Cuenta atrás para la repetición de elecciones en Murcia: PP y Vox tienen 12 días para lograr un acuerdo

Hay una fecha marcada a fuego en la agenda del presidente en funciones de la Región de Murcia, Fernando López Miras: el 18 de marzo de 2021. Ese día, el dirigente popular salió airoso de una moción de censura registrada de manera conjunta por el PSOE y por Ciudadanos, formación con la que gobernaba el PP en coalición desde 2019. López Miras superó aquel hito —que inmediatamente puso patas arriba el mapa político nacional— gracias a tres diputados tránsfugas de CS y a otros tres díscolos de Vox, partido con el que además mantuvo tensiones a lo largo de la pasada legislatura. Pero aquella batalla ganada por López Miras ha condicionado su estrategia desde los comicios del 28 de mayo: el dirigente del PP ha mostrado una resistencia total, ya no solo a que los ultras entren en su futuro Gobierno, sino a que tengan ni siquiera un puesto en la Mesa de la Asamblea. No quiere ataduras, no quiere alianzas ni coaliciones como las que tantos problemas le causaron en el pasado reciente. Una posición que choca con la de otros barones populares, que han firmado acuerdos con Vox en otras cuatro comunidades autónomas —Castilla y León, Extremadura, Aragón y Comunidad Valenciana— para ser investidos.

Pero López Miras tendrá que olvidar el pasado o Vox dejar de pedir un gobierno de coalición. En caso contrario, habrá repetición electoral en la Región de Murcia: el plazo para que el PP y Vox acuerden una investidura expira el próximo 7 de septiembre, en solo 12 días. Si ninguno cede, la convocatoria de la repetición electoral se produciría en medio de las conversaciones para la investidura de Alberto Núñez Feijóo, que necesita el apoyo del partido de Santiago Abascal.

Y la situación sigue en el alambre. Los representantes regionales de Vox volvieron a exigir esta semana un acuerdo de Ejecutivo conjunto. “Las urnas han hablado el 28-M y han dicho que hay que conformar un Gobierno de coalición que respete el resultado electoral. Seguimos esperando la llamada de López Miras para sentarnos a negociar sin líneas rojas”, escribió José Ángel Antelo, líder de Vox en Murcia, en X (antigua Twitter) este miércoles, un día después de que Alberto Núñez Feijóo fuera designado candidato a la presidencia por el Rey. En la dirección nacional de los populares habían avalado sin fisuras hasta ahora a López Miras, pero el escenario actual tiene unos ingredientes distintos.

Feijóo y Abascal hablaron el lunes para calmar las aguas y acercar posiciones después de que el PP dejara también fuera de la Mesa del Congreso a Vox —que como respuesta no votó a la candidata del PP a la presidencia de la Cámara, Cuca Gamarra—, y antes de la ronda de contactos con el Rey, en la que Abascal otorgó su apoyo al presidente del PP. Un gesto que Feijóo le agradeció reconociendo la fuerza de sus 33 escaños, en público y con una claridad como no había hecho hasta la fecha. Pero esa aproximación en el plano nacional tenía además como telón de fondo a Murcia, donde de la voluntad de ambos partidos depende la gobernabilidad de la Región, la única comunidad en la que sigue sin conformarse el Ejecutivo. En Murcia, los populares lograron 21 escaños y el 42,87% de los votos, el mejor resultado de las cinco autonomías donde necesitaban a Vox y a dos asientos de la mayoría absoluta, aunque requieren de la abstención de los ultras para poder gobernar. Vox consiguió también allí el mayor porcentaje de voto, el 17,72%, y nueve escaños.

La cúpula popular insiste en que López Miras tiene la última palabra. En el entorno del presidente en funciones, sin embargo, reina el silencio informativo y se repite la misma respuesta: “No hay novedad”. Con la presión sobre sus hombros, el dirigente popular se limitó a decir este martes, a preguntas sobre una hipotética reunión con los portavoces de Vox: “Tenemos que verlo”.

La lejanía de ambas formaciones en el ámbito regional choca con el entendimiento alcanzado en varios ayuntamientos donde gobiernan en común, como en Molina de Segura, Torre-Pacheco, Yecla, Totana y Cieza. En Lorca, su alcalde, el popular Fulgencio Gil, aseguró este jueves su convencimiento de que “próximamente” habrá “algún tipo de contacto y movimiento”. “Ahora mismo creo que hay una dinámica general de colaboración entre los dos partidos en ese contexto, y estoy convencido de que en los próximos días va a haber contacto”, subrayó.

Las exigencias de Vox

Vox exige un Gobierno de coalición en el que los ultras tengan una vicepresidencia y dos consejerías. Unas aspiraciones que en el PP murciano tildan de desproporcionadas atendiendo al resultado electoral. Aunque los populares dejaron fuera de la Mesa del Parlamento a Vox a principios de junio, con el paso del tiempo el PP ha ido cediendo posiciones e hizo una contraoferta a mitad de verano para alcanzar un acuerdo: entrada a posteriori en la Mesa, un senador autonómico y otros cargos institucionales. Vox rechazó “los sillones”.

A estas alturas, queda solo la opción de que López Miras se desdiga o que Vox relaje sus exigencias a la nada o, como mucho, a solo una consejería. Ni siquiera en ese caso está asegurado el acuerdo, porque la resistencia del líder regional del PP a gobernar en coalición es enorme.