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Yolanda Díaz esboza en la réplica a Tamames su proyecto de país, a pocos días de presentar la candidatura de Sumar

La vicepresidenta segunda elogia el trabajo tanto del PSOE como de Unidas Podemos y vaticina: “Queda Gobierno de coalición para mucho tiempo”

La vicepresidenta, Yolanda Díaz, durante su intervención en el debate de la moción de censura de Vox, este martes en el Congreso. Foto: LUIS SEVILLANO | Vídeo: EPV
Paula Chouza

La réplica de la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, a Ramón Tamames este martes en el Congreso se convirtió, de facto, en la presentación de las líneas básicas del proyecto político que ella ultima. La líder de Sumar, quien en menos de dos semanas anunciará formalmente su candidatura a las generales, empleó una hora y cinco minutos para desgranar su modelo de país frente a la “fotografía en tonos sepia” que, dijo, representa Vox. La también ministra de Trabajo —que reprochó al candidato propuesto por la formación ultra y exdirigente del PCE que no aludiera en absoluto a las mujeres en su alocución— trazó un discurso en el que buscó cuidar y reivindicar el Ejecutivo de coalición, con reconocimiento expreso a los ministros de Unidas Podemos, pero también a los del PSOE y al propio presidente Pedro Sánchez. “Queda Gobierno de coalición para mucho tiempo”, vaticinó la vicepresidenta.

“Usted está deteriorando la democracia, convirtiendo esta moción en una moción destructiva. No contra al Gobierno, sino frente al PP”, le reprochó Díaz a Tamames casi al comienzo. “Hacer uso de un instituto constitucional sin programa alternativo no es correcto”, apuntó la vicepresidenta, también militante del PCE, que señaló lo “confuso” que resultaba escucharlo como candidato de Vox teniendo en cuenta sus orígenes. “¿Es compatible defender la democracia con la pretensión de entregársela a sus detractores? Sinceramente, creo que no”, cuestionó Díaz, quien también criticó el interés “personal” y “electoralista” de la moción. “Usted representa en esta Cámara a quienes empuñan la Constitución como arma arrojadiza y se niegan a cumplirla. Su partido está extramuros de la Constitución”, destacó.

La vicepresidenta dedicó buena parte de su discurso a sacar pecho de la gestión llevaba a cabo por el Gobierno durante la pandemia, los datos de empleo de su departamento, el crecimiento económico del país, los acuerdos del diálogo social, la reforma laboral —”Llama la atención que no haya referido una palabra a la misma”, le afeó al candidato—, la subida del salario mínimo o el ingreso mínimo vital. Hizo una defensa de la coalición en general, en un tono fundamentalmente institucional y no partidista, en el que tuvieron cabida los reconocimientos al ala socialista del Ejecutivo. Agradeció al ministro de Universidades, Joan Subirats (En Comú Podem), por el sistema de becas en marcha que hacen “una democracia mejor”. Alabó a Ione Belarra, ministra de Derechos Sociales y líder de Podemos, por “cambiar el paradigma” del sistema de atención a la dependencia tras los recortes del PP. También a la responsable de Igualdad, Irene Montero, por el Plan Corresponsables —para facilitar la conciliación— y por “garantizar” los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, y al coordinador federal de IU y ministro de Consumo, Alberto Garzón, por la regulación de las casas de apuestas, “un tema que preocupa a muchas familias”, enfatizó.

La líder de Sumar reconoció igualmente la labor del presidente Sánchez, de las vicepresidentas Nadia Calviño y Teresa Ribera, de la titular de Hacienda, María Jesús Montero; del de Cultura, Miquel Iceta; o el de Inclusión, José Luis Escrivá, todos de la parte socialista del Ejecutivo. En su discurso no incluyó, sin embargo, a los ministros con los que más ha chocado su grupo: la responsable de Defensa, Margarita Robles; el del Interior, Fernando Grande-Marlaska; la de Justicia, Pilar Llop; y el de Agricultura, Luis Planas.

“Frente a esa fotografía en tonos sepia que ustedes representan, la de un país detenido en sus desigualdades e injusticias, hay una España con ambición transformadora, que quiere empleos dignos y vidas dignas, que ya no se olvida de las mujeres en sus discursos porque no concibe ese olvido”, desafió Díaz, quien ya había censurado a Tamames por haber hecho una única mención sobre las mujeres para “reprocharles” la “baja fecundidad”. “Le doy la bienvenida al año 2023″, ironizó.

La titular de Trabajo abogó por un país que “garantice y promueva” los derechos humanos y con una nueva mirada sobre las políticas migratorias. “Queremos profundizar en nuestro gran pacto democrático, revestirlo de más y mejor futuro”, dijo, apostando por replicar los “grandes acuerdos” del diálogo social. La vicepresidenta defendió liderar desde España el pacto verde europeo, un asunto sobre el que Tamames pasó de puntillas. Habló también del cambio tecnológico y la descarbonización de la economía como “primer paso”, pero también del fin del “dominio del oligopolio” y la necesidad de avanzar hacia un sistema energético distribuido. “La justicia climática tiene que ir de la mano de la justicia social y ello implica que la ciudadanía esté en el centro mediante el autoconsumo, las comunidades energéticas, las cooperativas, las pequeñas y medianas empresas o la participación de los municipios”, sostuvo la vicepresidenta, que subrayó lo importante de la “comunidad, lo público, la solidaridad”, con menciones específicas para la sanidad y la educación.

El propio Tamames calificó el discurso de la ministra como “interesante”, pero interpretó que no se trataba de una respuesta al suyo, sino de la “presentación de un proyecto político que creo que se llama Sumar”. En tono jocoso, el economista le hizo una “recomendación” a Díaz: “Sintetice sus puntos para poder apreciarlos más tranquilamente”. En los pasillos, su equipo se mostró satisfecho con la intervención de la vicepresidenta, que en poco menos de una hora, remarcaron, había desplegado un proyecto político alternativo.

En una jornada donde todos los gestos contaban, la dirigente gallega había llegado a primera hora al hemiciclo exhibiendo apoyos, rodeada de los ministros Garzón y Subirats, el presidente del grupo parlamentario, Jaume Asens, y el diputado de Galicia en Común, Antón Gómez Reino, además de buena parte de su gabinete, pero sin ningún alto cargo del núcleo duro de Podemos. En plena crisis con el partido por la necesidad de definir el peso que tendrá la organización en Sumar, Belarra y Montero observaron atentas el discurso de Díaz y los guiños a un lado y a otro del Gobierno. Podemos no valoró oficialmente la intervención, pero en medio de la trifulca, las dos dirigentes difundieron en redes alguno de sus fragmentos.

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Sobre la firma

Paula Chouza
Periodista de Política en EL PAÍS. Participó en el lanzamiento de EL PAÍS América en México. Trabajó en el Ayuntamiento de A Coruña y fue becaria del Congreso de los Diputados, CRTVG o Cadena SER. Es licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela, Máster en Marketing Político y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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