Detenido un conductor ebrio que circuló durante 68 kilómetros en sentido contrario en Soria

La Guardia Civil ha detenido a un hombre que condujo de madrugada 68 kilómetros en dirección contraria y en estado de embriaguez por dos autovías de la provincia de Soria. El piloto, que no llegó a provocar ningún accidente, recorrió esa distancia haciendo caso omiso de las indicaciones de los agentes que le salían al paso para intentar interceptarlo, e incluso trató de embestirlos, de modo que estos tuvieron que saltar a la cuneta para no ser arrollados. El conductor circuló en un primer momento por la autovía A-15. Allí se topó con la primera patrulla. Después se dirigió hacia la autovía A-62. Los agentes que participaron en su detención tuvieron que sacarlo por la ventanilla.

Este episodio de conducción temeraria se registró el pasado 20 de agosto, hacia las 01.45 de madrugada del sábado al domingo, según ha informado la Guardia Civil en un comunicado este jueves. La primera notificación llegó al advertirse que el hombre, zaragozano y cuya edad no ha sido facilitada por las autoridades, se desplazaba en dirección contraria por la autovía A-15, que surca la provincia de Soria de norte a sur hasta empalmar con la A-2, vía entre Madrid y el País Vasco. Los agentes del equipo de Tráfico de la Guardia Civil intentaron pararle por primera vez y les respondió “arremetiendo contra ellos y obligándoles a saltar a la cuneta para evitar ser arrollados”. El conductor continuó su trayecto hacia la autovía A-2.

Los agentes se comunicaron entre sí para formar un dispositivo entre las patrullas que aquella noche estaban movilizadas de la provincia y terminaron parando el vehículo en el kilómetro 135 de la autovía A-2, en las proximidades de Alcolea del Pinar, por donde el detenido había intentado escapar. Cuando al fin lograron que parara el coche, tras 68 kilómetros de conducción temeraria, tuvieron que romper las ventanillas porque el conductor se negaba a abrir las puertas e identificarse. Los agentes tuvieron que sacarlo del habitáculo por la ventanilla, arrestarlo y trasladarlo al puesto de Guardia Civil de Arcos de Jalón, al sur de Soria.

El detenido no provocó ningún accidente ni otro problema adicional en la carretera. La prueba de alcoholemia arrojó un resultado de 0,62 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, cuando el máximo legal permitido al volante para los conductores en general es de 0,25 miligramos.

Al hombre se le imputan delitos contra la seguridad vial “por conducir con temeridad manifiesta”, poniendo en grave peligro la vida o la integridad de las personas, motivo por el que podría recibir una pena de prisión de entre seis meses y dos años y la retirada del carné entre uno y seis años. También está investigado por la conducción bajo los efectos del alcohol, por atentado contra los agentes de la autoridad a quienes intentó embestir y por desobediencia grave a las autoridades. El juzgado de Instrucción 1 de Almazán se ha hecho cargo del caso.

Este episodio kamikaze se une al protagonizado hace apenas unos días por otro hombre, de 62 años, que condujo 70 kilómetros en dirección contraria por la autovía andaluza A-92. Este conductor, que triplicaba el máximo de alcohol permitido al volante, circuló entre las provincias de Granada y Almería y también ignoró los avisos de los agentes.