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El prófugo narco Gacanin, localizado y detenido en Alicante cuando recibía la visita de sus hijos

Con dos órdenes internacionales de arresto, el criminal bosnio se enfrenta a 20 años de cárcel en su país por tráfico de drogas y armas, y a ocho en Países Bajos por blanqueo de dinero

Rafa Burgos
Mirza Gacanin
Mirza Gacanin, en una captura de un vídeo difundido en redes sociales.RRSS

La zona de playas de Alicante, uno de los barrios más exclusivos de la ciudad, fue el escondite elegido por el fugitivo bosnio Mirza Gacanin para huir de la persecución de la policía. Con dos órdenes internacionales de detención, una de su país y otra de Países Bajos, la Policía Nacional aprovechó la visita de los hijos de Gacanin para capturarlo, el pasado 3 de julio, en plena calle. Los juzgados bosnios lo reclaman en una Orden Internacional de Detención (OID) por pertenencia a grupo criminal organizado vinculado al tráfico de drogas y de armas, penado con un máximo de 20 años de prisión.

Los neerlandeses, cuyas autoridades dictaron una Orden Europea de Detención y Entrega (OEDE), lo buscaban por el presunto blanqueo de dinero del narco, delito que conlleva un máximo de ocho años de cárcel. Tras el arresto, coordinado por agentes de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) de Alicante, Gacanin fue puesto a disposición del Juzgado Central de Instrucción de la Audiencia Nacional, que dirimirá si procede a su extradición.

La cooperación entre diferentes policías europeas puso sobre la pista a los agentes sobre la posible presencia de Gacanin en Alicante. En cuanto recibieron el soplo de que los hijos del prófugo tenían billetes para un vuelo entre Eindhoven (Países Bajos) y el aeropuerto Miguel Hernández (Alicante) el día 3 de julio, comenzaron a mover los hilos.

Fuentes cercanas al caso señalan que la Udyco organizó un dispositivo en el aeropuerto en el que esperaron la salida de la familia de Gacanin, que fueron recogidos por un socio del fugitivo, “visiblemente nerviosos”, cuentan los investigadores. Montaron en un vehículo con el que el amigo condujo “en contra vigilancia”, el término policial que designa las maniobras que intentan despistar a cualquier perseguidor. Pero no lo consiguieron. El seguimiento concluyó en la calle Enric Valor, cercana a la ubicación de la vivienda de Gacanin. Entre grandes bulevares arbolados y a un tiro de piedra de una de las playas más selectas de la ciudad, las calas del Cabo de las Huertas, el prófugo esperaba a su familia en el interior de su coche. Estaba solo. Cuando el socio dejó a los hijos en la calle y fue a avisarle, los agentes cayeron sobre él por sorpresa.

La OID bosnia, a la que ha tenido acceso EL PAÍS, señala que Gacanin pertenece a una organización criminal con múltiples conexiones con otras bandas y cuyo propósito era lucrarse de manera ilegal. Según este documento, el detenido y uno de sus socios tomaban decisiones, ordenaban la comisión de delitos que diseñaban y planeaban con otros miembros del grupo. También “supervisaban y controlaban las acciones y decidían cómo se repartían los beneficios ilegales obtenidos” por la organización. En el año 2020, prosigue la orden internacional, ambos organizaron “un transporte internacional no autorizado de narcóticos como cannabis sativa [marihuana], cocaína y heroína para su posterior venta”.

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El detenido es tío carnal de Edin Gacanin, uno de los narcotraficantes más buscados del planeta, que fue detenido en noviembre de 2022 en Dubái y a cuya banda criminal se atribuyen los envíos de grandes tonelajes de droga desde Sudamérica hacia Europa. Se sospecha de su vínculo con el cargamento de seis toneladas de cocaína camufladas en una carga de bananas colombianas que la Guardia Civil incautó en 2017 en Algeciras (Cádiz), uno de los mayores alijos de droga intervenidos en España hasta la fecha.

Las autoridades bosnias indican también que el arrestado y su compañero usaban aplicaciones diseñadas para encriptar las comunicaciones para concretar la hora, el lugar y el modo de transporte de los alijos de droga desde Bosnia y Herzegovina hacia Croacia y desde Eslovenia hacia Países Bajos. Igualmente, “instruían a los miembros del grupo” en la carga, transporte y entrega de drogas, armas y equipamiento militar e incluso migrantes ilegales por vías aparentemente legales. Según los investigadores, la droga viajaba por todo el continente. Las armas, desde Eslovenia a Bosnia, Países Bajos y Alemania. A los migrantes los recogían en Serbia y los trasladaban a Croacia por un itinerario que cruzaba Bosnia.

A sus 44 años, Gacanin parecía recoger así el testigo de las bandas criminales formadas por ciudadanos serbios, albaneses, croatas, montenegrinos, bosnios y macedonios que aprovecharon el excedente de armas de la guerra de los Balcanes para traficar por toda Europa y encontrar refugio en la costa española, desde Cataluña a Andalucía, como ha podido documentar en repetidas ocasiones la Policía Nacional.

La OEDE neerlandesa añade un delito más al currículo de Gacanin: en 2020 fue detenido junto a su mujer por el presunto delito de blanqueo de dinero procedente de las actividades ilícitas del grupo criminal al que pertenece. Según las pesquisas de los agentes de Países Bajos, el matrimonio, aparentemente sin ingresos legales conocidos, poseía varios inmuebles repartidos por todo el país, comprados con supuestos préstamos remitidos desde diferentes cuentas internacionales, e ingresó hasta 2,4 millones de euros “procedentes de la comisión de delitos”, afirman fuentes policiales.

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