Cantabria), además de con el lehendakari Iñigo Urkullu (PNV) y con su socio Fernando Clavijo (Coalición Canaria).