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En la moderación de Feijóo cabe todo, de Sémper a los tránsfugas Sayas y Adanero

El PP del dirigente gallego abre las puertas a fichajes de cualquier partido para sumar votos y escaños contra Sánchez

Desde la izquierda, Carlos García Adanero, Javier García, Sergio Sayas y Amelia Salanueva, número dos del PP navarro, se saludaban el martes en la sede del partido en Pamplona. Foto: PABLO LASAOSA | Vídeo: Europa Press
Javier Casqueiro

Las puertas del PP siempre están abiertas. No es una frase más, que se repite sin cesar, es el lema práctico y sin aparente ideología del PP de Alberto Núñez Feijóo. En el plazo de apenas una semana, el PP de Feijóo ha fichado a los moderados y liberales Borja Sémper e Íñigo de la Serna, casi socialdemócratas, como son crucificados por la ultraderecha política y mediática, para cubrir la cuota electoral más transversal y colindante con el PSOE más centrado, y a los diputados tránsfugas de la Unión del Pueblo Navarro (UPN), Sergio Sayas y Carlos García Adanero, que se han destacado en sus intervenciones en el Congreso en este mandato por dejar como hermanitas de la caridad a la sección más ultra de Vox. Todo vale para el convento popular de Feijóo.

Adanero y Sayas, da igual cuál sea el asunto del orden del día, siempre acusan al Gobierno de Pedro Sánchez desde la tribuna del Congreso de haberse entregado al terrorismo de Otegi y ETA, de haber traicionado y vendido España y de estar en manos de Bildu. Ese es su programa y lo que le reprocharon a su partido, UPN, cuando traicionaron la disciplina de voto y se adhirieron al PP para intentar tumbar hace casi un año la votación de la nueva reforma laboral. En sus discursos, siempre muy encendidos, obtienen eco y atronadores aplausos de las bancadas de Vox y de los más radicales en las filas de Ciudadanos y del PP, con especial sintonía con Cayetana Álvarez de Toledo. Este martes, Álvarez de Toledo tuiteo: “Dos políticos y parlamentarios de primera. Una esperanza para Navarra y un éxito para el PP”.

Sayas y Adanero aún no tienen el carné del PP. Van por fases. En UPN los sancionaron con dos años y medio de suspensión por su deslealtad, pero ellos ya se consideran expulsados, aunque no han entregado a otros compañeros su escaño en la Cámara baja. Tampoco está claro en qué lista irán o si repetirán los dos, porque Navarra Suma, la extinta coalición allí entre UPN, PP y Cs, solo tuvo dos diputados en las últimas elecciones generales y las encuestas dejan casi como extraparlamentarios a los populares si compiten en solitario. UPN y PP se han declarado la guerra, en otro territorio del norte pirenaico de España en el que los populares son irrelevantes. UPN tomó nota de los datos de sus encuestas internas y constató que les convenía más competir solos, porque el PP de Feijóo, Sayas y Adanero les restaba credibilidad para atraer votantes desengañados del socialismo más templado.

Esa disputa por ensanchar el partido y atraer al elector más ponderado y prudente del PSOE estaba en el propósito del fichaje de Sémper, De la Serna y otros perfiles que irán incorporándose del sorayismo, esa inexistente corriente interna del PP más gestor que se creó y fracasó para el congreso de las primarias exprés del PP en julio de 2018 en las que enamoró el entusiasmo juvenil de Pablo Casado y su troupe. El lunes, en una entrevista en La Razón, uno de sus medios conservadores de referencia, Feijóo confirmaba a su manera y por la vía indirecta su interés por Begoña Villacís o Inés Arrimadas al dejar caer que el titular del periódico que apostaba por esas incorporaciones selectivas desde Cs no estaba mal apuntado. Fue la melodía apaciguadora que le funcionó a Juanma Moreno en Andalucía para desconectar la estrategia del miedo y emplazarse como el barón con más futuro del PP, la contraria al método de la confrontación que tanto cultiva la madrileña Isabel Díaz Ayuso. Las dos fórmulas le sirven a Feijóo, aparentemente sin distinción.

Un importante dirigente del PP, con buena sintonía con Feijóo y que respalda ese reforzamiento del equipo con la recuperación de sorayistas preparados, centristas y contrastados, desaconsejaba estos días la captación de Sayas y Adanero por razones más efectivas que ideológicas: “Antes o después, si el PP quiere pintar algo en Navarra, tendrá que entenderse con UPN y el fichaje de esos dos diputados nos dejaría en una situación terrible”. El mensaje se le hizo llegar a Miguel Tellado, el vicesecretario de Organización y mano derecha en la estructura interna del PP de Feijóo. No hizo ni caso.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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