Feijóo reprocha a Sánchez que Marruecos haya “humillado” a España
En línea con el expresidente Aznar, el líder del PP critica “los bandazos” en política exterior del presidente del Gobierno
No hay tregua del PP por mucho que la política exterior sea un asunto de Estado y que los populares hayan vivido también delicadísimas crisis con Marruecos, como la de Perejil en 2002 con el Gobierno de José María Aznar. Alberto Núñez Feijóo ha utilizado el desaire del rey Mohamed VI, que no recibió a la delegación española encabezada por Pedro Sánchez en la Reunión de Alto Nivel celebrada esta semana en Rabat, para cuestionar la política internacional del presidente socialista y acusarle de haber dejado que Marruecos “humille” a España. “Mi modelo es que España sea respetado y que a este país no se le pueda humillar porque no humille a su vez a nadie”, ha defendido el líder del PP este viernes en Murcia, 24 horas después de que terminara la cumbre. Las palabras del presidente de los populares van en la línea marcada por el expresidente Aznar este jueves, que también considera que Marruecos ha humillado a España con la actitud de su monarca.
El PP gobernaba durante una de las peores crisis de España con Marruecos, cuando el vecino reino ordenó la invasión del islote Perejil, a menos de 10 kilómetros de Ceuta, por un pequeño contingente de 10 hombres. España llamó a consultas a su embajador, y diez días después, tras la mediación del entonces secretario de Estado, Colin Powell, el Ejército retomó el control de la roca, en un episodio cargado de tensión y uno de los más graves que ha atravesado la relación siempre compleja con el vecino africano.
Sánchez ha vivido, por su parte, la mayor crisis migratoria de la historia con Marruecos, con la entrada irregular de más de 12.000 personas en Ceuta en mayo de 2021, en lo que se interpreta como una represalia por la acogida, un mes antes, en un hospital de Logroño del líder de Frente Polisario Brahim Gali para tratarse de una infección de covid.
Los populares son perfectamente conscientes, por tanto, de lo compleja que ha sido siempre para todos los Gobiernos la relación con Marruecos. Con todo, el PP no renuncia a utilizar también las tensiones con el vecino del sur para hacer oposición a Pedro Sánchez. Feijóo cuestiona que el presidente socialista fuera a Marruecos “a hacerse una foto” —aunque ambos países han firmado una declaración conjunta de 74 puntos difundida al término de la Reunión de Alto Nivel (RAN) celebrada en Rabat— y, a pesar de ello, el rey no le recibiera.
Su modelo, asegura en contraposición Feijóo, es que a España “no se le pueda humillar”, aunque no ha explicado qué habría hecho en lugar de Sánchez en caso de haberse encontrado, como el jefe del Ejecutivo, ante un desaire de Mohamed VI en plena cumbre con la presencia de 25 ministros —11 del lado español y 14 del marroquí—, que después han rubricado 19 acuerdos (declaraciones sin fuerza legal), que afectan a áreas tan diversas como migraciones y cooperación; agua, agricultura y medio ambiente; transportes e infraestructuras, educación y cultura, y turismo.
El líder del PP no tiene experiencia en política internacional porque ha sido presidente de la Xunta de Galicia los últimos 13 años antes de ser elegido jefe de los conservadores en abril de 2022. Con todo, Feijóo no evita esta materia y acusa al presidente socialista de “dar bandazos en política exterior”.
Feijóo comparte la visión de Aznar, que el jueves, en Sevilla, habló también de “humillación” marroquí a España y criticó toda la gestión del Gobierno español de esta crisis. “No se ha pactado, no se ha consensuado, no ha habido ni siquiera una comparecencia parlamentaria”, se quejó el expresidente popular. “Hemos perdido las relaciones con Argelia y somos humillados por Marruecos, es difícil tener un éxito mayor”, argumentó. Aznar se confesó también molesto por el “desaire” de Mohamed VI a Sánchez. “A mí me molesta mucho que el presidente del Gobierno de España, el que sea, sea desairado”, reflexionó. “Pero me molesta más que el presidente del Gobierno de España se deje desairar”.
El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, ha censurado que el PP critique la política exterior española, recordando que es una política de Estado. El Gobierno está muy molesto con la actitud de los populares y les acusa de “ningunear la relación de España con Marruecos y no comprender la importancia de lo que todos los ministros de Asuntos Exteriores y todos los expresidentes del Gobierno de la democracia española han calificado como la prioridad número uno de la política exterior”, dijo este jueves Albares. El titular de Exteriores, visiblemente enfadado con el poco respaldo del PP, sostuvo que, con su actitud, “se demuestra que el PP está totalmente incapacitado para gobernar España”.
Feijóo y su equipo son conscientes de que uno de sus puntos débiles es el escaso perfil internacional del líder del PP frente a Sánchez. La estrategia es, por tanto, tratar de erosionar esa imagen de Sánchez. El miércoles, cuando la cumbre arrancaba, el PP ya utilizó que el rey de Marruecos no recibiera al presidente para criticar su “peso pluma internacional”. “La mitad de su Gobierno le da plantón y el rey lo despacha por teléfono. Es difícil hacer más el ridículo”, sostuvo Elías Bendodo, coordinador general del PP. Terminada la cumbre de la reconciliación con Marruecos, aunque haya quedado ensombrecida por la ausencia de Mohamed VI, Feijóo y Aznar han aprovechado las tensiones que persisten para erosionar al presidente del Gobierno.
El presidente de Melilla pide la reapertura de la aduana
El presidente de Melilla, Eduardo de Castro, ha lamentado este viernes que los acuerdos finales de la Reunión de Alto Nivel (RAN) en España y Marruecos no recoge “nada nuevo” en los asuntos que interesan a Melilla al no contemplar “una reapertura inmediata” de la aduana comercial de Melilla y, en cambio, se siga hablando de pruebas “cuando la aduana comercial melillense tiene un siglo y medio de vida”. De Castro ha indicado que el manifiesto acordado por los dos gobiernos en la capital marroquí “no trae nada nuevo porque eso es lo que se está diciendo desde que se firmó el año pasado en abril con el reino de Marruecos, de que se iba a hacer de forma progresiva la reapertura”. A juicio de la primera autoridad local, “esa progresividad yo entiendo de que puede tener distintas velocidades, pero evidentemente la velocidad que tiene actualmente para nosotros es lenta”.
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