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Vídeo | La limpieza del Cristo negro de Lepanto revela que su color era en realidad suciedad

Su restauración ha revelado el color real, oculta entre hollín y suciedad que empezó a acumularse hace 120 años

Una simple goma de borrar y agua caliente han revelado que el Santo Cristo de Lepanto, la imagen más venerada de la catedral de Barcelona y que hoy volvió a su lugar original tras su restauración, no es en realidad un Jesús negro, sino que era suciedad acumulada pero no desde el siglo XVI, cuando se creía que fue esculpido, sino del XIII. Foto: EFE/Marta Perez | Vídeo: EPV
El País

Una simple goma de borrar y agua caliente han revelado que el Santo Cristo de Lepanto, la imagen más venerada de la catedral de Barcelona, no es en realidad un Jesús negro, sino que era suciedad acumulada. Para sorpresa de todos, la figura ha cambiado de forma radical, perdiendo la característica que le diferenciaba del resto: su color negro. El hallazgo se ha producido al restaurar la imagen y revelarse que la capa de color oscuro se debía a la suciedad, el hollín y el humo que sale de las velas de la catedral. Al retirar la capa negra han podido comprobar que la talla conservaba el tono cromático original.

En el vídeo que acompaña esta noticia se puede observar cómo ha quedado el cristo tras la minuciosa limpieza y restauración que se ha llevado a cabo. La conservadora de la Catedral de Barcelona, Ana Ordoñez, ha explicado que esta capa oscura ha podido retirarse con facilidad, únicamente con el uso de una goma de borrar y agua destilada caliente. Además, ha destacado que cuando comenzaron a limpiar el Cristo se dieron cuenta que “la policromía estaba completa y muy bien conservada”. Por su parte, el deán de la Catedral de Barcelona ha destacado que el material que tapaba la policromía original “era humo y suciedad y algún trocito que para igualarlo lo habían pintado de negro”.

Los expertos han explicado que una restauración del siglo XIX, con una barba y melena postizas, más el tizne negro acumulado, habría llevado a confundirla con una imagen renacentista del siglo XVI. Por lo que el resultado de los trabajos ha llevado a la conclusión de que la talla podría remontarse hasta el siglo XIII o a lo sumo XV. Aunque lo más probable, según el técnico de patrimonio de la Catedral, Nil Rider, sería que se trate de una talla gótica temprana de entre los siglos XIII y XIV.




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