Yolanda Díaz reclama un proyecto de seguridad autónomo para Europa

A dos días de que se cumpla un año del inicio de la invasión rusa de Ucrania, Yolanda Díaz ha defendido este miércoles que Europa debe “abanderar un nuevo esfuerzo diplomático” para poner fin al conflicto. En un amplio artículo para la revista europea Le Grand Continent, que ha presentado por la tarde en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, la vicepresidenta segunda ahonda en un asunto espinoso para la coalición de Gobierno y que fue objeto de una profunda crisis en marzo, cuando el Ejecutivo de Pedro Sánchez decidió el envío de armas al Gobierno de Volodímir Zelenski ante el rechazo frontal de Podemos. La titular de Trabajo, que apoyó en su día la decisión del presidente, aboga por una “lectura autónoma” de Estados Unidos en materia de seguridad y descarta que la solución pase por una mayor inversión en armamento. Precisamente esta misma mañana, la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha confirmado la entrega de seis tanques Leopard rehabilitados a Ucrania. Acompañada del eurodiputado Ernest Urtasun, uno de los perfiles que componen el núcleo central de Sumar, el proyecto político que impulsa de cara a las generales, y del asesor en política internacional Carlos Corrochano, Díaz ha reivindicado un europeísmo transformador, un “proyecto emancipador” para la UE con nuevas reglas fiscales que sea verde, feminista y ponga los derechos laborales en el centro.

“La ciudadanía europea no debe ni puede confiar ad aeternum en las garantías de seguridad estadounidenses. Necesita, necesitamos, una lectura autónoma del mundo”, subraya la vicepresidenta en su artículo. “Mientras dependamos de los Estados Unidos para nuestra seguridad, no tendremos autonomía para decidir y organizar nuestro propio papel en relación con, por ejemplo, China”, profundiza en el texto publicado bajo el título Transformar Europa para proteger a la gente. “Necesitamos desplazar estas responsabilidades de una OTAN inestable a un espacio europeo de seguridad que esté sujeto a control democrático”, cuestiona la vicepresidenta. “Para ello no necesitamos gastar más en defensa, sino una mayor coordinación en el gasto, programas compartidos de compra e inversión”, sostiene.

En su artículo, Díaz hace hincapié en que Europa debe “abanderar un nuevo esfuerzo diplomático alineado con las aspiraciones de la ciudadanía ucraniana”, “reforzar” la ayuda humanitaria e “idear” un plan de reconstrucción para el país “basado en ayudas y no en préstamos”.

La vicepresidenta no ha entrado en ninguno de estos detalles durante su intervención de este miércoles, pero ha subrayado el carácter ilegal de la invasión y ha reclamado, en sintonía con el papa Francisco y el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, “una paz justa y duradera”. “Necesitamos una Europa con un proyecto autónomo en términos económicos, fiscales, de seguridad. Una Europa fuerte que afecte a la ciudadanía europea y que sirva para cambiar la vida de la gente”, ha señalado en su discurso.

“Europeísmo transformador”

La vicepresidenta ha esbozado este miércoles las líneas de su “proyecto emancipador”, un “europeísmo transformador, que busca proteger a la gente común y al planeta”, como describe en el texto.

“Hablar de un europeísmo transformador es hablar de un nuevo contrato social a escala europea y de un programa de reformas gradual y ambicioso”, manifiesta Díaz antes de desgranar los ejes de esa transformación: laborista, verde, feminista, democrático, con una fiscalidad justa, multilateral y por los derechos humanos. Entre sus propuestas, la vicepresidenta pide la renovación de los Tratados (”para ponerlos al servicio de las personas trabajadoras”), dotar de plena capacidad legislativa al Parlamento Europeo, mejorar el método de elección de la Comisión Europea y cambiar algunos paradigmas, como la “agilidad de la toma de decisiones”.

En plena construcción de Sumar, Díaz ha finalizado su intervención apelando a la necesidad de construir una alternativa política europea. “Estoy a favor de sumar también en Europa (...) pensemos en grande, sobre todo porque los Orbanes existen y queremos un futuro para nuestros hijos con esperanza”, ha advertido. En el texto publicado, la vicepresidenta alude al “deber” de construir “un nuevo movimiento político de escala europea y vocación transversal que una e ilusione a verdes, izquierdas y progresistas de muy diversas tradiciones y procedencias, a los feminismos, a movimientos ciudadanos y al mundo sindical” a fin de articular “amplios bloques y consensos” para transformar Europa “en clave ecológica y social”.