La vocal progresista del Poder Judicial Concepción Sáez dimite por considerar “insostenible” la situación del órgano
“Estimo inútil jurídica y políticamente mi continuidad en este escenario de radical y puede que ya irreversible degradación de la institución”, afirma la consejera
La vocal progresista del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) Concepción Sáez ha presentado su dimisión como miembro del órgano de gobierno de los jueces, cuyo mandato caducó en diciembre de 2018 y no ha podido renovarse por el rechazo del PP a llegar a un acuerdo con el PSOE. Sáez, propuesta en 2013 por IU para formar parte del CGPJ, comunicó su renuncia al presidente suplente del Consejo, Rafael Mozo, mediante una carta enviada el día 13, según ha adelantado Eldiario.es y ha confirmado este periódico. En el escrito, al que ha tenido acceso EL PAÍS, Sáez explica que ha tomado la decisión, tras un largo tiempo meditándolo, al constatar que la situación del CGPJ es ya “insostenible”. “La incapacidad de tomar determinadas decisiones en el ejercicio ordinario de las competencias de este órgano al tiempo que se clama por la recuperación de competencias impropias de un consejo en funciones, ha terminado por agotar mi paciencia. Estimo inútil jurídica y políticamente mi continuidad en este escenario de radical y puede que ya irreversible degradación de la institución”, escribe Sáez.
La oficina de comunicación del CGPJ envió una comunicación en la noche de este miércoles en la que confirma que Sáez remitió a Mozo una carta comunicándole su dimisión, pero señala que esta todavía no ha sido aceptada. “El presidente está considerando la aceptación de la renuncia, tal y como establece el artículo 582.1 LOPJ [Ley Orgánica del Poder Judicial], que no se producirá antes del Pleno del próximo día 30”. Si Mozo acepta la renuncia, la configuración de fuerzas entre conservadores y progresistas se inclinaría aún más a favor de los primeros, que ahora tienen 10 consejeros, frente a los seis con los que se quedan los progresistas, más el vocal Enrique Lucas, propuesto por el PNV y que suele votar con estos últimos aunque se ha desmarcado en varias ocasiones.
En su escrito, Sáez explica al presidente suplente por qué da el paso ahora: “He confiado en que la renovación de este consejo se produciría en algún momento de las sucesivas ocasiones en que parecía inminente y, por un excesivo y quizá equivocado sentido de responsabilidad, he venido aguantando el transcurrir de los meses y de los años no sin inquietud ni incomodidad, como bien sabes”, señala. Sáez añade: “En este momento resulta difícil pronosticar cuándo y cómo se resolverá esta larga crisis que tanta deslegitimación está provocando sobre la imagen de nuestro sistema judicial”.
”La incapacidad de tomar determinadas decisiones en el ejercicio ordinario de las competencias de este órgano, al tiempo que se clama por la recuperación de competencias impropias de un consejo en funciones, ha terminado por agotar mi paciencia”, añade Sáez, que desde que caducó el mandato del Consejo ha defendido que el órgano en funciones no debía ejercer algunas de sus competencias esenciales, como los nombramientos discrecionales. Desde que terminó el mandato y hasta que estos quedaron vetados por una reforma legal en marzo de 2021, Sáez fue de la única vocal que votó sistemáticamente en blanco a todos los nombramientos discrecionales que se llevaron al pleno.
Sáez llevaba pensando en dimitir desde hace cinco años y así se lo recuerda a Mozo en su carta. “Vengo meditando desde hace tiempo el sentido que tiene seguir desempeñando el cargo de vocal del Consejo General del Poder Judicial para el que fui nombrada en diciembre de 2013. Transcurridos los cinco años del mandato que contempla la Constitución, más otros cuatro en funciones, la cuestión deviene ineludible”, señala.
En declaraciones a EL PAÍS en diciembre de 2018, cuando el órgano acababa de quedarse en funciones, Sáez afirmó: “Este consejo está acabado y ya no responde a la correlación de fuerzas del Parlamento, ha perdido legitimidad”. Pero la vocal había intentado convencer a otros consejeros de que dimitieran y no lo había conseguido. “No creo en las acciones individuales. Habría que dar ese paso de forma colectiva, al menos los que tenemos posiciones ideológicas que no nos sujetan al cargo, sino que lo entendemos como servicio público. Y que creemos que hay que estar el tiempo suficiente y con dignidad. Ahora no se dan esas características”, dijo entonces.
Desde ese momento, Sáez se ha planteado su renuncia en varias ocasiones y, en una de ellas, llegó a comunicárselo al entonces presidente del CGPJ, Carlos Lesmes, según fuentes consultadas. Pero Lesmes le pidió que aguantara y Sáez accedió. Meses más tarde, fue el propio Lesmes el que acabó dimitiendo tras fracasar el último intento de renovación del Consejo por parte de PSOE y PP.
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