Una bala, dos muertes: un único disparo mató al policía de Andújar y al agresor del cuchillo
Las autopsias revelan que el proyectil que provocó el fallecimiento del agente fue también el que causó las heridas mortales al vecino
Las autopsias realizadas tanto al policía Juan José Lara como a Andrés Moya, el vecino armado con un cuchillo y un martillo que inició el altercado vecinal que acabó con la muerte de ambos el domingo en Andújar (Jaén, 36.000 habitantes), apuntan a que fue la misma bala la que produjo las heridas mortales de los dos, según confirman fuentes conocedoras de la investigación. Las pesquisas señalan que el proyectil fue disparado por el segundo integrante de la patrulla policial justo cuando el agresor se abalanzaba sobre él para derribarlo. Esa bala atravesó a Moya ―que, sin embargo, siguió con su agresión― e impactó en el vientre del otro agente y le causó la muerte.
La autopsia revela que el cuerpo del agresor presenta otras dos heridas de bala producidas por sendos disparos efectuados por el mismo policía que hizo el primero, cuando aquel intentaba abandonar el lugar aún con las armas blancas en la mano. Fuentes policiales aseguran que estos dos impactos se encuentran en lugares del cuerpo no vitales, una pierna y el glúteo, que por sí solos no hubieran causado el fallecimiento. Una vez determinada provisionalmente que la muerte de ambos la causó una misma bala, la investigación intenta precisar qué trayectoria siguió la misma para que, una vez que atravesó el cuerpo del agresor, terminara alcanzando al segundo agente. Los expertos en balística intentan establecer si en su recorrido fue desviada tras impactar con un hueso del agresor o si rebotó en una pared de la calle donde ocurrieron los hechos antes de alcanzar al policía, en cuyo cuerpo quedó alojada, añaden las mismas fuentes.
El trágico suceso se inició sobre las 10 de la mañana del domingo en la calle Las Monjas de la localidad jiennense. Según muestran varios vídeos grabados por vecinos y que se han terminado haciendo virales en las redes sociales, a esa hora llegaba a un portal Andrés Moya, un veterinario jubilado y, según algunos testimonios, con sus facultades mentales alteradas. Del interior de la mochila que portaba sacó un martillo y un cuchillo y empezó a exigir al ocupante de una de las viviendas del bloque que abriera la puerta o, si no, la echaría abajo. Los gritos alertaron a los residentes del bloque y otros cercanos, que avisaron a la policía. Hasta el lugar se desplazó una patrulla que, al llegar, se encontró al agresor muy excitado ―gritaba “aquí hay dos terroristas”―, con el cuchillo en una mano y el martillo en la otra.
El vecino arremetió contra el primer agente que descendió del vehículo y que era quien ocupaba el puesto del copiloto. El policía extrajo y montó su arma reglamentaria mientras retrocedía caminando de espaldas para mantenerse a distancia del agresor. Mientras lo hacía, el agente sacó la porra extensible y se la puso en la mano derecha y se pasó a la izquierda la pistola, a la vez que pedía a Moya que soltase el cuchillo. Sin embargo, este desoyó las advertencias del policía y se lanzó contra él en cuanto estuvo cerca para derribarlo. En ese momento se escucha en el audio de los vídeos el sonido de un disparo.
En las imágenes difundidas se observa cómo Juan José Lara, el agente que conducía el vehículo y había sido el último de los dos policías en abandonar el coche, había comenzado unos instantes antes a correr con la porra extensible en la mano hacia el agresor al ver que arremetía contra su compañero. Al oírse la detonación, se le ve hincar la rodilla izquierda cuando aún está a varios metros de donde el individuo lucha con su compañero y se lleva la mano al vientre, donde le ha impactado la bala. Los vídeos muestran cómo el policía, ya herido, logró levantarse y se dirigió de vuelta al vehículo patrulla, pero cayó al suelo antes de llegar a él.
Según se observa en las grabaciones, mientras tanto, el vecino apuñala al otro policía y lo golpea en la cabeza durante un forcejeo que dura unos instantes. Según fuentes policiales, el agente recibió una puñalada en la espalda, en la zona de la escápula, que ha necesitado siete grapas y dos puntos de sutura, y varias contusiones en la cabeza que le provocaron una fisura del cráneo y heridas que los médicos han tenido que cerrar con una veintena de puntos. Instantes después, el agente conseguía zafarse del agresor con la ayuda de dos transeúntes.
Las imágenes recogen que, tras agredir al policía, el vecino que había iniciado la trifulca continuó su marcha titubeando mientras amenazaba a las personas con las que se cruzaba e ignoraba la llegada de dos agentes de la Policía Local. Unos metros después, tras oírse dos nuevas detonaciones, el policía con el que había forcejeado se lanza sobre él y lo derriba. Queda tendido bocabajo y es esposado. Mientras, el agente herido por el primer disparo entraba en parada cardiorrespiratoria y, pese a las maniobras de reanimación y su traslado al hospital de Andújar, fallecía poco después. Juan José Lara, de 40 años, fue enterrado el lunes en la vecina localidad de Marmolejo. Su compañero permanece ingresado en el Hospital de Jaén.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.