La frenética carrera para gastar billetes falsos de 500 euros en Marbella
La Policía Nacional arresta a siete personas que pagaron con dinero falsificado más de un centenar de compras en dos centros comerciales en apenas una semana
El dinero les quemaba los bolsillos. Tenían mucha prisa por gastarlo. Tanta, que en apenas siete días se fundieron entre 50.000 y 60.000 euros en establecimientos de ropa de los municipios malagueños de Marbella (150.725 habitantes) y Fuengirola (82.585 habitantes). Fue durante la semana del 24 de noviembre, una de las que mayor actividad comercial registra debido a la celebración del Black Friday. El problema es que pagaban siempre con billetes de 500 euros muy similares a los de curso legal, pero que resultaron ser falsos. Por ese motivo, la Policía Nacional detuvo el 14 de marzo a siete personas españolas de una misma familia —asentada en la localidad marbellí y la ciudad de Málaga— y ha intervenido hasta 107 billetes, aunque se cree que disponían de unos 120, todos procedentes de Bulgaria.
Para los miembros de la Brigada de Investigación del Banco de España, que se ha encargado del caso, se trata de una de las investigaciones más singulares a las que se han enfrentado. “Gastaban el dinero con un ansia y una velocidad increíbles”, cuentan fuentes de este cuerpo perteneciente a la Comisaría General de la Policía Judicial de la Policía Nacional. Hasta allí llegaron las primeras denuncias durante la última semana de noviembre. El jefe de seguridad de un gran grupo textil había denunciado en las comisarías de Marbella y Fuengirola que se habían efectuado varias compras con billetes falsos en sus tiendas durante un periodo muy corto de tiempo. Esas incidencias continuadas en los mismos sitios hicieron saltar las alarmas en la brigada. Más aún cuando les llegaron los billetes: tanto ellos como los peritos del Centro Nacional de Análisis del Banco de España ya conocían esta falsificación porque se habían detectado unidades similares en otros países de la Unión Europea y porque están fabricados con muchísima calidad.
A simple vista, de hecho, los billetes parecen de curso legal “a ojos de cualquier persona que no esté acostumbrada a manejar los de este valor”, explican fuentes de la investigación. Su holograma cambia de color al moverlos, tienen marca de agua, hilo de seguridad, relieves y su tacto es prácticamente igual que a cualquier otra moneada válida. “A un ser humano se los pueden colar, aunque a una máquina, no”, subrayan desde la Policía Nacional. Para evitar este trámite, el clan fue astuto. Aprovechó días de máximo ajetreo en los centros comerciales para comprar prendas de ropa con ese dinero, cuya legalidad el personal de las tiendas no llegaba a chequear debido al agobio de las filas de personas que se acumulaban frente a sus mostradores. “En esos días hay mucha gente y los billetes se miran lo justo. No tienen tiempo de comprobar todo”, indican las mismas fuentes. El problema llegaba después, al hacer la caja, cuando se detectaba la presencia de moneda que no era de curso legal.
Durante aquella semana, los ahora arrestados hicieron, al menos, un centenar de compras con la misma fórmula. Adquirían ropa por valor de unos 100 euros, pagaban con un billete falsificado y horas después devolvían la compra en un comercio de la misma franquicia. “Arrancaban el día con 500 euros falsos y lo acababan con 500 euros de curso legal”, explica un agente que ha participado en el caso. Unos días antes también jugaron con el mismo dinero ilegal en un casino de Benalmádena y un bingo de Marbella, aunque su favorita era la jugada en los centros comerciales, que repetían una y otra vez prácticamente de seguido.
La Policía Nacional se puso en marcha y a través del análisis de las cámaras de seguridad pudo identificar a siete personas implicadas, según los investigadores, en al menos 25 casos. Finalmente, la Brigada de Investigación del Banco de España —dependiente de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF)— procedió a su arresto el 14 de marzo tanto en Marbella como en la ciudad de Málaga. Los agentes creen que a los detenidos le surgió la oportunidad de adquirir una remesa de estos billetes y los compraron a buen precio. Durante la operación, sin embargo, no se ha podido conocer quién era el proveedor o quién trajo el dinero falso desde Bulgaria, país del que procede este dinero, tal y como apunta la catalogación del Banco Central Europeo.
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