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Sánchez y Feijóo abren el año electoral con un encarnizado duelo dialéctico

El presidente y el líder del PP se enzarzan en el Senado en un durísimo intercambio de descalificaciones

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, comparece en un pleno del Senado, este martes. Sentado, a la derecha, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.Foto: Samuel Sánchez | Vídeo: Senado España
Xosé Hermida

Pedro Sánchez se mofó de Alberto Núñez Feijóo y lo trató burlonamente de “estadista internacional”. “Cada vez que usted habla, sube el pan”, se rio. El líder del PP tachó a su adversario de “insensible e irrelevante”, lo acusó de ser el primer presidente que da “un paso atrás en la justa lucha del feminismo” por la ley del solo sí es sí y le espetó: “A usted solo le importa resistir y destruir al adversario”. Las mayores descalificaciones volaron este martes sobre el hemiciclo del Senado en un encarnizado duelo dialéctico entre el presidente del Gobierno y el jefe de la oposición, como un aperitivo de lo que puede deparar el interminable año electoral que acaba de comenzar.

Durante dos horas, Sánchez y Feijóo se atizaron sin miramientos, sin compasión, sin tregua. El líder del PP explotó a fondo los deslices y las contradicciones del Ejecutivo con la ley del solo si es sí. El presidente evocó los peores recuerdos de los pasados gobiernos populares y demolió la gestión de Feijóo en Galicia hasta rematar: “Con su salida de la Xunta, han ganado los gallegos y hemos perdido todos los españoles”.

El Sánchez que había encandilado a la izquierda con su discurso contra la desigualdad de hace dos semanas en Davos dio un nuevo paso adelante este martes. El presidente ha ido acentuando en los últimos meses el tono izquierdista de sus discursos y esta vez fue más lejos que nunca. Esbozó una exhaustiva enmienda a la totalidad de las políticas neoliberales, arremetió contra los grandes empresarios y banqueros que “aumentan sus beneficios, se pagan bonos millonarios y no aumentan los salarios de los trabajadores”, aprovechó para anunciar la subida del 8% del salario mínimo hasta los 1.080 euros y remató: “Es hora de afrontar las muchas injusticias que tiene el sistema. Esto no es ser antisistema. Lo antisistema es cerrar los ojos ante las desigualdades”.

Esta vez la oposición no pudo acusar a Sánchez de practicar el triunfalismo. Más bien al contrario, el jefe del Ejecutivo se entregó a un sorprendente análisis sobre las debilidades de España: el menor gasto social y la menor recaudación fiscal respecto a la media europea, la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores o un “Estado de bienestar en retroceso en muchos territorios”. Claro que el objetivo del presidente no era hacer autocrítica, sino señalar la gestión del PP en las comunidades autónomas a cuatro meses de las elecciones en 12 de esos territorios. Así, se extendió en detallar las penurias que afligen a los sistemas sanitario y educativo, competencias de los gobiernos autonómicos, y remachó con la denuncia de “un plan para debilitar, cuando no socavar, el Estado de bienestar, diseñado por ciertas élites económicas con la colaboración de la derecha”.

En la réplica, Feijóo entró sin preámbulos al ataque directo. Su primera frase fue para reprochar a Sánchez que hubiese lanzado “la más grave crítica contra el Estado de bienestar de nuestro país”. Le reprendió por utilizar ese discurso cuando los socialistas gobiernan “13 de las 17 comunidades autónomas”. En realidad son 11, un desliz que el líder del PP repitió al afear por tres veces al presidente que en sus mandatos “haya cesado a 40 ministros” (fueron 18, 40 es el número total de miembros de los distintos Ejecutivos).

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, interviene en el pleno del Senado para informar sobre las medidas adoptadas por el Gobierno.Foto: EFE | Vídeo: Senado España

Fuera de esos resbalones, Feijóo se mostró más contundente que nunca en sus duelos con Sánchez. Esta vez no esquivó casi ningún tema, incluida la economía, que tenía un tanto abandonada, y hasta la proyección internacional del jefe del Gobierno, una de las cuestiones de las que este se siente más fuerte. Feijóo le reprochó que España sea el único país europeo que no ha recuperado el PIB previo a la pandemia e ironizó sobre las afirmaciones del presidente de que Europa copia sus propuestas: “Esta sería la única clase en la que todos los alumnos copian al último”. Pero donde concentró el líder del PP toda su artillería fue en la ley del solo sí es sí. Sostuvo que la reducción de penas consecuencia de su aplicación se decidió a sabiendas y que Sánchez no la frenó para no incomodar a sus socios de Unidas Podemos. “No fue fruto de un error, fue fruto de su insensibilidad como presidente”, sentenció. “¿Cuándo va a disculparse?”.

La golpiza continuó en la contrarréplica de Sánchez, que dedicó 40 minutos a descalificar personal y políticamente a su adversario. Fue recordando declaraciones suyas en las que pronosticaba que España entraría en recesión o que Europa rechazaría la llamada excepción ibérica para limitar los precios del gas. Y se detuvo muy especialmente en su gestión en Galicia, para acusarlo de recortar el personal sanitario en 1.300 plazas y reducir 900 camas en los hospitales. Feijóo rehuyó el combate en este punto y se limitó a presumir de que Galicia tuvo el menor índice de mortalidad en la pandemia. Por lo demás, siguió pegando: “Usted solo piensa en los juegos de poder, entiende que se puede mentir y pactar lo que sea con quien sea”. Luego llegó Sánchez con otra ración. Y aún faltan 11 meses para las elecciones.

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Sobre la firma

Xosé Hermida
Es corresponsal parlamentario de EL PAÍS. Anteriormente ejerció como redactor jefe de España y delegado en Brasil y Galicia. Ha pasado también por las secciones de Deportes, Reportajes y El País Semanal. Sus primeros trabajos fueron en el diario El Correo Gallego y en la emisora Radio Galega.

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